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Mientras escucho "Ao Longe O Mar" de Madredeus, pienso que no hay mejor manera de empezar el día que con buena música y un café, y de ser posible un libro. En este caso leo "La Cazadora de Osos" de Karolina Ramqvist, un libro que no resultó lo que esperaba pero tampoco es malo y es una lectura lo suficientemente entretenida y educativa para que la siga leyendo.
En otro momento tal vez hubiera abandonado el libro, pero he aprendido que uno no puede descartar aquello que no considere "excelente" nada más porque sí. Lo perfecto, lo inmaculado, creo que está sobrevalorado, y que todos vamos persiguiendo "lo mejor" como si fuera una obligación y no hubiera otra manera de vivir.
Queremos el mejor coche, el mejor trabajo, la mejor pareja, los mejores hijos, ser los mejores en todo, y a cambio creo que sacrificamos demasiado.
Nos endeudamos para pagar un coche nuevo cuando el anterior funcionaba perfecto y se adecuaba a nuestras necesidades. Cambiamos a un trabajo donde ganamos más pero que nos deja menos tiempo para nosotros. Dejamos a nuestra pareja por una más bella y luego descubrimos que la belleza no lo es todo. Metemos a nuestros hijos a las mejores escuelas y los hacemos tomar cursos de todo para darles la mejor preparación posible, pero en el camino no los dejamos disfrutar de su infancia.
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Nos esforzamos tanto por ser mejores que en el proceso hasta olvidamos quienes somos y que es lo importante. Lo no perfecto también es valioso, aquello que no es lo mejor no por eso no puede aportarnos valor. Los alimentos más sanos no son siempre los más deliciosos, así como las experiencias que más nos enseñan no siempre son las más placenteras.
La excelencia es importante, pero también como se alcanza, que se hace para llegar a ella, que precio pagamos para obtenerla, y creo que eso pocas veces lo tomamos en cuenta.
Se nos ha enseñado que hay que ser siempre los mejores, y en el proceso nos han hecho creer que todo lo que no sea excelencia es mediocridad, y conformarse es casi un pecado, y yo estoy en desacuerdo con eso. Yo creo en lo suficiente, en que uno debe aspirar a tener lo suficiente, y valorarlo, como condición mínima para ser feliz.
Eso no quiere decir que uno no pueda tener más o aspirar a más, no se trata de cosas o posturas mutuamente excluyentes, pero la idea es que lo excelente no es lo indispensable, es lo aspirable, mientras que lo suficiente es algo más cercano a lo indispensable, aunque entre ambos, lo suficiente y lo indispensable, puede haber distancias variables según cada caso.
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Mucha gente feliz vive literalmente con lo mínimo, y en contraposición mucha gente miserable vive en la abundancia, rodeado de lo mejor, de la excelencia. El tema es que necesita cada uno para ser feliz, y lo triste es que pocos son quienes hacen un alto en el camino para descubrirlo y dirigir su vida a partir de ello.
La mayoría de la sociedad se limita a perseguir lo que le dicen que debe de perseguir: cambiar de auto y teléfono casi cada año, cambiar de ropa cada estación, y acumular, acumular y acumular cosas que no necesita para guardar las apariencias ante gente a la que realmente no le importan los demás, salvo como alguien a quien superar consiguiendo más cosas, creando un círculo perverso que no hace bien a nadie, salvo al mercado, al capitalismos rampante y galopante en el que vivimos.
Creo, desde mi humilde y limitada opinión, que más que buscar la excelencia a priori sin saber porque, deberíamos tratar de entender que es lo que necesitamos para ser felices, lo que contrario a lo que pudiera pensarse no es tan sencillo como parece, porque implica mucha introspección, recuperar el sentido común y romper muchos de los esquemas establecidos y enquistado en nuestra cultura, pero que sin embargo considero que es algo por demás importante y necesario hacer.
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Así que volviendo a mi libro, que no considero excelente ni indispensable, e incluso podría considerar no necesario, y puede que el tiempo se encargue en algunos años de borrar de mi memoria casi todo lo que de el se impregne en ella, tiene su valor y se lo reconozco.
Me permite conocer los procesos creativos de una escritura y detalles de una historia peculiar, la de la mujer conocida como la cazadora de osos, a la que varios autores más han dedicado libros a lo largo de la historia tratando de descifrar su vida y el porque de su aventura tan peculiar sobreviviendo abandonada junto con su sirviente en una isla desierta.
Me permite aprender de su manera peculiar de narrar una historia y verme reflejado en sus miedos, inseguridades y esencia como creadora, y empezar mi día de buena manera acompañado de un buen café y la música de turno, en este caso una antología de la banda portuguesa Madredeus, y eso para mi es más que suficiente. Muchas gracias por leerme y hasta la próxima.
©bonzopoe, 2022.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.
Como siempre, me has dado mucho para pensar. De hecho, mientras leía tu post, se me vino a la mente una película que no he visto pero que me da buenas vibras, se llama "Soul", y creo que te podría gustar el mensaje que transmite.
Que bueno que te he dado que pensar, esa es la idea, reflexionar sobre aquello en lo que a veces no reparamos lo suficiente. Y respecto a 'Soul', lo tengo en mi lista de pendientes. Muchas gracias por el comentario y la recomendación. ¡Saludos!