Ya casi pisando mayo y @lisfabian cursando invitaciones para nuestro encuentro al programa @reiresgratis, donde, el primer miércoles de cada mes, tenemos ese momento virtual de compartir cuentos, experiencias, anécdotas que nos llenen de sonrisas y alegría.

Y que mejor manera de celebrarlo rindiendo honores a nuestras madrecitas lindas y hermosas con la que hemos compartido grandiosos momentos. Algunos han sido tristes, otros dolorosos, en cualquier caso, el tiempo los ha curado (eso espero) hoy los recordamos con cariño, risas y en definitiva pasan a engrosar un buen momento vivido.

Ahora, la amiga @lisfabian es tan benevolente que nos amplia el panorama, podemos traer anécdotas con las madres, tías, abuelas, las queridas, las suegras y demás representantes que guardan relación con lo materno. Aquí comparto algunos momentos.

La madre benevolente

Al escribir la palabra benevolente me vino un recuerdo gracioso precisamente con la madre religiosa –monja- que nos daba latín en 5to año, se las relato brevemente. Por favor léela colocando el acento de la madre patria ya que era española:

Atención niñaz, lez voy a entregar suz exzámenez. He zido muy benevolente con uztedez porque a la mayoría lez he colocado zero uno cuando lo que han zacado es zero zero.

Y todas, entre risas, susto e incredulidad le dábamos las gracias por su gran benevolencia, Ja,ja,ja,ja.

Mamá ecónoma

Vivíamos en Caracas así que tendría como unos 7 años y mi mamá con su pequeño ejército de 5 niños emprende paseo para la playa, la playa elegida fue higuerote.

Recuerdo que nos bañábamos alegremente y que toda la orilla estaba llena de miles de cochas marinas, pero… no eran solo cochas eran chipichipi y unos más grandes llamados guacucos. Como un juego mi mamá puso a su pequeño ejecito a recoger los graciosos animalitos, no me preguntes de dónde sacó dos tobos (baldes) así que entre juego y diversión los llenamos.

Lo que nunca nos imaginamos es que luego, en la casa, durante un tiempo que se me hace eterno no dejábamos de comer cualquier variedad de platillos con chipichipi: arroz con chipichipi, tortilla y revoltillos con chipichipi, sopa de chipichipi, pastel de chipichipi.

Fue horrible, llorábamos en cada sentada a la mesa bajo aquellas terribles palabras de: —Lloren todo lo que quieran pero no se para de allí hasta que se lo coman todo.

Hoy en día nos reímos cuando recordamos el evento al cual bautizamos “la feria del chipichipi” para diferenciarla de otras ferias, entre ellas: la feria de la chinchurria y la del ñame, porque si algo sabía mi mamá era de economía culinaria.

Una frase lapidaria: ¡Hasta un hijo te he dado!

En una oportunidad hice una reunión familiar, debe haber sido la celebración de un cumpleaños de mi hija porque vino toda la familia de mi esposo. Por razones de espacio decidí realizarla en el patio de la casa de mi mamá.

Mi mamá en ese entonces tenía un perrito, medio fastidioso él, pero cariñoso para nada agresivo, Sin embargo, no sé que le dio al perro y por lo bajito se acercó a mi suegra y le clavó los colmillos a la atura del tobillo.

Se armó el alboroto respectivo, mi suegra se quejaba, mientras tanto azorada, apenada y preocupada la consolaba, la curaba y veíamos la posibilidad de llevarla a un centro para que le pusieran la antitetánica. En medio de la algarabía, ella me repetía:

—¿Por qué me hiciste esto? ¡Si yo, hasta un hijo te he dado!

Lo decía como si hubiese sido yo la que la había mordido, así que la frase quedó grabada en el repertorio de mis hermanas y a la hora de echar cuentos la sacan a relucir acompañada del un: ¿Te acuerdas del día que mordiste a tu suegra?, siempre hay un inocente que pregunta ¿Cómo fue eso? Y le echan el cuento de “Hasta un hijo te he dado”, jajajaja.

Bien amigos espero que pasemos un bello día de la madre y que salgan muchas anécdotas que luego podamos compartir. Aprovecho la oportunidad para dejarles el LinK de la invitación al concurso y nos cuentes esos momentos que hoy nos hacen reír. Invito a las amigas @graciadegenios y @doriscova8 a unirse al evento.

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In English

May is almost here and @lisfabian is sending out invitations for our meeting to the @reiresgratis program, where, on the first Wednesday of each month, we have that virtual moment to share stories, experiences, anecdotes that fill us with smiles and joy.

And what better way to celebrate it than honoring our beautiful and cute mothers with whom we have shared great moments. Some have been sad, others painful, in any case, time has cured them (I hope so) today we remember them with affection, laughter and ultimately pass to swell a good time lived.

Now, the friend @lisfabian is so benevolent that she broadens the panorama, we can bring anecdotes with mothers, aunts, grandmothers, the dear ones, mothers-in-law and other representatives that are related to the maternal. Here I share some moments.

The benevolent mother

When I wrote the word benevolent a funny memory came to my mind precisely with the religious mother - nun - who taught us Latin in 5th grade, I will tell it to you briefly. Please read it with the accent of the mother country since she was Spanish:

Attention niñaz, lez voy a entregar suz exámenez. I have been very benevolent with uztedez because I have given most of them zero one when what they have given is zero zero zero.

And we all, laughing, scared and incredulous, thanked him for his great benevolence, Ha,ha,ha,ha,ha.

Economist mom

We lived in Caracas so I would be about 7 years old and my mom with her small army of 5 children went to the beach, the chosen beach was Higuerote.

I remember that we were bathing happily and that the whole shore was full of thousands of sea shells, but... they were not only shells, they were chipichipi and some bigger ones called guacucos. As a game, my mom had her little boy pick up the funny little animals, don't ask me where she got two buckets, so between play and fun we filled them.

What we never imagined is that later, at home, for a time that seems to last forever, we did not stop eating any variety of dishes with chipichipi: rice with chipichipi, tortilla and revoltillos with chipichipi, chipichipi soup, chipichipi cake.

It was horrible, we cried every time we sat at the table under those terrible words of: -Cry all you want but it doesn't stop from there until it is all eaten.

Today we laugh when we remember the event that we baptized "the chipichipi fair" to differentiate it from other fairs, among them: the chinchurria fair and the yam fair, because if my mom knew anything it was about culinary economy.

A lapidary phrase: I have even given you a son!

Once I had a family reunion, it must have been the celebration of my daughter's birthday because my husband's whole family came. For space reasons I decided to hold it in the backyard of my mother's house.

My mother at that time had a little dog, a bit annoying, but affectionate and not at all aggressive. However, I don't know what she gave the dog and he approached my mother-in-law and stuck his fangs into her ankle.

All hell broke loose, my mother-in-law complained, and in the meantime, embarrassed, saddened and worried, I consoled her, cured her and we discussed the possibility of taking her to a center to get her tetanus shot. In the midst of the commotion, she kept repeating to me:

-Why did you do this to me? I even gave you a son!

She said it as if I had been the one who had bitten her, so the phrase was engraved in my sisters' repertoire and when it came time to tell stories, they would bring it up with a: "Do you remember the day you bit your mother-in-law, there is always an innocent person who asks: How was that? And they tell the story of "I even gave you a son" hahahaha.

Well friends, I hope we have a beautiful Mother's Day and that many anecdotes come out that we can share later. I take this opportunity to leave you the LinK of the invitation to the contest and tell us those moments that make us laugh today. I invite friends @graciadegenios and @doriscova8 to join the event.

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