Los amigos son como hermanos de otra madre, algunos empezamos las amistades desde la infancia, por eso tenemos la confianza de hablar de cualquier cosa con ellos porque sabemos que nos escucharán y nos apoyarán. Además, están con nosotros en los momentos más felices y en los más tristes.
Es muy lindo pasar tiempo con personas que nos entienden y con las que podemos ser nosotros mismos sin miedo a ser juzgados. No importa que seamos diferentes en personalidad, ya que nos complementamos, creando una buena conexión. Pero hay veces que se convierte en una falsa amistad, de esas en las que nos sonríen y hablan mal de nosotros a nuestras espaldas.
Hay muchas personas a las que no les gusta ver triunfar a los demás, entre ellos se incluyen los amigos. Por eso, cuando triunfamos más que ellos, en lugar de felicitarnos y alegrarse por nuestros logros, cambian, dejan de tratarnos o hablan mal de nosotros en secreto.
Los celos entre amigos son como un veneno que poco a poco se apodera del cuerpo y se convierte en una relación tóxica. Algunos de estos “amigos” nos consideran de su propiedad y que pueden manejar nuestras vidas como quieran, por lo que no les gusta que tengamos otros amigos o que hablemos con alguien que no sea ellos.
Los celos entre amigos son comunes, es un problema que se puede solucionar con una buena plática, pero si se vuelve muy tóxico, es donde empiezan los problemas.
La envidia de estos falsos amigos puede surgir porque la otra persona tiene grandes cosas, o por algo simple como ser más atractivo, llamar más la atención, tener buena personalidad, talentos o ser feliz con una pareja.
Existen otros casos de falsos amigos como aquellos que nos apoyaron en los momentos malos, pero a cambio nos consideran sus esclavos, lo cual no está bien. Usan esa ayuda como excusa y chantaje para manipularnos a conveniencia. Hay ocasiones en las que pueden comenzar a humillarnos directa o indirectamente, haciéndonos sentir mal. Sin embargo, muchas veces dejamos pasar este tipo de comportamiento extraño y momentáneo, ya que se trata de alguien en quien se supone que debemos confiar.
Yo tenía una amistad de muchos años desde la niñez, la dejaban quedarse en mi casa e incluso íbamos a la playa, restaurantes, pasábamos Navidad y paseábamos juntas éramos como hermanas, pero cuando empezamos la adolescencia ella cambió, medí cuenta que hablaba mal a mis espaldas trate de ignorarlo por los años de amistad.
Ella me hacía quedar mal para ella quedar como la inocente, incluso llego a decir que yo era una mala influencia. Con el tiempo muchos conocidos me miraban raro o de mala manera, pero yo no hacía nada malo. Después de muchas cosas que me hizo, no quise continuar la amistad y evitar tener contacto con ella.
Después de muchos años por cosas de la vida, nos volvimos a encontrar. Traté de ser amable y no quedar con rencores, hablábamos y todo, hasta que empezó a decir que yo nunca lograría nada estudiando, que ella ha logrado mucho más que yo. Eso es raro, saben, aunque pasaron años nunca hubo cambio. Para mí era una amistad real, pero en realidad siempre fue una amistad falsa.
Este tipo de amistades nos trae muchos problemas, como robarnos nuestras metas y sueños o nuestra pareja. Lo mejor es distanciarnos cuando nos damos cuenta de qué tipo de amigo es, puede ser duro. Como en mi caso, que fue una amistad de la infancia, afectará emocionalmente, ya que la persona que conocimos y con la que compartimos tanto tiempo cambió, o nunca fue lo que creíamos.
Por eso es muy importante elegir muy bien a quiénes tratamos como amigos, a quiénes les contamos nuestros secretos, a quiénes les abrimos las puertas de nuestro hogar y en quiénes confiamos, porque pueden traicionarnos en cualquier momento.
Es triste que muchas amistades se arruinen por la envidia y los celos, y para mí, esto es un mal en el mundo. Cuando las personas dejan de verse a sí mismas para ver a los demás y caen en la comparación y en desear lo que el otro tiene, terminan destruyendo su alma y a los demás.