Qué lindas palabras, señora. Me hicieron llorar y recordar; lamento su pérdida. Debo decir que es difícil verlos partir; muchas veces me tocó sentir esa sensación de dolor. Lo único que queda es recordarlos con cariño y pensar en los momentos de alegría, pero también llorar cuando se necesite. Es la única forma de sanar esa tristeza. Eso sí, esos angelitos nunca se olvidan.
Muchísimas gracias, sé que hay muchos por aquí que disfrutan la compañía de su mascota. Me quedó con los buenos momentos. Un abrazo.