Viví esta experiencia de cerca hace unos años a través de un familiar, realmente es una situación difícil tanto para el que la padece como para su núcleo, sobre todo porque no es una enfermedad en la que te tomas una pastilla y ya, fin del dolor, requiere mucho más que eso y lamentablemente como sociedad creo que no estamos preparados para manejarlo, tal vez por mero desconocimiento o por miedo, no lo sé. Lo cierto es que se requiere de mucho amor y coraje para tener la paciencia y cuidado con la persona, de ir acompañándole en su proceso sin atropellarlo ni cuestionarlo, comprendiendo o al menos respetando su mundo interno y el punto en el que se encuentra.
En el caso de mi familiar, su crisis fue existencial en el sentido que sintió que su carrera era un fracaso y además por un tema de salud inmunológico. En los últimos años hemos concentrado los esfuerzos en ayudarla en esa área para que se sienta mejor, pero tiene sus episodios que van y vienen de tiempo en tiempo.
Creo que generar estos espacios de conversación sobre el tema y difundir información al respecto, ayudan mucho en esa generación de conciencia que necesitamos como sociedad para darle una atención adecuada.
Muchas gracias por compartirnos tu experiencia e invitarnos a esta reflexión.
Bendiciones ✨
@tipu curate 3
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