Madrid, Anxiety, and My Friend.
My friend in Madrid tells me what she’s doing to keep her bouts of anxiety at bay. I found her approach valid and want to share it with you in this wonderful community, as we all know these are tough times when, at any moment, someone might need a set of tools to combat this scourge that, whether we agree or not, can take hold of us under certain circumstances.
On the eighth floor where my friend lives, she’s been advised to sit or lie down in a comfortable spot, place one hand on her chest and the other on her abdomen, inhale slowly through her nose, and ensure that her abdomen rises, never her chest. She tells me she must exhale slowly through her mouth, repeating this for 5 to 10 minutes.
As she shares this with me, I can sense over the phone that her breathing has improved over time.
Something that really catches my attention is an exercise she’s been instructed to do, which she’s tried to explain to me several times until I finally understood. She says, “Argenis, I have to identify 5 things I can see, 4 things I can touch, 3 things I can hear, 2 things I can smell, and 1 thing I can taste.” I tell her, “Wow, that sounds like a crossword puzzle.” She replies, “Yes, it does, but it’s simple math. This exercise helps me focus on the present, on what I’m experiencing, and it reduces my anxiety. It works really well for me,” she says.
“But you have to leave your eighth-floor apartment, go to a park, walk, run, swim, maybe even do yoga. That helps release endorphins, which reduce stress and anxiety,” I tell her.
“Of course, but if I’m being honest, I’m scared to go out. The noise bothers me, the contact with people, the crowds,” she says.
“You could keep a journal. You’ve always had a knack for writing poetry. Oh, friend, I wanted to be a poet, a singer, a painter, and here I am, barely managing to wait tables at a restaurant,” she replies.
“We have to keep moving forward with what life brings us, my friend. The important thing is not to stop. Remember, life is like a vast forest,” I tell her. And she responds, more animated, “If only you knew… They’ve prescribed positive visualization to me.”
“What’s positive visualization?” I ask. “I imagine it’s closing your eyes and thinking of something pleasant.”
“Exactly,” she says. “I have to close my eyes and imagine a safe, peaceful place, like a beach or a forest. The specialist says I should visualize every detail, for example, of that forest, and focus on the feeling of calm it generates.”
“And are you managing to do it? Back in Cuba, you lived in the countryside, so it shouldn’t be hard for you.”
“Of course, it’s not hard for me. It’s one of the mental health techniques I like the most.”
“When are you going back to Cuba?” I ask. And she responds with a deep silence, full of meaning.
“When are you going back?” I ask again.
“Oh, friend, I think this anxiety that’s taken hold of me is because of how far I am from my homeland. I didn’t think it would be this hard.”
“Come on, come on, positive mindset. The world is out there, waiting to be conquered bit by bit. You can do it, and you’ll see how the anxiety will gradually fade, making room for calm. Organize your day with a fixed schedule for sleeping and working. Structure your routine so you have control over every step, and you’ll see that you can make it happen.”
✍️ 𝐓𝐞𝐱𝐭 𝐨𝐟 𝐌𝐲 𝐎𝐰𝐧, 𝐎𝐫𝐢𝐠𝐢𝐧𝐚𝐥 𝐚𝐧𝐝 𝐄𝐱𝐜𝐥𝐮𝐬𝐢𝐯𝐞 𝐟𝐨𝐫 𝐇𝐨𝐥𝐨𝐬-𝐋𝐨𝐭𝐮𝐬.
📸 𝐈𝐦𝐚𝐠𝐞𝐬 𝐜𝐫𝐞𝐚𝐭𝐞𝐝 𝐢𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐟𝐫𝐞𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨𝐧 𝐨𝐟 𝐆𝐞𝐦𝐢𝐧𝐢.
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Madrid, la ansiedad y mi amiga
Mi amiga en Madrid me cuenta lo que está haciendo para alejar los cuadros de ansiedad. A mí me ha parecido válido y quiero compartirlo contigo en esta fabulosa comunidad, pues ya se sabe que estos son tiempos difíciles donde, en cualquier momento, alguien podría necesitar un grupo de herramientas con qué combatir este flagelo que, estemos de acuerdo o no, puede adueñarse de nosotros antes determinada circunstancia.
En el octavo piso donde vive mi amiga, le han sugerido que se siente o se acueste en un lugar cómodo y coloque una mano en el pecho y otra en el abdomen, inhalando lentamente por la nariz y asegurándose de que el abdomen se eleve, nunca el pecho.
Me cuenta que debe exhalar por la boca lentamente, en repeticiones durante 5 o 10 minutos.
