No soy quien está mejor capacitado para hablar sobre el insomnio. Aún me pervive la fama de dormilón. Claro, no es que duerma en exceso, sino que consigo el sueño fácil. Mi esposa suele decir que soy capaz de dormir en cualquier lugar, hasta sobre una áspera piedra. No sé si es una virtud, o tal vez, la manifestación de una carencia nutricional. Aunque, lo descarto, pues, es así desde que tengo uso de memoria.
Por supuesto, que he sufrido de episodios de insomnio, incluso, severo. Imaginen no conciliar el sueño profundo por alrededor de ocho meses. Es devastador y puede llevarte a los límites de la locura. Los otros episodios leves, la mayoría, por lo general, han sido producto de preocupaciones y asuntos no resueltos que uno lleva a la cama, como, por ejemplo: en vísperas de exámenes académicos o de reuniones en donde uno es responsable o tiene una participación importante.
Bueno, quizá estoy algo desviado del tema que nos presenta nuestro amigo @emiliorios sobre la necesidad de descansar. Creo que no debe equipararse la falta de descanso con el insomnio, al ser este último, una condición crónica: un trastorno del sueño; pero de seguro sí que están relacionadas. Así que, sobre el insomnio, me mantendré al margen, puesto su tratamiento requiere ayuda más que especializada, aunque sí señalaré y reforzaré desde mis perspectivas y vivencias lo desarrollado por nuestro anfitrión.
Fuente: Imagen de Mohamed Hassan en Pixabay
Para empezar, el secreto a voces más importante es procurar la serenidad de espíritu o la tranquilidad. Mi abuela me criticaba por esto, decía que yo sí era demasiado tranquilo, que podría caerse un pedazo del cielo y yo me apartaría. En aquel entonces era un llamado de atención a la acción. Ya saben que a adoptar una actitud caribe. No sé, que tan bueno sea. ¿Cuántos males se habrían evitado por creerse más vivo que los demás? Como también pudiera haber sido un llamado a luchar contra la indolencia, no. De todas maneras, el punto que quiero resaltar, es el principio estoico de por qué preocuparse por aquello fuera de tu control. Acéptalo y prepárate para afrontarlo, mitigarlo, y, de ser posible, evitarlo. Esto no debe quitarte el sueño. En la fase de preparación, de seguro, será agotador y dormirás como un bebe.
La segunda recomendación, si se le puede llamar así, está vinculada con la actitud señalada. Procura la tranquilidad con base en el descanso regular y suficiente. Todos los sabemos en el fondo, entonces, ¿por qué no lo hacemos? Te lo diré. Estamos afanados en controlar todo, y en competir en una sociedad que maximiza el esfuerzo. Nada de malo tiene el esfuerzo, hasta que irrespeta los límites naturales como seres vivos y sensibles. Y en tal sentido, el esfuerzo valorado se convierte en la principal arma para el desgaste y deterioro. El cuerpo nos exige descanso. Démosles el tiempo para ello en el ciclo adecuado. ¿Qué significa esto? Sencillo, duerme las horas suficientes en la noche para que entre al proceso de regeneración celular. Bueno, esto es lo que se dice, y para mí tiene mucho sentido. No se excluye dormir en el día cuando se es necesario, pero es obvio que, por diseño, tenemos hábitos diurnos. ¡Qué la hemos extendido con la luz artificial! Sí, y te pregunto sobre el costo. De eso los especialistas podrían iluminarte mejor.
La tercera recomendación te sonará algo alocada, empero nada innovadora, pues los sabios lo han repetido hasta la saciedad: Apaga tu mente. Se dice fácil, no obstante, suele ser un calvario para la mayoría a la hora de presionar el interruptor y pagar todos los dispositivos que lo acompañan durante el día, tales como celulares, tabletas y computadoras. Ah, no olvidemos los radios y televisores y la omnipresente señal de wifi.
Además, es un hecho, la imposibilidad de apagar tu cerebro a voluntad. Me corrigen si me equivoco, por favor. Me refiero a dejar de un lado los pensamientos e imágenes que capturan nuestra atención, y dejar que transitemos del estado de vigilia al onírico o inconsciencia. ¿Quién sabe con exactitud cuando se duerme? Yo no. El problema radical, ya lo trato Emilio en su post motivacional a esta iniciativa, el cual subsumo en prepararse en cuerpo y alma para descansar. No se ha inventado nada. Comer saludable y balanceado, realizar suficiente actividad física y mental, acondicionar adecuadamente el lugar de descanso, que nos ofrezca protección y seguridad, y apagar todas aquellas bondades de la modernidad con suficiente tiempo de antelación. Es decir, aplicar un ritual para descansar o dormir.
