De la Oscuridad al Brillo: La determinación de Oneray en alcanzar lo imposible.

in Holos&Lotus8 months ago

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Fuente

Para que un árbol pueda crecer hasta el cielo, debe clavar sus raíces en el infierno

Friedrich Nietzsche

Hace mucho tiempo, había un pequeño árbol llamado Oneray que procuraba crecer en un bosque mágico ubicado en el lugar más recóndito de la tierra, tanto, que la mano del hombre no ha llegado hasta allí, y todo ser viviente tenía una lengua común para comunicarse.

Oneray era diferente a los demás árboles, pues desde que germinó su semilla, tenía un sueño muy, pero muy grande: llegar hasta el cielo y con sus ramas y hojas, tocar las estrellas.

¿Qué clase de sueño era este para un árbol que apenas germinaba? ¿Alguien le habría hablado de eso?

Sin embargo, ya tenía claro que, para lograr su sueño, sabía que debía enfrentar grandes desafíos y superar muchos obstáculos difíciles, así que, además de mantener ese sueño muy claro en su mente, tenía que trazarse un plan para materializar su primer y único sueño.

Desde temprana edad, Oneray entendió que tenía que trabajar en sus raíces, hacerlas fuertes y abundantes, pues, tenía que cavar profundamente en la tierra para absorber los nutrientes de lugares oscuros y difíciles.

Muchos otros árboles se burlaban de él, diciendo que estaba perdiendo el tiempo y que nunca lograría su sueño. De hecho, al ser árboles muy altos, procuraban evitar que los rayos del Sol, llegarán hasta el suelo, agrandando sus copas.

— ¿Cuánto tiempo crees que te llevará alcanzar tu sueño?

Era la pregunta más frecuente que le hacían, soltando una gran carcajada todos los árboles que lo rodeaban.

— ¿Crees que llegarás a ser más alto que nosotros en algún momento?, o tal vez pienses que nosotros dejaremos de crecer para darte paso a ti.

— No sé qué quieren de ustedes mismos o qué quieren para mí; Solo sé lo que yo quiero y estoy dispuesto a hacer lo necesario para lograrlo.

A pesar de todo lo que le decían, Oneray no se desanimó. Sabía muy bien que para alcanzar las alturas más altas, debía tener raíces fuertes y profundas. Así que, sin prestar atención a lo que los demás decían, perseveró, enfrentando tormentas, sequías, vientos fuertes y otros desafíos que la naturaleza le presentaba, y que eran necesarios para su desarrollo y bienestar.

Con el tiempo, ¡y vaya que fue bastante tiempo!, las raíces de Oneray se hicieron tan fuertes, que el resto del bosque empezó a admirarlo. Todos tenían algo que decir, pero ahora, no era despectivo, sino que, honraban sus esfuerzos y sus virtudes. Sus ramas crecieron tanto, que lograron llegar hasta el cielo, pudiendo tocar las estrellas que tanto admiraba y cumpliendo por fin su sueño de infancia.

¡Qué sensación tan agradable sentía cuando, con sus hojas, tocaba alguna estrella fugaz que pasaba para saludarle!

Durante el día, se nutría del Sol y las lluvias, para dar cobijo a muchas aves que, con su canto, formaban una filarmónica, y de noche, jugaba con las estrellas, teniendo conversaciones profundas con la Luna, acerca de todo lo que tuvo que pasar mientras estaba creciendo.

Al final, Oneray se convirtió en un símbolo de perseverancia y determinación para todos los árboles del bosque, y asimismo, para todo ser viviente dentro de él. Su historia se convirtió en ejemplo y enseñó a todos que, para alcanzar grandes alturas, era necesario enfrentar las dificultades más profundas y usarlas como fortaleza, razones para seguir adelante, en lugar de debilidad, que se traducen en excusas para abandonar su emprendimiento.

Al mirar atrás, se dio cuenta de que siempre había sido fuerte y frondoso en su mente, y que, por más que intentara mostrarlo a los demás, solo verían lo que realmente querían ver.

La moraleja es que la perseverancia y la determinación, son clave para alcanzar nuestros sueños más grandes, incluso cuando enfrentamos desafíos difíciles o nuestro entorno parezca estar en nuestra contra, cuando, en realidad, forman parte del plan del Universo y trabajan a nuestro favor.

