Lo que callamos es más presión para la caldera (eng-esp)

in Holos&Lotus10 days ago

Hello, friends who are reading this.

I'd like to begin by thanking @maylink for the opportunity to write about a topic that I've been experiencing in particular these past few days: staying silent.

Since I was little, this caused me problems, since I never kept quiet about anything. My mom always told me I was a backbiter, a bigmouth.

The truth is, we can't always say what we're thinking or what we want to say, but rather what we should. Especially in professional settings, whether due to education, politics, strategy, ethics, or any of the dozens of ways that society or our conscience has established to make us keep quiet about something.

Staying silent and keeping all of that inside over and over again is like adding more pressure to a pressure cooker. The valve slowly reaches the danger mark and at some point it will explode.

I recently organized the 42nd Las Tunas concert. I planned a day step by step, yet some of the people involved in the staging didn't do their part, and I was affected on several occasions. I even suffered unnecessary hardship because they were third parties.
What I wanted at that moment was to yell at them for their ineptitude; but above all, to yell at them and get all that anger and helplessness out of me, but I couldn't. If I did, my wife and the day dedicated to her would be the ones affected.

So, I kept quiet.
As the days went by and the incompetence piled up, everything I kept quiet about accumulated and began to affect me. I was almost always in a bad mood, upset about everything, and I barely slept. I was in a bad mood most of the time.
Only after my wife spoke with me and let me vent, did I release the pressure and was able to continue and finish the concert without hurting anyone.

Psychology is very clear about this.

We all need to be heard. The role of a psychologist is essential in our society. And I'm not just referring to the certified specialist, but to all those friends who listen to us and perform that vital function of listening without judgment and helping us.
What we keep quiet can eat away at us from within.
There's so much we keep quiet.
Our children don't know all the work we do to put food on the table and clothes in their closets. Our children don't know that we keep quiet, what we do to make them happy.
Just to give another example.

One way out of keeping quiet has been to write on blogs, Facebook, Hive, and fiction. There are so many things I've wanted to say and haven't been able to do so verbally, but I've released pressure through writing. I have stories, almost a book of stories, based on and inspired by events I've had to keep quiet, and I've translated them into literature.
I can't keep track of how many posts I made on Facebook after the fateful July 11, 2021. That fateful and important day for the people of #Cuba.

Facebook provided that platform for venting everything that bothered me.

But something happened I still can't explain. The more I vented on Facebook, the more hateful content I consumed, and the more I needed to keep writing. The time came when I felt angry all the time.
So I decided to close that profile and dedicate myself exclusively to art and my family.
I decided to dedicate myself to what I could change. To what I had control over.

Lately, I've realized I've matured.

No one has to tell me when to keep quiet or not. I think it's because I've learned when it's worth talking and when it's not. Above all, because I've learned which wars to fight. To choose my battles and know when I can win, when I can't, and when it's worth losing.

Because, as my wife says: sometimes you win by losing.

Those of us who keep quiet hurt us, they harm us in many ways. These last few haven't affected me physically, but psychologically. I already told you I felt angry, exasperated.
On other occasions, I've had headaches, high blood pressure, and even stomach problems.
My mother suffered a transient ischemia from something similar.

Yes. What we keep quiet can affect us.

Hence the importance of choosing our battles wisely and evaluating what we say and to whom we say everything we feel inside.
Above all, ask yourself: What are we going to solve by saying what we want to say? Will it do us any good? Will it make us happy? Will it make someone we care about happy? Are we going to fix anything?
If none of these questions are positive, it's not worth bothering us.
In that case, it's better to keep quiet and turn it into a poem, a story, put it on paper.
And then, set it on fire.


Versión en español


Hola, amigos que están leyendo.
Quisiera comenzar agradecimiento a @maylink por la oportunidad que me da de escribir sobre un tema que, en lo particular, he estado viviéndolo en los últimos días: quedarme callado.

Desde pequeño eso me traía problemas, ya que nunca me quedaba callado nada. Mi mamá siempre me dijo que era un contestón, un bocón.
Cierro es que no siempre podemos decir lo que estamos pensando o lo que queremos decir, sino lo que debemos. Sobre todo en ámbitos profesionales, ya sea por educación, por política, estrategia, ética o cualquiera de las decenas de variantes que la sociedad o nuestra consciencia ha establecido para que nos callemos algo.

Callarnos y quedarnos con todo eso por dentro una y otra vez es como darle más presión a una olla. La válvula poco a poco va marcando la marca de peligro y en algún momento explotará.