Y me lo está contando, y yo siento al otro lado de la línea que su respiración ha mejorado con el tiempo.
Algo que me llama poderosamente la atención es un ejercicio que le han indicado y que ha intentado explicarme varias veces hasta lograr que yo lo entendiera.
Me dice: "Argenis, tengo que identificar 5 cosas que pueda ver, 4 que pueda tocar, 3 que pueda oír, 2 que pueda oler y 1 que pueda saborear". Le he dicho: "Caramba, parece un crucigrama". Ella dice: "Sí, parece, pero es simple matemática. Este es un ejercicio que me ayuda a concentrarme en el presente, en lo que estoy viviendo, y a reducir la ansiedad. Me va muy bien", me ha dicho.
"Pero tienes que bajar de tu octavo piso, ir a un parque, caminar, correr, nadar, tal vez hacer yoga. Eso ayuda a liberar endorfinas que reducen el estrés y la ansiedad", le digo.
"Claro que sí, pero si te confieso algo, me da miedo salir. Me molesta el ruido, me molesta el contacto con la gente, las aglomeraciones", me dice.
"Podrías hacer un diario. Tú siempre has tenido inclinación para escribir poesía. Ay, amigo, yo quise ser poeta, quise ser cantante, quise ser pintora, y malamente he llegado a servir mesas en un restaurante", me responde.
"Hay que ir viviendo con lo que va apareciendo, amiga mía. Lo importante es no detenerse. Recuerda que la vida es como un gran bosque", le digo. Y ella me responde, más animada: "Si supieras... Me han recetado la visualización positiva".
"¿Y qué es la visualización positiva?", le pregunto. "Me imagino que sea cerrar los ojos y pensar en algo agradable".
"Exactamente", me dice. "Debo cerrar los ojos e imaginar un lugar seguro y tranquilo, como una playa o un bosque. Dice el especialista que debo visualizar cada detalle, por ejemplo, de ese bosque, y concentrarme en la sensación de calma que puede generar".
"¿Y lo estás logrando? En Cuba tú vivías en el campo, no ha de ser difícil". "Claro que no es difícil para mí. Es una de las técnicas de salud mental que más me gusta".
"¿Cuándo vuelves a Cuba?", le pregunto. Y me responde con un silencio hondo pero lleno de significados.
"¿Cuándo vuelves?", le pregunto nuevamente.
"Ay, amigo, yo creo que esta ansiedad que se ha apoderado de mí es por lo lejos que estoy de mi tierra. No pensé que esto fuera tan difícil".
"Vamos, vamos, mente positiva. Que ahí está el mundo para comérselo a pedacitos. Puedes conseguirlo y verás cómo la ansiedad te irá abandonando para darle paso a la calma. Organiza tu día con un horario fijo para dormir y trabajar. Estructura la rutina donde tengas el control de cada uno de tus pasos, y verás que puedes conseguirlo".
✍️ 𝐓𝐞𝐱𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐀𝐮𝐭𝐨𝐫í𝐚, 𝐎𝐫𝐢𝐠𝐢𝐧𝐚𝐥 𝐲 𝐄𝐱𝐜𝐥𝐮𝐬𝐢𝐯𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐇𝐨𝐥𝐨𝐬- 𝐋𝐨𝐭𝐮𝐬.
📸 𝐈𝐦á𝐠𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐜𝐫𝐞𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢ó𝐧 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝐆é𝐦𝐢𝐧𝐢.
¡Brillante!
En mi modesto segundo piso, intentaré hacer estas rutinas porque cada día la tierra nuestra se aleja de mis pies. Fenomenal... 👏♥️
Excelente! Sé muy bien lo que son las crisis de ansiedad , he sufrido largos periodos. Viví bajo tratamiento médico por varios años por frecuentes ataques de pánico... Nada de esto me es ajeno y sin embargo, tu post es otra luz en el camino hacia el equilibrio necesario. Gracias por compartir la experiencia de tu amiga, la tendré muy de cerca por si surge la ocasión ponerla en práctica 🙏🏻🙏🏻🙏🏻
Me provoca una gran satisfacción que pueda ayudar en algo mi publicación. Que la buena salud te asista para siempre y te provoque las ganas de edificar y construirte desde dentro, o sea desde el alma, como hasta ahora.
💎
Gracias por esos buenos deseos, amigo. Te abraza mi alma
Wow, estos ejercicios hasta a mí me vienen bien en estos días. Mil gracias por compartir. ¡Un abrazo! 🫂
Muchas gracias Claudiño.
Que todo vaya bien con tu salud y tu crecimiento personal.
Afectos. 💎