Imagen
![](https://images.hive.blog/768x0/https://cdn.pixabay.com/photo/2018/04/30/08/02/entrepreneur-3362056_1280.jpg)
Seguramente, en algún momento de nuestras vidas, nos hemos cuestionado el motivo por el cual seguimos vivos. En un mundo donde cada segundo alguien deja de existir, es natural reflexionar sobre la fragilidad de la vida.
La realidad de perder a seres queridos, aquellos que son fundamentales para nuestra existencia, nos golpea con fuerza.
A menudo, vivimos aferrados a la idea de que nunca nos sucederá a nosotros sufrir esa pérdida que tanto valoramos. Nos cuesta aceptar que todos tenemos un tiempo limitado en este mundo, y que ese tiempo no es el mismo para todos.
Aceptar la pérdida implica reconocer que todo estaba pactado para cada ser, algo que a menudo ignoramos por nuestra necesidad de aferrarnos. No hemos aprendido a soltar a tiempo las amarras del último viaje de quienes amamos, ya sean familiares, amigos o seres queridos.
La razón detrás de estas preguntas y reflexiones es algo que, en su esencia, puede ser difícil de comprender.
Imagen
![](https://images.hive.blog/768x0/https://cdn.pixabay.com/photo/2018/04/15/18/24/ocean-3322367_960_720.jpg)
La necesidad de permanecer unidos en el plano físico nos lleva a una lucha interna, pero la aceptación llega cuando entendemos que nunca nos separamos espiritualmente de aquellos que han estado en nuestras vidas. Aunque físicamente estén ausentes, su esencia permanece con nosotros.
Las festividades, los aniversarios y los días especiales como el Día de la Madre, el Día del Padre o el Día de los Abuelos, intensifican esa tristeza que sentimos al extrañar a quienes ya no están.
Las pérdidas familiares, de pareja, de amistades o incluso de figuras admiradas, nos recuerdan constantemente la ausencia de aquellos que significaron tanto para nosotros. Sin embargo, hay un aspecto esencial que quiero resaltar y que puede cambiar nuestra perspectiva sobre la vida y la muerte.
El motivo por el cual aún estamos vivos es fundamental. Al mirar hacia atrás en nuestros recuerdos, a menudo nos perdemos el presente de nuestras vidas, algo que es vital y necesario para honrar a quienes ya no están con nosotros.
Mi propuesta es sencilla: abracemos esos recuerdos y brindemos por su presencia espiritual. No debemos olvidar a los que aún están a nuestro lado, ya sean amigos, familiares o incluso nuestras mascotas, quienes también necesitan de nosotros.
Imagen
![](https://images.hive.blog/768x0/https://cdn.pixabay.com/photo/2023/03/03/13/28/man-7827681_1280.jpg)
La vida sigue existiendo en el brillo de nuestra mirada, aunque a veces esté teñida de tristeza.
Es importante recordar que, aunque la pérdida duele, también nos enseña a valorar aún más a quienes permanecen a nuestro lado.
Cada día es una oportunidad para crear nuevos recuerdos, para compartir risas y momentos significativos con aquellos que amamos. Al hacerlo, honramos la memoria de quienes han partido, manteniéndolos vivos en nuestros corazones y en nuestras acciones.
Así que celebremos la vida, tanto la de quienes están con nosotros como la de aquellos que han dejado una huella imborrable en nuestras almas.
Sigamos adelante, llevando con nosotros el amor y los recuerdos de quienes han sido parte de nuestras vidas, mientras creamos nuevos momentos con aquellos que aún están a nuestro lado. La vida es un viaje, y cada paso que damos es una oportunidad para honrar el pasado y abrazar el presente.
Source
![](https://images.hive.blog/768x0/https://cdn.pixabay.com/photo/2019/06/11/10/56/girl-4266712_1280.jpg)
Surely, at some point in our lives, we have questioned why we are still alive. In a world where every second someone ceases to exist, it is natural to reflect on the fragility of life.
The reality of losing loved ones, those who are fundamental to our existence, hits us hard.
Often, we live clinging to the idea that it will never happen to us to suffer that loss that we value so much. We find it hard to accept that we all have a limited time in this world, and that time is not the same for everyone.
Accepting loss implies recognizing that everything was agreed upon for each being, something we often ignore because of our need to hold on. We have not learned to let go in time of the moorings of the last journey of those we love, be they family, friends or loved ones.
The reason behind these questions and reflections is something that, at its core, can be difficult to understand.
Source
![](https://images.hive.blog/768x0/https://cdn.pixabay.com/photo/2020/11/12/17/14/concert-5736160_1280.jpg)
The need to remain united on the physical plane leads to an internal struggle, but acceptance comes when we understand that we are never spiritually separated from those who have been in our lives. Even if they are physically absent, their essence remains with us.
Holidays, anniversaries and special days such as Mother's Day, Father's Day or Grandparents' Day, intensify the sadness we feel when we miss those who are no longer with us.
Losses of family members, partners, friends or even admired figures constantly remind us of the absence of those who meant so much to us. However, there is one essential aspect that I want to highlight that can change our perspective on life and death.
Why we are still alive is fundamental. By looking back on our memories, we often miss the present of our lives, something that is vital and necessary to honor those who are no longer with us.
Source
![](https://images.hive.blog/768x0/https://cdn.pixabay.com/photo/2017/03/19/18/00/the-traffic-light-2157162_1280.jpg)
My proposal is simple: let us embrace those memories and toast to their spiritual presence. We must not forget those who are still by our side, whether they are friends, family or even our pets, who also need us.
Life continues to exist in the brightness of our gaze, even if it is sometimes tinged with sadness.
It is important to remember that while loss hurts, it also teaches us to value even more those who remain by our side.
Every day is an opportunity to create new memories, to share laughter and meaningful moments with those we love. In doing so, we honor the memory of those who have departed, keeping them alive in our hearts and in our actions.
So let us celebrate life, both those who are with us and those who have left an indelible mark on our souls.
Let us move forward, carrying with us the love and memories of those who have been part of our lives, as we create new moments with those who are still by our side. Life is a journey, and each step we take is an opportunity to honor the past and embrace the present.
Hace poco leí a alguien dijo que no se sentía triste porque su madre ya no esta en este mundo, debido a que él sabía que en algún momento se reuniría con ella. Yo no lo había pensado de esa manera, mi bisabuela murió hace unos meses, y lo que me tranquiliza es saber que ella está en un buen lugar, en un lugar mejor.
Buena publicación, saludos!
Hola, Scarleth.
Este articulo has sido generado a traves IA.
Hello.
There is reasonable evidence that this article is machine-generated.
We would appreciate it if you could avoid publishing AI-generated content (full or partial texts, art, etc.).
Thank you.
Guide: AI-Generated Content = Not Original Content
Hive Guide: Hive 101
If you believe this comment is in error, please contact us in #appeals in Discord