Fuente: Imagen de Mohamed Hassan en Pixabay
Con todo y eso, para algunos, esto no es suficiente. Son estos, quienes requieren de ayudas especializadas, y no automedicación. Recuerde, un tratamiento mal indicado, más temprano que tarde, será más dañino que la enfermedad o trastorno según el caso del insomnio. Las curas rápidas, casi mágicas, no existen. Y es muy probable que raíz del trastorno sea de un acondicionamiento prolongado. ¿Qué sé yo? Si es tu caso, en lo posible, acude a un médico especialista, no le pidas un somnífero para resolver tu mal en forma temporal que pueda llevarte a la adicción. Busca la solución definitiva, y si no es posible, ten templanza y aprende a vivir con ella. No sé cómo ayudarte.
Creo que, para la mayoría de nosotros, estas tres recomendaciones, nos bastarán. Al menos, a mí me funcionan de maravilla casi siempre. Doy testimonio de ello. Aunque también puedes acudir a técnicas de relajación y meditación. ¡Ah, olvidaba comentarles!, que estoy convencido de que el prerrequisito fundamental para descansar lo suficiente, es mantener una actitud optimista ante la vida sin importar la adversidad. Tu felicidad está en ti, no en el exterior. Por lo tanto, esto aplica también para tu tranquilidad. Combate así: el estrés, la ansiedad y la temible depresión. Pero esto lo dejaremos para un potencial post.
Gracias por su amable lectura, esperando que haya sido de su agrado y utilidad.
Un breve ensayo original de @janaveda inspirado el el post de @emiliorios sobre ¡Descansar! Por una Sana Autoestima
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Don't forget to rest. Some cannot
I am not the best qualified to talk about insomnia. I still have a reputation as a sleepyhead. Of course, it's not that I sleep too much, but that I get to sleep easily. My wife often says I can sleep anywhere, even on a rough stone. I don't know if this is a virtue or, perhaps, the manifestation of a nutritional deficiency. Although, I rule it out since I have been like that for as long as I can remember.
Of course, I have suffered from episodes of insomnia, even severe. Imagine not falling into a deep sleep for about eight months. It is devastating and can drive you to the limits of insanity. The other mild episodes, for the most part, have usually been the result of unresolved concerns and issues that one brings to bed, such as on the eve of academic exams or meetings where one is responsible for or has an important role to play.
Well, maybe I'm a bit off the topic presented by our friend @emiliorios about the need to rest. I believe that lack of rest should not be equated with insomnia, as the latter is a chronic condition: a sleep disorder; but they are certainly related. So, about insomnia, I will stay away, since its treatment requires more than specialized help, although I will point out and reinforce from my perspectives and experiences what has been developed by our host.
Source: Image by Mohamed Hassan on Pixabay
To begin with, the most important open secret is to strive for serenity of spirit or tranquility. My grandmother used to criticize me for this, saying that I was too calm, that a piece of the sky could fall and I would move out of the way. Back then it was a call to action. You know, to adopt a Caribbean attitude. I don't know, how good it is. How many evils would have been avoided by thinking you were more alive than others? As it could also have been a call to fight against indolence, no. Anyway, the point I want to make is the stoic principle of why worry about what is beyond your control. Accept it and be prepared to deal with it, mitigate it, and, if possible, avoid it. This should not keep you awake at night. In the preparation phase, for sure, it will be exhausting and you will sleep like a baby.
The second recommendation, if it can be called that, is linked to the attitude mentioned above. Seek tranquility based on regular and sufficient rest. We all know this deep down, so why don't we do it? I will tell you. We are so eager to control everything and to compete in a society that maximizes effort. There is nothing wrong with effort until it disrespects our natural limits as living, sentient beings. And in this sense, valued effort becomes the main weapon for wear and tear and deterioration. The body demands rest. Let's give them the time for it in the right cycle. What does this mean? Simple, sleep enough hours at night to enter the cellular regeneration process. Well, this is what they say, and to me it makes a lot of sense. It does not exclude sleeping in the daytime when necessary, but it is obvious that, by design, we have daytime habits. What have we extended it with artificial light? Yes, and I ask you about the cost. About that the specialists could enlighten you better.
