La perseverancia es una gran herramienta para ayudarnos a salir del atolladero, luego queda el aprendizaje para aplicarlo en segundas oportunidades.
Cuando perdemos un ser querido realmente tocamos fondo, es algo que no deseamos. Pensar en qué habría querido para nosotros esa persona ayuda a tomar conciencia y salir a flote, es un proceso que cada uno vive a su manera, la fe y la creencia que desde donde están nos siguen ayudando da mucha fortaleza para aceptar lo ocurrido.
Saludos cordiales.