Mis reflexiones:

En la vida real, a menudo nos encontramos con obstáculos y dificultades que se pueden parecer al "infierno", sin embargo, si aprendemos a enfrentar y no a huir de ellas, con determinación y perseverancia, podemos convertirlas en fortalezas que nos ayuden a alcanzar nuestras metas más altas, tal como lo hizo Oneray con sus raíces en el cuento, pues, aquello que no te destruye, te edifica.

¿Qué tan profunda están tus raíces?

¿Tienes a tu alrededor árboles que impiden que crezcas con la luz del Sol?

¿Cómo has hecho para sobreponerte ante tales situaciones?

Ahora que lograste tu sueño... ¿Cómo estás ayudando a quienes están pasando por situaciones similares?

Porque esta es la única forma de devolver al Universo, aquello que dio a través de otros.

Muchas gracias por leer.


ENGLISH VERSION



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Fuente

For a tree to grow to heaven, it must sink its roots into hell

Friedrich Nietzsche


Long ago, there was a small tree named Oneray that sought to grow in a magical forest located in the most remote place on earth, so much so that the hand of man had not reached there, and every living being had a common tongue to communicate.

Oneray was different from the other trees because, from the moment his seed germinated, he had a very, very big dream: to reach the sky and, with his branches and leaves, touch the stars.

What kind of dream was this for a tree that had just sprouted? Had someone told him about this dream?

However, he already knew that to achieve his dream, he had to face great challenges and overcome many difficult obstacles, so, in addition to keeping that dream very clear in his mind, he had to outline a plan to materialize his first and only dream.

From an early age, Oneray understood that he had to work on his roots, and make them strong and abundant because he had to dig deep into the earth to absorb nutrients from dark and difficult places.

Many other trees mocked him, saying that he was wasting his time and that he would never achieve his dream. In fact, being very tall trees, they tried to prevent the Sun's rays from reaching the ground, enlarging their crowns.

— How long do you think it will take you to achieve your dream?

It was the most frequent question he was asked, making all the trees around him burst into laughter.

— Do you think you will become taller than us at some point? Or maybe you think that we will stop growing to make way for you.

— I don't know what you want for yourselves or what you want for me; I only know what I want, and I am willing to do whatever it takes to achieve it.

Despite everything they said to him, Oneray did not get discouraged. He knew very well that to reach the highest heights, he had to have strong and deep roots. So, without paying attention to what others said, he persevered, facing storms, droughts, strong winds, and other challenges that nature presented him with, which were necessary for his development and well-being.

With time, and it was quite a long time!, Oneray's roots became so strong that the rest of the forest began to admire him. Everyone had something to say, but now, it was not derogatory, they honored his efforts and virtues. His branches grew so much that they managed to reach the sky, being able to touch the stars he admired so much and finally fulfilling his childhood dream.

What a pleasant sensation he felt when, with his leaves, he touched a shooting star that passed by to greet him!

During the day, he nourished himself from the Sun and the rains, to shelter many birds that, with their song, formed a philharmonic orchestra, and at night, he played with the stars, having deep conversations with the Moon, about everything he had to go through while he was growing.

In the end, Oneray became a symbol of perseverance and determination for all the trees in the forest, and likewise, for every living being within it. His story became an example and taught everyone that, to reach great heights, it was necessary to face the deepest difficulties and use them as strength, and reasons to move forward, instead of weakness, which translates into excuses to abandon their endeavor.

Looking back, he realized that he had always been strong and leafy in his mind, and that, no matter how much he tried to show it to others, they would only see what they really wanted to see.

The moral is that perseverance and determination are key to achieving our biggest dreams, even when facing difficult challenges or when our environment seems to be against us, when, in reality, they are part of the Universe's plan and work in our favor.

My reflections:

In real life, we often encounter obstacles and difficulties that may resemble "hell"; however, if we learn to face and not to flee from them, with determination and perseverance, we can turn them into strengths that help us reach our highest goals, just as Oneray did with his roots in the story, because what doesn't destroy you, builds you up.

How deep are your roots?

Do you have trees around you that prevent you from growing with the Sun's light?

How have you managed to overcome such situations?

Now that you have achieved your dream... How are you helping those who are going through similar situations?

Because this is the only way to give back to the Universe what it gave through others.

Thanks for reading.


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Muy buena reflexión al igual que las preguntas. Yo le agregaría que esos árboles que no nos apoyan , debemos talarlos porque los débiles de espíritu pueden sufrir el riesgo de escucharlos. Gracias por traerla a la comunidad. Saludos.

Muchas gracias a ti por comentar :)