Gracias por ser sincero @germanandradeg . Tienes anécdotas hasta para escribir un libro.
Me pareció interesante tu reflexión. A veces queremos ayudar y lamentablemente terminamos "metiendo la pata" como dicen en criollo. Y, sí, pienso que todo tiene un límite. Debemos de ser más selectivos en las ayudas.
Una vez me topé con una chica que deambulaba por los semáforos pidiendo limosna. Le dí. ¡Oh! sorpresas de la vida. Tuve que ir al servicio médico y allí la ví cambiando el sencillo a la cajera de la clínica. En ese instante me enteré que la fulana pobrecita vivía de la caridad ajena. O sea, no trabajaba. Eso sucedió hace años...
¿Qué tal?