La ilusión del Niño Jesús

in Holos&Lotus15 hours ago

Buen día. Felices fiestas, o mejor dicho, felices preparativos para las fiestas.

En estas épocas es muy común que nuestros pensamientos transcurran en planificar lo que haremos para celebrar la Navidad. Y una de las actividades más comunes y que casi todos compartimos, es la de los regalos que trae el Niño Jesús. En otros países, Santa Claus, pero acá en Venezuela es tradición que sea el Niño Jesús.

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Crecer creyendo en la ilusión del Niño Dios:

Muchos crecimos recibiendo cada Navidad, los obsequios del Niño Jesús. Creímos en la magia de que aparecieran regalos debajo de árbol o en nuestras camas, así sin más. Y nuestros padres y adultos cercanos, se encargaron de contarnos historias increíbles que nos dibujaban a un niño bueno, que regalaba presentes a todos los niños del mundo que se habían portado bien durante todo el año.

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Era curioso imaginarnos a un pequeño bebé, repartiendo regalos. Siempre surgían las preguntas: ¿Y él vuela, mamá? ¿Es mago? ¿Tú lo has visto? ¿Cómo hace para cargar tantos juguetes si es un bebé? ¿Cómo es que los coloca tan rápido? Los adultos nos barajaban con diferentes respuestas, y cada una provocaba un din fin de nuevas preguntas.

Pero aun así, todo creíamos. Es la sensación de seguridad más grande que comenzamos a tener de niños. Crecemos con la certeza de que vendrá y nos traerá regalos. No importaba el cómo, solo lo sabíamos. Era el inicio de la fe.

Luego un día por diferentes motivos nos enteramos de la gran verdad. A algunos, se los contó, un compañero de la escuela, un vecino, un primo, o alguien más. Otros lo descubrieron ellos mismos, investigando o por pura casualidad.

Unos tuvimos la suerte de que una vez descubierto el secreto, nuestros padres nos explicaran el porqué, de toda aquella "mentira", un engaño que perdonamos, gracias a los años tan bonitos llenos de ilusión. Yo me sentí muy agradecida, y me pareció el gesto más bonito del mundo mundial.

El legado:

Los que vivimos la experiencia desde el lado positivo, nos quedamos con el gusto y las ganas de compartirlo. Yo, por ejemplo, me emociono mucho al ver a mis hijos recibiendo sus regalos. Y la parte de salir de compras y elegir ese presente que sé, que los emocionará, me fascina.

Cuando mi sobrino mayor se enteró de la gran verdad, fue un momento tan emotivo, que se me quedó grabado en la mente y el corazón. Él agradeció mucho a sus padres por cada regalo que recibió desde pequeño y evocaba con nostalgia cada vez que recibió un obsequio de parte del Niño Jesús.

Este año nos tocó a mi esposo y a mí, contarle la verdad a nuestra hija mayor. Nos pusimos nerviosos, pues no sabíamos cómo reaccionaría. La experiencia fue muy bonita. Ver su rostro sorprendido. Escuchar y responder sus preguntas. Verla emocionarse, porque ahora ella es parte del equipo conspirador. Todas esas emociones que yo quería vivir como mamá, me encantaron. Seguimos con la magia porque todavía están pequeños, Álvaro y Viviana. Cuando llegue el momento de volver a revelar la verdad, creo que me emocionaré de igual forma.

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Mis hijas Eileen y Viviana, hace algunos años.

Seguiremos con la tradición de darle regalos a mi hija mayor, solo que esta vez ella sabe quién los compró.

¿Quién trae los regalos?

Mi respuesta es contundente. Es el Niño Jesús quien trae los regalos.

Él es la energía que mueve a los padres a ubicar un obsequio, es quien provee el dinero, los materiales y todo el proceso, para la compra y creación de esos presentes. Es quien inyecta en nosotros esa alegría y esas ganas de ver felices a nuestros hijos. Hay una frase que reza: "Con Dios todo, sin él nada". Pues ahí está la respuesta. Sin Dios, los padres no se mueven a realizar la sorpresa.

El lado contrario de la historia:

Todo tiene un lado contrario, y en el caso de la tradición del Niño Jesús, también la hay. Y todo se resume de nuevo a la crianza. A los traumas y decepciones que con la Navidad, la persona haya tenido de niño. Si en tu casa no le dieron valor a estas tradiciones, es normal que de adulto no te parezcan importantes, y más bien te produzcan desagrado, por los recuerdos que involucra.

Hay quienes, de niños, sí recibían regalos, pero se decepcionaban porque, no era lo que pedían en sus cartas. Tal vez no les enseñaron a ser agradecidos y crecieron con esa sensación de que el Niño Jesús no te trae lo que quieres. Y cuando se enteran de que eran sus padres, ocurren dos cosas: O entienden el esfuerzo por darles un obsequio, o terminan de enojarse porque sus padres no los complacían.

Esto sería un tema con mucho para conversar, pues involucra, actitudes, valores y experiencias de crianza.

También están los que, por cultura religiosa, prefieren seguir otras tradiciones. Algunos desean advertirles desde temprano a sus hijos, que son ellos quienes "gastan" el dinero y no algún personaje. Pero ahí es donde regreso con mi convicción, de que, con Dios todo, sin él nada.

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Y tú, amigo Holos ¿Cómo vives la ilusión del Niño Jesús?

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 9 hours ago (edited) 

Me encantó el enfoque que le diste a la publicación. Siempre me causó angustia cuando llegaba ese momento de decirle a los muchachos que ahora los regalos del Niño se los daríamos su madre y yo, me parecía que se iban a decepcionar. Sin embargo, ellos se lo tomaron bastante bien. Gracias por compartir estimada @lilianajimenez. Un fuerte abrazo desde Maracay.