Esa Vida Nuestra/ Mother there is only one//Initiative No. 11. Frustration with the mandolin. ///Frustration with the mandolin.

in Holos&Lotus2 years ago (edited)


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Esa Vida Nuestra/ Madre solo hay una//Iniciativa No. 11. Frustración con la mandolina.

Saludos a mis queridas amistades de esta siempre activa comunidad, y me reintegro porque quise refrescarme un poco, pero sin intenciones de alejarme de una de mis predilectas y más queridas comunidades, por lo que doy gracias a Dios.

La iniciativa propuesta me hizo carcajear porque la persona a quien le he captado y experimentado más anécdotas por sus ocurrencias desde mi misma infancia es mi madre Cecilia.

¡Cuántos chascos y momentos embarazosos me hizo pasar, pero a medida que yo iba madurando,
también me integré como una especie de auditorio de tantas travesuras en que incurría mi madre Cecilia!

Voy a traerles uno de los innumerables episodios los cuales recuerdo con mucha picardía, hasta el punto que me sigo riendo de esas anécdotas que nunca he dejado de contar. Incluso, después que ella murió, me he encontrado con algunos amigos que aún echan esos cuentos de ella. Cecilia murió en 2002.

Una de esas achispadas anécdotas sucedió en 1982 cuando yo laboraba como instructor de música en una escuela llamada Casa de Niños La Paraulata de San Juan de los Morros, y una profesora de danza de nombre Rosa Taveras me prestó una mandolina porque ella decía que como yo tocaba el cuatro, de seguro aprendería ese instrumento con cierta facilidad. Les advierto a ustedes que por este caso, hasta ese día dejé de tocar mandolina

El asunto es que me la pasaba noche y día dándoles a esas cuerdas que producen tanto escándalo, sobre todo los 2 pares de abajo agudos, y lo peor era que cuando me iba de fiesta y serenata con los amigos, llegaba a casa haciendo sonar esa mandolina casi siempre a las 4 de la madrugada, justo cuando yo llegaba al porche. Recuerdo que una de las canciones que tocaba era "Sierra Nevada" del maestro Hugo Blanco.

Vivíamos en esa casa nada más que mi madre con otra hermana llamada mayor que yo cuyo nombre era Giomar, y yo me mantenía soltero.

Pero tanto va el cántaro al agua, hasta que se revienta -dice un refrán- y en una oportunidad iba yo mismo a pasar por una incómoda situación porque mamá Cecilia le propuso en secreto a Giomar:

-Ya sé cómo le vamos a dar un gran escarmiento a ese muchacho que nos viene a molestar el sueño todos los fines de semana, y no nos deja dormir tranquilas. Así que, préstame atención.

Vi cuando Giomar asintió con un movimiento de aprobación, pero yo no sabía qué hablaban ni a qué acuerdos llegaron, y ambas se confabularon para darme una lección que jamás he olvidado.

Aconteció que un domingo a las 4,30 am llegué con mi acostumbrada bulla mientras tocaba la mandolina que rompió el asombroso silencio que reinaba en la casa a esa hora.

Y cuando estaba en plena ejecución de "Sierra Nevada" sentí cómo mamá Cecilia vaciaba completo un enorme balde de agua congelada sobre mí.

Después de vivir esos friolentos instantes, me acosté callado, y el lunes fui a entregarle la mandolina a Rosa Taveras quien un tanto extrañada me preguntó:

-¿Y qué? ¿Aprendiste tan rápido a tocar la mandolina?

Solo me sonreí, y le dije que me rendía porque ese instrumento era muy difícil de ejecutar.

Greetings to my dear friends of this always active community, and I return because I wanted to refresh myself a little, but with no intention of moving away from one of my favorite and most beloved communities, for which I thank God.

The proposed initiative made me laugh because the person to whom I have captured and experienced more anecdotes for his witticisms since my childhood is my mother Cecilia.

How many disappointments and embarrassing moments she made me go through, but as I matured I also integrated myself as a kind of auditorium of so many antics my mother Cecilia incurred in!

I am going to bring you one of the countless episodes which I remember with great mischief, to the point that I still laugh at those anecdotes that I have never stopped telling. Even after she died, I have met some friends who still tell those stories about her. Cecilia died in 2002.

One of those anecdotes happened in 1982 when I was working as a music instructor in a school called Casa de Niños La Paraulata in San Juan de los Morros, and a dance teacher named Rosa Taveras lent me a mandolin because she said that since I played the cuatro, I would surely learn that instrument with certain ease. I warn you that because of this case, I stopped playing mandolin until that day.

The thing is that I spent night and day hitting those strings that produce so much scandal, especially the 2 high treble stops, and the worst thing was that when I went to parties and serenades with friends, I would arrive home playing that mandolin almost always at 4 in the morning, just when I got to the porch. I remember that one of the songs he played was "Sierra Nevada" by maestro Hugo Blanco.

We lived in that house only my mother and another sister named Giomar, who was older than me, and I was single.

But the pitcher goes to the water until it bursts -as the saying goes- and on one occasion I myself was going to go through an uncomfortable situation because my mother Cecilia secretly proposed to Giomar:

-I know how we are going to give a big scolding to that boy who comes to disturb our sleep every weekend, and doesn't let us sleep peacefully. So, pay attention to me.

I saw when Giomar nodded with a nod of approval, but I didn't know what they were talking about or what agreements they reached, and they both conspired to teach me a lesson that I have never forgotten.

It so happened that one Sunday at 4:30 a.m. I arrived with my usual racket while playing the mandolin that broke the astonishing silence that reigned in the house at that hour.

And when I was in the middle of playing "Sierra Nevada" I felt how Mama Cecilia emptied a huge bucket of frozen water all over me.

After living those cold moments, I went to bed quietly, and on Monday I went to give the mandolin to Rosa Taveras who asked me a bit surprised:

-So what, you learned to play the mandolin so fast?

I just smiled, and told him I gave up because that instrument was very difficult to play.

Initiative of @charjaim

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Me imagino la situación y me río nada más de pensar en el frío a esa hora y la reacción que habrás tenido. Sí, la mandolina tiene unos sonidos agudos o diríamos «chillones».

Saludos gracias por contarnos.