Aunque, pensándolo bien, disfrutar, disfrutar, lo que se dice disfrutar, lo deberíamos hacer durante todo el año, nos lo merecemos.
Quiero conversar con ustedes acerca de la fortaleza de expresar nuestros sentimientos, ese hecho tan simple de decir: te amo, te aprecio, agradezco por ti, y cualquier palabra que exprese el afecto que sentimos hacia los seres que conforman nuestros afectos.
Nuestro bienestar emocional, se ve gratamente beneficiado, cuando logramos expresar nuestras emociones y nuestros sentimientos. Muchos de los aspectos de nuestra personalidad se fortalecen, por ejemplo: nuestra autoestima, nuestra seguridad, nuestra confianza, etc.
Un temor que se puede eliminar:
Para muchos, es un reto expresar sus sentimientos positivos hacia sus seres queridos y no es que no los sientan. Lo que sucede es que durante su crianza, no aprendieron a verbalizarlo, pues, nunca lo escucharon pronunciar de parte de sus adultos más cercanos.
Algunos, han experimentado experiencias desagradables, al expresar sus sentimientos. El rechazo, la vergüenza, burlas, censura, etc. Son acciones que pueden afectar gravemente nuestra capacidad para expresar lo que sentimos. El miedo a ser vulnerables, y quedar a expensas de ser rechazados o no correspondidos, también es una causa que conduce a la falta de expresividad, sobre todo en la familia y las relaciones más cercanas.
La buena noticia es que podemos trabajar en ello y mejorar ese aspecto en nuestras vidas.
Ir paso a paso, reconociendo los sentimientos, las emociones, validando y dándonos el permiso de expresarlos, puede ser muy beneficioso. Muchas veces he escuchado decir que, no son necesarias las palabras para expresar amor. Sin embargo, aunque no lo parezca, decir, te amo, te quiero, valoro tu amistad, valoro tu amor, tiene mucho valor. Escuchar decir que te aman, aumenta tu autoestima, tu valoración personal, seguridad, y mucho más, entonces, expresarlo a tus seres queridos, también les proporcionará grandes beneficios.
Enseñando a decir: Te amo.
Mi esposo, se va todas las tardes a entrenar niños en una escuela de béisbol menor. Cada vez que se despide, mis hijos me escuchan decirle: "Adiós, que te vaya bien. Te amo" y ellos también se despiden con palabras parecidas: "Te amo papá, toma mucha agua, nos vemos luego". Es un hábito entre nosotros decirnos cuánto nos queremos.
Hace poco los niños de la escuela de béisbol recibieron la visita de unos psicólogos deportivos, que les dieron tips y consejos para mejorar en el deporte y creer en sus potencialidades. Uno de los temas que trataron fue el de la autoestima y el de expresar sus sentimientos, sobre todo el cariño hacia sus familiares. Y les recomendaron, como ejercicio, que, apenas llegaran a casa, les dijeran a sus padres, su abuela, su tía o tío, en fin, su representante, que los amaban.
Cuando comenzaron a llegar los padres para retirarlos y llevarlos a casa, uno de los niños quiso poner en práctica de una vez lo que les habían indicado y le dijo a su mamá en voz alta: "Mamá, ¡Te amo!". Al escucharlo, su mamá se cruzó de brazos y lo miró de forma interrogativa y le dijo: "¿Qué quieres, Carlos?"
Mi esposo se sorprendió y le llamó mucho la atención, lo desacostumbrada que estaba esa mamá, con las expresiones de afecto de su hijo. Los demás padres se rieron y comentaron, que ellos también habrían preguntado lo mismo, pues es muy raro, que un hijo te diga que te ama sin esperar algo a cambio. Mi esposo pensó que en su caso habría sido totalmente diferente. Él respondería: "Yo también te amo hijo", como está acostumbrado, pero le sorprendió observar que no todos los padres tienen ese hábito de expresar sentimientos hacia sus hijos y viceversa.
Entonces el primer paso está en nuestras manos:
Abraza a tus hijos y diles cuánto los amas.
Felicítalos en cada logro.
Utiliza palabras para expresar tus sentimientos hacia ellos.
Valida y respeta sus sentimientos.
Pasa tiempo de calidad con ellos, jugando, conversando, paseando, cantando, lo que se te ocurra.
Escúchalos cuando te hablan.
Que no den por sentado que los amas. Está bien que te escuchen decirlo. De esta forma se fortalecerá su autoestima, seguridad y se forjarán grandes valores en ellos. Y lo que es mejor, este legado pasará de generación en generación.
Es muy cierto lo que dices. Que te digan te amo, puede hacer que mejore tu día y el autoestima y más cuando se es pequeño. Es un hermoso hábito lo que están fomentando en sus niños. Saludos.
Y si enseñamos a nuestros niños desde pequeños, estoy segura de que en el futuro se notará. Muchas gracias por tu comentario, lo valoro.
Te amo es un palabra tan hermosa que quien la da y quién la recibe le cambia la vida porque eso es lo que somos en esencia. Dios bendiga a tu familia
Gracias por tan hermoso post!
Amén, gracias. Bendiciones igualmente para ti. Sí, te amo, te aprecio, te valoro y muchas palabras de amor y de aliento son realmente hermosas y todos nos merecemos recibirlas. Gracias por venir. Agradezco tu comentario.
Ustedes se están formando entre todos como un grupo fuerte que cree en el amor y aprendió a expresarlo. Lo bonito es que ellos también se lo dicen a otros miembros de la familia. Los amo a todos.
Esa es la idea, y tenemos grandes referencias en nuestra crianza. Abrazos Má.