Bonita y emotiva crónica de esa práctica tan querida. Cuando fui monaguillo, una de las cosas que más me gustaba de diciembre era, primero ver (cuando era muy pequeño) y luego participar (cuando era más crecico) en la elaboración del nacimiento en la Catedral de Cumaná. Luego, en casa era yo, junto con la hermana que me antecede, quien se encargaba de montar el nacimiento de la familia. Ya no lo hago, pues no conservo aquellas figuras, pero algo simbólico hago en mi casa actual. Gracias por esta remembranza y comparto tus peticiones al Niño Jesús. Un abrazo, @irvinc.
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En mi infancia disfruté mucho esos momentos. En mi casa los estuve haciendo hasta hace pocos años, ahorita ponemos una colección de nacimientos representativos de las diferentes regiones del país. Muchas gracias por pasar y comentar, estimado @josemalavem. Que estés bien. Un fuerte abrazo desde Maracay.