Al principio de nuestras vidas tenemos tantos sueños, pero no contamos en ese momento con la realidad de que al formar una vida con alguien más, los sueños no podrán concretarse en su totalidad porque aquella persona tiene otros muy diferentes, o peor aun, no comparte los nuestros.
Es tan complicado unirnos a alguien que no se conecte con nuestras maneras de ser, pensar, actuar, y soñar... es como tener que darle carpeta a nuestros mayores deseos, entonces así no funciona la unión.
Yo aún sueño con que el príncipe azul de los cuentos de hadas existe, literalmente, y se traduce en un ser que simplemente tenga empatía, y respeto hacia nuestras creencias, y su amor tenga la capacidad de dejarnos luchar por nuestros sueños por muy complejos que resulten.
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¡Amiga bella! me encanta verte como siempre por mi blog, porque tus comentarios son unicos, llenos de sabiduria, animos y siempre con una buena vibra, que traspasa la pantalla. Asi como dices, asi mismito es uno viene con su carpeta llena de sueños y la entrega en muchas ocasiones a quienes no saben apreciarlo...sucede mucho, pero mientras vamos aprendiendo, tambien van llegando personas que van aportando a tu vida y la complementan; te deseo que llegue a ti ese príncipe azul que te mereces y se que esta por allí en algún lugar del mundo esperándote ¡Besitos!