Ser presto a escuchar es un mandamiento bíblico, y creo que lo pones en práctica personalmente, lo que hace que la gente confíe en ti. Escuchas con atención y muestras interés en conversar con personas mayores, quienes poseen una gran sabiduría, y esto te hace disfrutar de las conversaciones.
Eres un gran oyente, una habilidad que no todos poseen.
Éxito.