Siendo muy joven, un espermatozoide, sentía que debía ser el más veloz de mi grupo. La razón indiscutible era que mi vida estaba en riesgo. Aquí estuvo el miedo.
Cuando me sacaron de mi sabroso saco amniótico, la cosa se volvió a poner tensa. La razón era que llegué con hambre y frío. De inmediato puse la queja con mi poderosa garganta y todos se enteraron de que debían abrigarme y darme mi alimento. Ese descubrimiento fue fundamental en mis primeros años de vida. Debía quejarme y con ganas para poder obtener el alimento. Hasta ahora vamos bien con el tema de la motivación: algo interno, como el miedo, el hambre, que provocaban consecuencias en el entorno.
Pero la cuestión no fue tan fácil. Seguí en mi proceso de crecimiento y aprendizaje. Al rato me di cuenta de que debía seguir las reglas porque si no cumplía con las normas, papá tenía una motivación de cuero que provocaba dolores extremos. En esos momentos en que la correa se asomaba, yo volvía a mis días de espermatozoide y me trasformaba en un ser veloz para que papá no me alcanzara. Pero cuando me descuidaba, el viejo me agarraba. Esto me ayudó. Al ser veloz en mi huida, me gané el título del más veloz de colegio y participé en muchas carreras llegando a ser triunfador en varias. Aquí el miedo volvió a estar presente, me volví precavido, a no descuidarme y descubrí la recompensa, el triunfo.
Siempre fui un gran enamorado del género femenino, pero fue a los 13 años cuando decidí que era el momento de verlas y piropearlas sin disimulo. Primero observé cómo lo hacían los mayores y después me lancé a la aventura.
Un martes cualquiera, dirigiéndome del liceo a mi hogar, caminando por la avenida Miranda de la ciudad de Maracay, Venezuela, vi a un monumento de mujer, fue la elegida para mi primera vez. Eso fue una motivación con minifalda. Ella pasó, por un lado, dejando rastros de su perfume en mi olfato. Esto motivó a que hiciera mi coreografía, volteando, para terminar de contemplar la obra que Dios me había regalado.
En el giro se me olvidó que debía bajar la velocidad o detenerme. Estando conectado visualmente con las piernas del espectáculo de mujer, me estrellé contra una camioneta panel de la Volkswagen. Era blanca, eso no se me olvidó jamás, al igual que la inmensa protuberancia que de inmediato nació en mi cabeza y el gran regaño del señor que se bajó del vehículo.
Esto me motivó a tomar acciones en el asunto: no voltear en movimiento para ver una chica o cualquier otra cosa, revisar mi entorno antes del procedimiento para no causar o sufrir un accidente. Allí conocí la prudencia. Vaya que la motivación era aleccionadora. Esta lección me sirvió para mi vida adulta. Si andaba con la novia o esposa, no debía voltear porque en el acto recibiría un trancazo como el de la camioneta panel. Debo ser sincero, más de una vez se me olvidó revisar el entorno y, por supuesto, se presentaron dolorosas consecuencias.
Han sucedido muchas otras cosas a lo largo de mi vida y todo ha sido consecuencia de la motivación. Nunca me había detenido a revisar este tema hasta ahora que me encontrado con el ejercicio. Estoy convencido sobre aquello de que la motivación proviene de lo interno.
El miedo, el hambre, el ser competitivo, el desear cosas, admirar hermosuras y obtener logros son las bases para que nazca la motivación. Cuando perseguimos una meta, cuando logramos los objetivos, nos damos cuenta de que cuando más motivados estemos y trabajemos más, más satisfacciones llegarán o lecciones se aprenderán.
El amor es una fuerza que me motiva mucho. El amor propio, ese es el principal, el amor por mi creador, por mi familia, por lo que me gusta. Pero el dinero, ¡ay, el dinero es superrequeté, plus, ultra motivador! Es un motor en importante en mi vida.
Habiendo navegado en mi charco mental y resumiendo, puedo decir que es cierto, la motivación emerge en nuestro interior, pero mucho de lo externo hace manipulaciones para que esta se active. Un ejemplo externo son las normas de la sociedad.
En definitiva, lo interno y lo externo están en constante diálogo, moldeando la fuerza para seguir adelante.
Nota final:
En mi entorno, he observado que muchos se han desmotivado por los recientes acontecimientos en Venezuela. Algunos han perdido la esperanza y ahora, con lo que les queda de fuerza, buscan emigrar del país. Esta situación es dolorosa porque refleja una espera pasiva, confiando en que una fuerza externa o casi milagrosa cambiaría las cosas.
Yo, en cambio, sigo motivado. Entiendo que todo proceso requiere tiempo y que el cambio depende de nosotros mismos. Es una responsabilidad colectiva. La esperanza me impulsa a creer que el fin de la oscuridad llegará. Cada pequeña acción cuenta, cada paso hacia adelante suma.
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Contenido original, escrito para:
¿Quién soy?(15) Lo que me motiva por @damarysvibra.
Las imágenes fueron obtenidas y editadas usando CANVA.
Es mi responsabilidad compartir con ustedes que, como hispanohablante, he tenido que recurrir al traductor Deepl para poder llevar mi contenido original en español al idioma inglés. También, hago constar que he utilizado la herramienta de revisión gramatical Grammarly.