Recientemente organicé la 42 jornada de concierto de Las Tunas. Jornada que diseñé paso a paso y sin embargo, algunas de las personas involucradas en la puesta en escena no cumplieron su parte y me vi afectado en varias ocasiones. Incluso pasé penas innecesarias por culpa de ser terceras personas.
Lo que quería en ese momento era gritarles su ineptitud; pero sobre todo gritarles y sacarme toda esa ira e impotencia de adentro, pero no podía. Si lo hacía, mi esposa y la jornada dedicada a ella serían los afectados.

Por tanto, lo callé.
A medida que pasaban los días que se acumulaban las ineptitudes, todo eso que callaba se fue acumulando y me fue afectando. Andaba casi siempre de mal humor me alterada por cualquier cosa y casi no dormía. Andaba predispuesto la mayor parte del tiempo.
Solo después que mi esposa habló conmigo y me dejó desahogarme, liberé presión y pude continuar y culminar la jornada de concierto sin maltratar a nadie.

La psicología lo tiene muy claro.

Todos necesitamos ser escuchados. El papel de psicólogo es imprescindible en nuestra sociedad. Y no me refiero solo al especialista certificado sino a todos aquellos amigos que nos escuchan y realizan esa función tan vital que es escuchar sin juzgar, y ayudarnos.
Lo que callamos nos puedes corroer por dentro.
Es que hay tanto que callamos.
Nuestros hijos no saben todo el trabajo que pasamos para poner comida a la mesa y ropa sus armarios. Nuestros hijos no saben que callamos, qué hacemos para que ellos sean felices.
Por solo poner otro ejemplo.

Una salida ha dejar de callarme sido la escritura en blogs, facebook, en hive, la literatura de ficción. Hay tantas cosas que he querido decir y no he podido hacerlo de forma verbal, pero he liberado presión mediante la escritura.
Tengo cuentos, casi un libro de cuentos, basados e inspirados en hechos que he tenido que callar y los he llevado a la literatura.
No puedo llevar la cuenta de cuántas publicaciones realicé en Facebook después del nefasto 11 de julio del 2021. Aquel día tan nefasto e importante para el pueblo de #Cuba.

Facebook brindó esa plataforma desahogo contra todo lo que me molestaba.
Pero sucedió algo que aún no puedo explicar. Mientras más me desahogaba en facebook, mayor contenido de odio consumía y más necesidad tenía que seguir escribiendo. Llegó el momento en que me sentía enojado todo el tiempo.
Así que decidí cerrar ese perfil y dedicarme al arte y mi familia, exclusivamente.
Decidí dedicarme a lo que podía cambiar. A lo que tenía controlado.

Últimamente me he dado cuenta que he madurado.
Ya nadie tiene que decirme cuándo tengo que callarme o no. Creo que porque he aprendido a cuándo vale la pena hablar de cuándo no. Sobre todo porque he aprendido a qué guerras pelear. A escoger mis combates y saber cuándo puedo ganar, cuando no y cuando vale la pena perder.
Porque, como dice mi esposa: a veces perdiendo se gana.

Aquellos que callamos nos hace daño, nos perjudica de múltiples maneras. Estas últimas, no me han afectado físicamente, sino sicológicamente. Ya les dije me sentía enojado, exasperado.
En otras ocasiones he tenido dolores de cabeza, presión alta, e incluso problemas de estómago.
A mi madre le dio una isquemia transitoria por algo similar.

Sí. Lo que callamos nos puede afectar.

De ahí la importancia a escoger bien nuestras batallas y valorar qué le decimos y a quién le decimos todo lo que tenemos por dentro.
Sobre todo pregúrense ¿Qué vamos a resolver diciendo lo que queremos decir? ¿Nos hará algún bien? ¿Nos va a ser feliz decirlo? ¿Hará feliz a alguien que nos interese? ¿Vamos a arreglar algo?
Sin ninguna de estas preguntas es positiva, no vale la pena molestarnos.
En ese caso, es mejor callarnos y convertirlo en un poema, un cuento, llevarlo al papel.
Y luego, préndele candela.

Sort:  

Siento mucha empatía al leer o quizás en algún momento he vivido algo similar.
Gracias.

Creo que a todos nos pasa.

También está lo que callamos, pero de manera positiva (creo que Elvira hablará de eso) y tampoco debemos quedarnos con eso por dentro.
Hay tanto que callamos 🙄 Esta es una muy buena iniciativa de @maylink. Hay mucha tela por dónde cortar.

