Saludos. La amiga @rosahidalgo en su columna para la comunidad @holos-lotus nos deja la invitación a poner en práctica un pequeño plan para tomar conciencia sobre la importancia del agradecimiento. Les comento…
Hace poco el algoritmo de Spotify me sugirió una excelente lista de la mejor “Salsa” de finales de los sesenta y toda la década de los setenta. Desde entonces cada tarde la reproduzco mientras hago mi rutina de estiramientos. Esos ritmos caribeños siempre me han servido para elevar la energía.
Sin embargo, no deja de llamarme la atención que esas canciones, escritas hace más de cincuenta años, hablen de problemas similares a los que pudiéramos encontrar en cualquier conversación de hoy. Temas como la nostalgia por un pasado que fue mejor, la dificultad de ganarse el pan, la deslealtad de los amigos, la inseguridad de la calle, forman parte de las letras de muchas de aquellas canciones.
Esos mismos temas se los escucho mencionar a las personas que se reúnen en la esquina de mi sector cuando esperan la camioneta del transporte público.
La coincidencia temática no es casual. Tanto en aquel tiempo como ahora la gente ha vivido bajo muchas presiones, con sueldos insuficientes, malos gobernantes, y con un afán de consumismo que pareciera no tener fin.
La realidad de esas problemáticas es innegable, sería un poco iluso desconocerlas. Sin embargo, también debemos reconocer que la existencia es mucho más que un inventario de carencias y problemas.
Por algún motivo nos hemos acostumbrado a darle relevancia a lo que no tenemos. Si nos centramos en eso es fácil sacar conclusiones que nos lleven a decir que la vida es una especie de campo de batalla donde llevamos las de perder.
Pero esa visión es bastante sesgada, siendo justos también debemos reconocer que no solo estamos rodeados de cosas buenas, sino que también las tenemos dentro, están allí, sólo debemos hacer el esfuerzo por verlas, valorarlas y aprenderlas a sentir…
Y allí es donde cobra relevancia la invitación que nos deja Rosa. Su plan de cinco días es una excelente oportunidad para aprender a valorar las cosas buenas, para ejercitar la gratitud por tener salud, por la compañía de los que nos rodean, o por la capacidad financiera para resolver nuestra existencia.
Hubo un tiempo en que no le prestaba suficiente atención a la gratitud. Como consecuencia de ello vivía con la eterna sensación de estar siempre en déficit, no lograba colmar mi deseo de tener cosas. No podía darme cuenta que en realidad tenía mucho más de lo que necesitaba.
Por fortuna empecé a practicar el agradecimiento y desde entonces mi vida ha cambiado para bien. Es inmensa la paz que se obtiene cuando uno es capaz de agradecer por cada detalle de la vida.
Cada día al levantarme le agradezco a Dios por concederme otra oportunidad. Y aunque siempre me levanto adolorido, porque es inevitable que con el paso del tiempo algo te duela, inmediatamente me doy cuenta que tengo la fuerza suficiente para ponerme en marcha. Ese gesto de poder incorporarme lo agradezco profundamente porque es la señal de que por lo menos durante ese día exploraré alguna nueva faceta de la vida.
A veces me cae un poco de aflicción por no tener a mis hijos y mis nietas conmigo, me pega la nostalgia de la distancia, pero al mismo tiempo, casi simultáneamente, le agradezco a la vida por tenerlos en el sitio donde están, porque sé que allí ellos están teniendo nuevas experiencias y se les están abriendo otras oportunidades.
Y así, pudiera seguir mencionando innumerables situaciones. Agradezco profundamente cada conversación que tengo con mi esposa mientras tomamos una taza de café. Igual ocurre con cada línea que pueda escribir. Son muchos los detalles que cada uno de nosotros puede agradecer. Aprender a detenerse en ellos abre las puertas del bienestar.
Gracias por tu tiempo.
Greetings. The friend @rosahidalgo in her column for the @holos-lotus community leaves us the invitation to put into practice a small plan to become aware of the importance of thankfulness. Let me tell you...
Recently the Spotify algorithm suggested to me an excellent list of the best "Salsa" from the late sixties and the whole decade of the seventies. Since then every afternoon I play it while doing my stretching routine. Those Caribbean rhythms have always been a great energy booster for me.
However, it never ceases to amaze me that these songs, written more than fifty years ago, talk about similar problems to those we could find in any conversation today. Themes such as nostalgia for a past that was better, the difficulty of earning a living, the disloyalty of friends, the insecurity of the street, are part of the lyrics of many of those songs.
I hear those same themes mentioned by the people who gather on the corner of my sector when they wait for the public transportation van.
The thematic coincidence is not accidental. Both then and now, people have lived under many pressures, with insufficient salaries, bad rulers, and with a desire for consumerism that seems to have no end.
The reality of these problems is undeniable; it would be an illusion to ignore them. However, we must also recognize that existence is much more than an inventory of deficiencies and problems.
For some reason we have become accustomed to giving relevance to what we do not have. If we focus on that, it is easy to draw conclusions that lead us to say that life is a kind of battlefield where we have everything to lose.
But that vision is quite biased, being fair we must also recognize that we are not only surrounded by good things, but we also have them inside, they are there, we just have to make the effort to see them, value them and learn to feel them...
And that is where Rosa's invitation becomes relevant. Her five day plan is an excellent opportunity to learn to value the good things, to exercise gratitude for having health, for the company of those around us, or for the financial capacity to resolve our existence.
There was a time when I did not pay enough attention to gratitude. As a consequence, I lived with the eternal sensation of always being in deficit, unable to fulfill my desire to have things. I could not realize that I actually had much more than I needed.
Fortunately I started practicing gratitude and since then my life has changed for the better. The peace that comes when you are able to be grateful for every detail of life is immense.
Every day when I wake up I thank God for giving me another chance. And although I always get up in pain, because it is inevitable that with the passage of time something hurts, I immediately realize that I have enough strength to get going. I am deeply grateful for that gesture of being able to get up because it is the sign that at least during that day I will explore some new facet of life.
Sometimes I feel a little sadness for not having my children and granddaughters with me, I feel the nostalgia of distance, but at the same time, almost simultaneously, I thank life for having them where they are, because I know that there they are having new experiences and other opportunities are opening up for them.
And so, I could go on mentioning countless situations. I am deeply grateful for every conversation I have with my wife over a cup of coffee. The same goes for every line I can write. There are many details that each of us can be grateful for. Learning to dwell on them opens the doors to wellness.
Thank you for your time.
Translated with DeepL.com (free version).
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