Dicen que el cerebro no tiene la capacidad de diferenciar entre la fantasía, lo imaginario y la realidad; es decir, para el cerebro, si lo pienso es cierto. Por lo que es de sumo interés ser conscientes de nuestros pensamientos y enviar señales positivas. Un abrazo!
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En efecto, estimada lectora. Del mismo modo que vamos a ver una película de terror, porque se siente incompleta la experiencia y solo adquirimos una parte de las sensaciones que una verdadera sensación de peligro daría. Una parte de nuestro cerebro fue engañada, pero no del todo. Si se sintiera completamente real, serían un fracaso, para la mayoría al menos.
Cuando un cerebro por factores genéticos se hace adicto a sí mismo, entonces, ¿Para qué lidiar con las difíciles situaciones de la realidad si puedes sentirte bien solo imaginando? Es así que la desmotivación comienza.