Congratulations
You received an upvote ecency

Has sido votado por

PROYECTO ENLACE

'Conectando Ideas y Comunidades'

PROYECTO ENLACE es un proyecto de curación de habla hispana enfocado en recompensar contenido de calidad y apoyar autores en su proceso de crecimiento en HIVE.

Creemos y apostamos por el futuro de esta gran plataforma, y estamos muy emocionados de poder hacerla crecer junto a esta comunidad. Así que te invitamos a publicar en nuestra COMUNIDAD y estar atento a todas las actividades que tenemos preparadas y que estaremos publicando en breve.

¿QUIERES AUTOMATIZAR TUS GANANCIAS DE CURACIÓN? SE PARTE DEL PROYECTO ENLACE APOYANDO A NUESTRO TRAIL EN HIVE.VOTE INGRESA AQUÍ PARA CONOCER LOS DETALLES.

¿QUIERES INVERTIR ENLACE? DESCUBRE COMO HACERLO Y GENERAR INGRESOS DE FORMA SEMANAL MEDIANTE TU DELEGACIÓN DE HP AQUÍ TE EXPLICAMOS COMO.

Te invitamos a participar en nuestro servidor de Discord: https://discord.gg/3S9y7BbWfS

Atentamente

EQUIPO ENLACE 2025

Cuando llegamos al punto como dices, en el que sabemos como y cuando hablar hemos encontrado un equilibrio necesario para ir por la vida sin dañar y sin dañarnos, hablar lo que nos carcome donde seremos escuchados y acogidos con respeto no tiene precio pero eso también incluye la madurez de otros.
Gracias por tu valioso aporte, por llegarte a esta Otra Orilla. Un abrazo

Tal cual lo expresas, el cuerpo resiente lo que decidimos callar e inclusive no hacer. La cuestión es que muy pocos lo hacen consciente, y algunos muy tarde, cuando ya el mal está hecho.
El arte siempre me ha parecido una excelente forma de liberación.

El arte nos salva, amiga. Gracias a la literatura, mi salud mental no se ha visto perjudicada.

Todo lo que describes también puede afectar al organismo físicamente. Cuando hay desarmonía a nivel psicológico, la somatización de síntomas relacionados es común aparezcan y luego llegar a convertirse en algún malestar que, incluso, puede sobrepasar la condición de lo agudo para convertirse en crónico.

¡Muy bien por ti que has aprendido de cada uno de los aspectos que vivencias!

Exactamente!
Gracias a los sicólogos como tú 😊

¡O a lo amigos que tienes!
jajaja

Respeto tu elección, la mía es, por supuesto, diferente, pero mis respetos.

Y cuál sería su elección? Si se puede saber. Compártala con nosotros.

Una vez hablé de respetar las decisiones de los demás.
Nunca lo juzgaré. Incluso, puede que aprenda de usted.
Para eso son estas comunidades

Gracias por preguntar, solo por ello le responderé. Nunca se gana una batalla renunciando a darla, es un contrasentido. Porque resignarse a ser lo que no se es, es como ahorcarse por mano propia. Gracias de nuevo.

Por supuesto que tiene razón. Por eso decidí elegir qué batalla luchar, sin que por eso fuera en contra de mis principios.
Gracias, amigo.

Es cierto, lo que no podemos controlar es mejor guardarlo o callarlo, lamentablemente es así.

Hola,

Acumular la rabio no es aconsejable, por mi experiencia te recomiendo antes de soltar el sentir, respirar, observar con atención el enojo y por qué se manifiesta y tener presente el cómo te gustaría ser tratado, así en calma expresarte y sin arrepentimientos.

Gracias. Sobre todo por lo de no hacer algo que luego pueda arrepentirme

Saludos @abelarte, me gustó mucho tu reflexión sobre el tema, en especial:

escoger bien nuestras batallas y valorar qué le decimos y a quién le decimos todo lo que tenemos por dentro.
Sobre todo pregúrense ¿Qué vamos a resolver diciendo lo que queremos decir? ¿Nos hará algún bien? ¿Nos va a ser feliz decirlo? ¿Hará feliz a alguien que nos interese? ¿Vamos a arreglar algo?

Es lo más responsable y cierto que he leído, gracias por compartir tu percepción.

Y su comentario es una de las cosas más lindas que me han dicho aquí en Hive.
Muchísimas gracias ☺️.
Me gustó tanto que se lo mostré a mi familia 😁