The third recommendation will sound a bit crazy, but nothing innovative, as the wise have repeated ad nauseam: Turn off your mind. It sounds easy to say, however, it is usually an ordeal for most people when it comes to pressing the switch and paying for all the devices that accompany them during the day, such as cell phones, tablets, and computers. Oh, let's not forget radios and televisions and the ubiquitous wifi signal.
Moreover, it is a fact, the impossibility of turning off your brain at will. Correct me if I am wrong, please. I mean to put aside the thoughts and images that capture our attention and let us transition from the waking state to the dream state or unconsciousness. Who knows exactly when you fall asleep? I don't. The radical problem, already addressed by Emilio in his motivational post to this initiative, which I subsume in preparing body and soul to rest. Nothing has been invented. Eat healthy and balanced, do enough physical and mental activity, adequately condition the place of rest, which offers protection and security, and turn off all the goodness of modernity with enough time in advance. That is to say, to apply a ritual to rest or sleep.
Source: Image by Mohamed Hassan on Pixabay
However, for some, this is not enough. These are the ones who require specialized aids, and not self-medication. Remember, a wrongly indicated treatment, sooner rather than later, will be more harmful than the disease or disorder, depending on the case of insomnia. Quick cures, almost magical, do not exist. And the root of the disorder is probably prolonged conditioning. What do I know? If this is your case, possible, go to a medical specialist, do not ask for a sleeping pill to solve your problem in a temporary way that can lead you to addiction. Look for the definitive solution, and if it is not possible, have temperance and learn to live with it. I don't know how to help you.
I think that, for most of us, these three recommendations will suffice. At least, they work wonders for me most of the time. I can testify to that. Although you can also use relaxation and meditation techniques, I forgot to tell you that I am convinced that the fundamental prerequisite for getting enough rest is to maintain an optimistic attitude toward life, regardless of adversity. Your happiness is in you, not on the outside. Therefore, this also applies to your peace of mind. Combat stress, anxiety, and the dreaded depression. But we'll leave this for a potential post.
Thank you for your kind reading, hoping it has been to your liking and usefulness.
A brief essay by @janaveda in Spanish and translated to English with www.deepl.com (free version), and inspired by the post: Rest! For a Healthy Self-Esteem
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Hola, @janaveda.
Aquí leyéndote después de la siesta, después pasaré a leer al estimado @emiliorios, para enterarme de sus apreciaciones en cuanto al sueño y el descanso.
Como Vos, creo que una conciencia tranquila es el principal requisito para conciliar el sueño, y aunque lo concilio con facilidad, ya no duermo como una piedra, como en la juventud, y es tal el condicionamiento que sin importar la longitud o la latitud y que hace años que no tengo que asistir a un trabajo con horario.
Despierto al amanecer o incluso antes, con lo cual al anochecer es como si se me agotara la batería y me desconectara, y termino no coincidiendo con los demás.
La siesta, cuando el sueño me visita temprano, parece ser una aliada de gran ayuda, pues no parece posible erradicar el hábito de madrugar de mi sistema vital.
Salud y éxitos.
Hola, @felixmarranz
Bueno, yo también tengo la manía, mejor dicho, el hábito de levantarme antes del amanecer. Lo que intento ahora es acostarme antes de las 11 P.M. Y lo de las siestas, como vos, la incorporaré en mi rutina.
Me alegra mucho haberte leído aquí, mi amigo.
Feliz noche y plácido descanso.
Sin siesta las 9 serían la hora ideal para acostarme, pero con siesta no creo que me acueste hasta las 12.
Algo de lectura o película antes de encontrarme con la almohada.
Que nuestro sueño sea reparador e inspirador.
Guao, no voy a agregar nada, pero debo destacar esto:
Apaga tu mente.
Sí es posible, lo certifico, y es con cansancio sano y alejándote de lo tecnológico, regresando a ti, a tu interior.
Muchas gracias mi querido amigo, @janaveda
Hola, @emiliorios
Al contrario, gracias a ti por poner en la palestra estos temas sobre el bienestar.
Feliz día, mi amigo.
¡Enhorabuena!
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Cordialmente
El equipo de CHESS BROTHERS
Muchas gracias por el apoyo.
Saludos.
@tipu curate 8
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