Vernos a través de la mirada de los otros en el tiempo debe ser muy interesante, generalmente mantenemos una percepción de nosotros mismos y cuando otro nos da su propia valoración es un aporte valioso. Fíjate que coincidimos en la timidez y uno de los llantos más amargos que recuerdo es de la escuela, miedo a los adultos y sus represalias. Qué bueno que crecimos.
Este momento, gracias a la tecnología, se ha podido rescatar el contacto con excompañeros y verlos en sus cambios de personalidad, sus avances, profesiones y vida vivida es muy agradable. Qué bueno que se puede mantener esa amistad.
Abrazos.
Gracias por contarnos.
Gracias a ti amiga por llegar hasta aquí. Un abrazote!