Alguna vez han sentido, que el estómago se les coloca patas para arriba, que en ciertos momentos las supuestas mariposas que viven allí, alborotaran su revolotear, que el intestino a veces intenta salir por vuestra boca, que si te enojas como diría mi mamá duele la tripa, que si no digieres duele el estómago, que si ignoras pareciera que el ácido clorhídrico intenta desintegrarnos de adentro hacia afuera, y si aún no hemos prestado atención a ese ser que convive con nosotros todos los días y que a veces puede ser tan exigente, el estómago siente y a veces duele por no poder hablar.
Llevo siete meses observando a una persona en silencio, a veces no soy muy buen observador porque lo que hago es mirar y solo miro lo que quiero o lo que me conviene, “sin detallar”, vean aquí mi defecto; díganme algo: — ¿alguna vez se toparon con alguien que no tiene expresión alguna, que no muestra sentimiento o empatía, que siempre anda como indiferente a las personas o al mundo?
Yo todos los días convivo con alguien así, una personita que no sé, si siente, si padece, si está feliz, porque todo el tiempo es una incógnita, saben, poco llegamos a entender la vida de las personas que nos rodean o que comparten su poca felicidad y sus momentos de alegría con nosotros, esta personita no sale en fotos, prefiere tomarlas, se niega a inmortalizar imágenes o recuerdos, porque no sonríe, pensé que ese dicho tan viejo esa manera tan disciplinada y dura había quedado en el olvido, pero, supongo que aún hay personas que hacen de tripas corazón.
Es un refrán muy poco conocido, aunque cierto, hay personas que nos rodean que no dejan que su corazón sienta, me imagino que en algún momento de sus vidas les hicieron trizas el órgano más importante de su cuerpo, se esfuerzan como no tienen idea, para contener la rabia, para esconder el miedo, para imponerse de forma fuerte y no dejar que nadie vea que se están desmoronando por dentro, encaran los problemas y aunque no estén listos se ponen firme ante las adversidades.
Para aquellos que me leen y también hacen cosas contra su voluntad, y aunque hagan de tripas corazón siguen pensando con el cerebro, les cuento que pocos son los que conozco con esta cualidad, no obstante, cuando algo nos incomoda nuestro cuerpo hace que todos lo noten, es normal encontrar a estas personitas caminando un montón de veces al baño, ya sea porque el estreñimiento los está volviendo locos o porque la diarrea no los deja estar tranquilos, y cuando la ansiedad está muy agresiva no dejan de caminar al baño, y sí, cuando a veces dejamos de querer o sentir, el estómago siente por nosotros aunque no se lo hallamos pedido.
Emociones tan básicas como el miedo nos pueden dejar paralizados físicamente, pero, al igual que la tristeza, los dos pueden paralizar el trabajo de los intestinos.
Esto no es solo para ese grupo de guerreros sino para todos, todas y cada una de nuestras emociones son importantes y están conectadas con nuestro cuerpo, con nuestros órganos, son conexiones así como el bluetooth, no se ven, pero están; un consejo si son muy enojones, reprimen emociones y el estrés los consume, tómense una pausa, cuando sientan acidez de la nada, tómense un descanso, el intestino y el estómago duelen cuando nos tragamos eso que debemos decir y no lo hacemos, y estas palabras sonarán fáciles, aunque para hacerlo puede ser complicado, pero tratemos de llenar pequeños momentos o espacios de nuestras vidas con alegría, porque la alegría hace que podamos absorber mejor cada uno de los nutrientes de nuestros alimentos.
Mientras hoy les comparto una #experiencia que me ha llevado a reflexionar, #comprendo, que nunca llegamos a conocer a las personas que nos rodean, y entiendo que cuando son personas inexpresivas, no es porque no tengan corazón, sino que hacen de tripas corazón, porque necesitan mostrarse fuertes ante los demás y ante las circunstancias.
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Y aunque nos los repetía con la intención de fortalecernos, hay detrás de ello un mensaje devastador: no se vale sentir, tienes que seguir adelante.
Bueno, aquí andamos, desaprendiendo y aprendiendo a expresar lo que sentimos para no ahogarnos. 😊Buenas noches @ilvecchio-jo. Con ese dicho: hacer de tripas corazones me hiciste recordar a mi abuela que lo repetía con mucha frecuencia y mira que tenía un repertorio amplio, pero ese entraba en la lista de preferidos.
Lo conocía, que refrancito ese; hace 7 meses me partió el corazón cuando esta personita que comparte conmigo que es parte de mi familia, se le murió un familiar, y estaba imponente, fuerte, regia como ella nadie, y en el cementerio cuando nadie la estaba viendo se desplomo, primera vez que la observo demostrar algún sentimiento, esto me ayudo a la observar, y aunque sonríe, se que hace de tripas corazón y ahora que tiene enfermedad gastrointestinal, entiendo por lo que pasa, es una persona muy colaboradora, pero, poco expresiva.
Y si mi querida @damarysvibra, a esta edad tan avanzada toca desaprender y aprender, el ser humano es una persona maravillosa.
Gracias.
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