Ante la pregunta ¿qué es el clítoris?, ¿te vienes a responder?
El clítoris, como parte de esta carne, ha sido, al igual que la mujer, sometido a exclusión. En De Beauvoir (2007, citado por Schaufler, 2014) podemos encontrar que “en una religión donde la carne es maldita, la mujer aparece como la más temible tentación del demonio”. Aun cuando Freud define la categoría de Eros como una fuerza encargada de crear relaciones libidinosas entre los individuos y asume a la cultura la función de reprimir y/o desplazar la satisfacción sexual; las mujeres en esta tesis que supera la visión de lo sexual ligado al determinismo natural o biológico, quedan como celosas y envidiosas de la sexualidad masculina, puesto que Freud le otorga la incapacidad, a diferencia de los hombres, de poder subliminar las pulsiones sexuales y construir la cultura (Schaufler, 2014).
El género, y la desvalorización de la mujer; ha ocasionado que se generen suposiciones falsas sobre la anatomía femenina. De esta manera, le fue concedido a la vagina el centro del placer y del orgasmo femenino; ello no es casual, si bien, la manera de llegar al orgasmo masculino es a través de la fricción con la vagina y las posiciones sexuales tradicionales les conceden privilegios a los hombres. De esta manera toda mujer que no fuera capaz de satisfacerse con el coitocentrismo era considerada “frígida”.
El clítoris quedaba limitado y silenciado, muestra de ello es cómo asumía Freud la posición del analista hacia la mujer: “ayudarla a resignarse a los límites de su sexualidad”, lo anterior evidencian palabras de mr. Riff encontradas en Thinking About Women citado por (Koedt, s.f). Muchos han sido los intentos de concebir una anatomía femenina, en la cual el clítoris no juegue un papel de placer y satisfacción, empleándose incluso mutilaciones, aún existentes en algunas culturas.
En la actualidad sigue estando normalizada la concepción de “el clítoris para juegos previos”, a pesar de existir un mayor reconocimiento del clítoris como órgano fundamental del placer femenino. Dejarlo para la previa, en cierto sentido es dejarlo como una “opción”; en cambio, la penetración si se encuentra establecida en el imaginario social dentro del “desarrollo” de las relaciones sexuales. El no saber la respuesta a la pregunta que inicia el presente escrito, o el no creer que la mujer tiene el poder de visibilizar su clítoris y posicionarlo como parte fundamental de sus relaciones sexuales; arrastra consigo toda una historia (y ello no significa que queda en el pasado), de silencios, culpas, frustraciones, represiones y displacer para las mujeres.
Lo visto anteriormente hace que no sea sorprendente que no se conozca la anatomía del clítoris en nuestra herencia cultural, por ello, es pertinente abordar sobre la misma. El clítoris es un órgano sexual, a diferencia de la vagina, su única función es la de dar placer. Es un eje de tejido nervioso que en erección puede llegar a medir varios centímetros. Su estimulación hace que se hinche llenándose de sangre debido a su gran sensibilidad. Tiene forma de “Y” invertida, y posee un tronco y dos piernas o raíces que recorren la vulva o vagina por ambos lados.
La cabeza del clítoris tiene el mismo tipo de estructura y función que la cabeza del pene. Por ello, también está compuesto de tejido eréctil. Los corpúsculos genitales, tal y como se nombra a las terminaciones nerviosas del clítoris, están preparados para la estimulación sensorial y es lo que posibilita la llegada del orgasmo femenino. Ninguna zona relacionada con la función reproductiva posee estos corpúsculos.
Por lo anterior, el orgasmo vaginal es un mito, este no existe, lo más cercano a ello es la estimulación indirecta del clítoris desde el interior de la vagina; puesto que el mismo se puede estimular de forma directa e indirecta y la efectividad y modos de la estimulación va a variar en dependencia de cada mujer.
Resulta sumamente negativo, la no toma de conciencia, por parte de la mujer, de la importancia de su salud sexual, satisfacción y calidad de vida; lo cual trae consigo que muy bajo porcentaje de mujeres consulte al médico y al especialita en salud mental. Las disfunciones y malestares sexuales puede atribuirse como se menciona en Vizcaíno y Montero (2017) a la falta de “información sexual; la presencia de tabúes y mitos que les impiden tener una comprensión clara de los trastornos de la sexualidad; y la existencia de falta de franqueza para hablar sobre temas sexuales, derivada de una insuficiente educación sexual (p.190)”.
Referencias Bibliográficas
Koedt, A. (s.f.). El mito del orgasmo vaginal.
Schaufler, M. L. (2014). Itinerarios teóricos para abordar el erotismo, los géneros y sexualidades.