Caracas, 14 de enero del 2025
English
Being very young, a spermatozoon, I felt I had to be the fastest in my group. The indisputable reason was that my life was at risk. Here was the fear.
When I was pulled out of my tasty amniotic sac, things got tense again. The reason was that I came in hungry and cold. I immediately complained loudly and everyone discovered they had to keep me warm and feed me. That discovery was pivotal in my early life. I had to whine and whine a lot to get food. So far so good on the subject of motivation: something internal, like fear or hunger, that causes consequences in the environment.
But the issue was not so easy. I continued in my process of growth and learning. After a while, I realized that I had to follow the rules because if I didn't comply with the rules, Dad had a leather motivation that caused extreme pain. In those moments when the leash was sticking out, I would revert to my sperm days and transform myself into a speedy being so that Dad wouldn't catch up with me. But when I got careless, the old man would catch me. This helped me. Being fast in my escape, I won the title of the fastest in school and I participated in many races, winning several of them. Her fear was present again, I became cautious, not to be careless and I discovered the reward, the triumph.
I was always a great lover of the female gender, but it was at the age of 13 when I decided it was time to see them and compliment them without dissimulation. First I watched how the older guys did it and then took the plunge.
On Tuesday, on my way home from high school, walking down Miranda Avenue in the city of Maracay, Venezuela, I saw a monument of a woman, she was the one I chose for the first time. That was a motivation with a miniskirt. She passed by, on one side, leaving traces of her perfume on my nose. This motivated me to do my choreography by turning around to finish contemplating the work that God had given me.
In the turn, I forgot to slow down or stop. Being visually connected with the legs of the woman's show, I crashed into a Volkswagen panel van. It was white, that never slipped my mind, as did the huge bulge that was immediately born in my head and the big scolding from the gentleman who got out of the vehicle.
This motivated me to take action on the matter: not to turn around in motion to see a girl or anything else, to check my surroundings before the procedure so as not to cause or suffer an accident. That's where I learned about prudence. The motivation was sobering. This lesson served me well in my adult life. If I was walking with my girlfriend or wife, I should not turn around because I would get a big shock like the one in the panel van. I must be honest, more than once I forgot to check my surroundings and, of course, there were painful consequences.
Many other things have happened throughout my life and it has all been a consequence of motivation. I had never stopped to review this issue until now that I came across the exercise. I am convinced that motivation comes from within.
Fear, hunger, being competitive, desiring things, admiring beauty, and achievement are the basis for motivation to be born. When we pursue a goal, when we achieve our objectives, we realize that the more motivated we are and the harder we work, the more satisfaction will come or lessons will be learned.
Love is a force that motivates me a lot. Self-love, that's the main one, love for my creator, for my family, for what I like. But money, oh, money is super-required, plus, ultra-motivating! It is a major driving force in my life.
Having navigated in my mental puddle and summarizing, I can say that it is true, that motivation emerges within us, but much of the external makes manipulations for it to be activated. An external example is the norms of society.
In short, the internal and the external are in constant dialogue, shaping the strength to move forward.
Final note:
In my environment, I have observed that many have become demotivated by the recent events in Venezuela. Some have lost hope and now, with what strength they have left, are seeking to emigrate from the country. This situation is painful because it reflects a passive waiting, trusting that an external or almost miraculous force will change things.
I, on the other hand, remain motivated. I understand that every process takes time and that change depends on ourselves. It is a collective responsibility. Hope drives me to believe that the end of the darkness will come. Every small action counts, and every step forward adds up.
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The original content was written for:
Who am I?(15) What motivates me by @damarysvibra.
The images were obtained and edited using CANVA.
Caracas, January 14, 2025
It is my responsibility to share with you that, as a Spanish speaker, I have had to resort to the translator Deepl to translate my original Spanish content into English. I also state that I have used the grammar-checking tool Grammarly.
Hola @germanandradeg, una descripción muy visual de la experiencia motivadora.😊 Por otra parte, me uno al comentario de tu nota final: esa semilla está sembrada y crece fuerte y robusta.
Me encantó esto por su gran verdad: "... esa semilla está sembrada y crece fuerte y robusta".
Me voy contento, saltando y chocando los tacones de mis zapatos en el aire.
Una necesidad impulsa la motivación y esta es la que nos lleva a trazar metas y objetivos para lograrla. Sin fuerzas e hilos invisibles que nos llevan a avanzar.
Me encantó el relato inicial, pues aunque no era consciente si muy real.
Tu visita siempre es agradable y tu comentario mucho más, mil gracias por ello, mi estimada @mamaemigrante.
Leía el texto y me preguntaba el objetivo de todo, al llegar al final, diste en el clavo.
Es difícil todo, pero, la motivación nunca se puede perder, es como la fe y la esperanza, es lo último que se pierde. Mejor dicho, nunca se pierde.
¡Hola Zul (@zulfrontado)!
Qué bueno que al final del texto desapareciera la oscuridad que traía. Mil gracias por tu visita y comentario.
Hola.. Disculpa el abuso, Puedes apoyar con un voto a mi esposo @albertocoachbl en este concurso?? Te dejo el link del post 🙏
Gracias de antemano 🥰🥰
https://peakd.com/hive-140169/@lordbutterfly/help-us-decide-the-winner-of-vibes-week-27-community-poll
Listo, pero tiene una fuerte competencia con itzchemaya que siempre me ha gustado su forma de interpretar.
Saludos.