Vizcaíno, M., & Montero, Y. (2017). Disfunciones sexuales femeninas y factores psicosociales asociados en un grupo de mujeres supuestamente sanas. Revista Sexología y Sociedad, 182-194.
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When asked, what is the clitoris?, will you come to answer?
The clitoris, as part of this flesh, has been, like the woman, subjected to exclusion. In De Beauvoir (2007, cited by Schaufler, 2014) we can find that "in a religion where the flesh is cursed, woman appears as the most fearsome temptation of the devil". Even when Freud defines the category of Eros as a force in charge of creating libidinous relationships between individuals and assumes to culture the function of repressing and/or displacing sexual satisfaction; women in this thesis that overcomes the vision of sexuality linked to natural or biological determinism, are left as jealous and envious of male sexuality, since Freud grants them the inability, unlike men, to be able to sublimate sexual drives and build culture (Schaufler, 2014).
Gender, and the devaluation of women, has led to false assumptions about the female anatomy. In this way, the vagina was granted the center of pleasure and female orgasm; this is not accidental, although the way to reach male orgasm is through friction with the vagina and traditional sexual positions give privileges to men. Thus, any woman who was not able to satisfy herself with coitocentrism was considered "frigid".
The clitoris was limited and silenced, an example of this is how Freud assumed the position of the analyst towards the woman: "to help her to resign herself to the limits of her sexuality", as evidenced by the words of Mr. Riff found in Thinking About Women quoted by (Koedt, n.d.). There have been many attempts to conceive a female anatomy in which the clitoris does not play a role of pleasure and satisfaction, even mutilations, still existing in some cultures, have been used.
At present, the conception of "the clitoris for foreplay" continues to be normalized, despite the fact that the clitoris is more widely recognized as a fundamental organ of female pleasure. To leave it for foreplay, in a certain sense, is to leave it as an "option"; on the other hand, penetration is established in the social imaginary within the "development" of sexual relations. Not knowing the answer to the question that begins this paper, or not believing that women have the power to make their clitoris visible and position it as a fundamental part of their sexual relations, drags with it a whole history (and this does not mean that it remains in the past), of silences, guilt, frustrations, repressions and displeasure for women.
What we have seen above makes it not surprising that the anatomy of the clitoris is not known in our cultural heritage, therefore, it is pertinent to talk about it. The clitoris is a sexual organ, unlike the vagina, its only function is to give pleasure. It is an axis of nervous tissue that in erection can measure several centimeters. Its stimulation causes it to swell and fill with blood due to its great sensitivity. It is shaped like an inverted "Y", and has a trunk and two legs or roots that run along the vulva or vagina on both sides.
The head of the clitoris has the same type of structure and function as the head of the penis. Therefore, it is also composed of erectile tissue. The genital corpuscles, as the nerve endings of the clitoris are called, are prepared for sensory stimulation and are what make the female orgasm possible. No area related to reproductive function possesses these corpuscles.
Therefore, the vaginal orgasm is a myth, it does not exist, the closest thing to it is the indirect stimulation of the clitoris from inside the vagina, since it can be stimulated directly and indirectly and the effectiveness and modes of stimulation will vary depending on each woman.
It is extremely negative, the lack of awareness on the part of women of the importance of their sexual health, satisfaction and quality of life, which results in a very low percentage of women consulting a doctor and mental health specialist. Sexual dysfunctions and discomfort can be attributed as mentioned in Vizcaino and Montero (2017) to the lack of "sexual information; the presence of taboos and myths that prevent them from having a clear understanding of sexuality disorders; and the existence of lack of frankness to talk about sexual issues, derived from insufficient sexual education (p.190)".
Bibliographical References
Koedt, A. (n.d.). The myth of the vaginal orgasm.
Schaufler, M. L. (2014). Theoretical itineraries to address eroticism, genders and sexualities.
Vizcaíno, M., & Montero, Y. (2017). Female sexual dysfunctions and associated psychosocial factors in a group of supposedly healthy women. Revista Sexología y Sociedad, 182-194.
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Excelente artículo sobre un tema necesario aún en estos días donde la sexualidad ya es un tema con un poco más de libertad para ser mencionada.
Muchas gracias por su lectura!! ❤️
Hoy con tantas vueltas que ha dado el mundo ya el desarrollo tecnológico todavía en ciertos sectores es un tema tabú y la mujer es vista como dadora de placer y no es considerado su papel como receptora de placer sexual.
Así es! Aún queda mucho por lograr. Gracias por su lectura.
Tremendo artículo, estimula el educarse en este aspecto, el cual es más importarte de lo que se cree.