Regular nuestras expectativas en la vida - Reflexiones filosóficas de un pensador nocturno: 04/01/2025

in Holos&Lotus3 days ago (edited)

Todos los seres humanos tenemos que aprender a moderar nuestras expectativas sobre lo que queremos en nuestras vidas, eso es algo muy cierto, pero entender todas las implicaciones de tal cosa, es algo que no todo el mundo logra. Y a propósito de estar comenzando el año, quiero (en este, mi primer post de reflexiones del 2025), abordar precisamente este tema.


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El papel de nuestras emociones en el panorama de nuestras expectativas

Por cierto, Feliz año nuevo a todos ustedes (mis lectores asiduos), y a toda la gran familia de Hive. Espero que la hayan pasado muy bien en las fiestas y que vengamos todos con las pilas muy bien cargadas y muy bien puestas para salir adelante en este 2025 que estamos recién comenzando.

Como ya dije al principio, me he motivado a hablar en este post sobre las expectativas porque, en primer lugar (como es normal), todos tenemos metas y objetivos en nuestras vidas; y todos sabemos (o deberíamos saber) lo que queremos lograr respectivamente; y en segundo lugar, porque casi todo el mundo formula sus metas de vida más fuertemente al final de cada año y al comienzo del otro. O sea, porque es una realidad que cuando es el final del año, la mayoría de la gente suele evaluar lo que logró y lo que no logró respecto a sus metas, y en función de ello formulan sus metas para el año venidero.

Pero si lo reflexionamos bien, mucha gente no alcanza sus metas de vida al final de cuentas, y esto es porque tener expectativas y cumplirlas son dos cosas muy diferentes, tal como diferentes son la realidad y la ficción. Y en medio de esta dicotomía, el saber distinguir lo que debemos distinguir es necesario para hacer adecuadamente todo lo que debemos hacer para alcanzar lo que deseamos. Pero uno puede preguntarse ¿Qué es lo que separa a las expectativas en algo posible o real de algo que solo es ficción?

Podríamos decir que sería el factor tiempo, o el factor oportunidad o el factor posibilidad (o tantos otros factores), pero creo que todo es más simple si lo reducimos a nivel personal, y lo enfocamos en la parte de las emociones. Porque son las emociones las que nos ayudan u obnubilan la visión del camino que debemos transitar para lograr llevar a cabo todas nuestras metas.


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Ahora, esto implica que una regulación o moderación oportuna y capaz de nosotros mismos en el plano emocional profundo, y a nivel de nuestro conocimiento personal, es importante para sentirnos debida y suficientemente motivados para estar dispuestos a poner en marcha la disciplina, inteligencia y el esfuerzo necesario que requiere alcanzar todo lo que nos proponemos.

Por lo general, a nivel del éxito que podemos alcanzar, un modo optimista de ver la vida siempre será emocional y personalmente más positivo que un modo pesimista de ver las cosas. Y esto es porque una actitud que busque ver lo mejor dentro de cada situación nos ayudará a ser más resilientes y capaces de enfrentar las dificultades que se nos presentan con mejor ánimo y disposición.

Ver el nuevo año 2025 con optimismo, pero a la vez, con realismo

Todas estas reflexiones las pongo ahora en el contexto del nuevo año 2025 que comenzó hace pocos días. Y reflexiono que lo más importante en este 2025 (a nivel de nuestras metas) es no rendirnos, es mantener una actitud resiliente, pero sobre todo, mantener una visión realista de las oportunidades y obstáculos que tenemos (y tendremos), a lo largo del año para alcanzar nuestros objetivos.

Ya que no hay secretos para alcanzar el éxito, aunque ahora (más que nunca), nos encontramos con gurúes en Internet que nos dicen tener (y poder poner a nuestra disposición) la octava maravilla para lograr lo que sea que queramos de la vida. Pero mantener los pies sobre la tierra siempre será lo mejor, porque es lo que lo que nos ayudará a conectar con la realidad de manera adecuada y mantener nuestras expectativas en el nivel adecuado y dentro del escenario de lo posible.

Ahora, lo que sí hay son atajos, pero siempre son poco recomendables, por lo que si queremos lograr un éxito duradero y real en la vida, nos tocará siempre esforzarnos disciplicandamente para alcanzarlo.

Así que yo creo que en este 2025 será importante que tengamos muy claro lo que queremos alcanzar. Puede que tengamos una meta muy en específico, pero también puede que tengamos muchas metas que queramos lograr. Lo importante es saber exactamente a qué apuntamos como el éxito que queremos; y orientarnos hacia el mismo. Porque hacerlo, nos permitirá empezar a darnos cuenta de lo que tenemos que hacer para lograr cada cosa que queramos.


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Querer alcanzarlo todo rápido es un problema

Por experiencia propia (y por simple lógica) en la vida es que he aprendido esto de que saber lo que queremos es importante para poder esforzarnos apropiadamente por ello, y así maximizar nuestras posibilidades de alcanzarlo de manera efectiva y puntual.

Ahora, el problema de la modernidad es (y creo haberlo dicho en algún post de reflexiones del pasado), la mania de la mayoría de la gente de querer tenerlo todo ya, todo rápidamente. Como si no hubiese que esforzarse por lograr las cosas, como si todo fuese una sopa instantánea o pre-fabricada, que solo tenemos que vertir en un tazón, ponerle agua caliente, y listo, a comer.

Pero la realidad es más complicada que eso, y la mayoría de la gente que no logran entenderla, se topan entonces con murallas que no logran sobrepasar, a menos que tengan un ápice de sabiduría para reflexionar y entender que todo tiene sus tiempos, todo tiene sus modos, y que una de las cosas más importantes que debemos entender en la vida es el tema de la gratificación instantánea.

Porque obtener el éxito, implica modular o moderar nuestras emociones a fin de darnos cuenta de que hay cosas a las que podemos aspirar en el plano inmediato, y hay otras a las que debemos aspirar (y solo podemos acceder) en el mediano y largo plazo. Esto implica conocer la diferencia entre procurar la gratificación instantánea, y el acto de posponer la gratificación procurando un nivel de éxito o gratificación aún mayor.


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Y por cierto que respecto a aquellas cosas a las que aspiramos en el mediano y largo plazo, debemos entender que no solo requerirán tiempo, esfuerzo y disciplina de nuestra parte, sino que todo lo que hagamos en el proceso por alcanzarlas, serán pasos hacia nuestras metas, que harán que las mismas sean posibles y se conviertan en realidad.

Ahora, una cosa que considero que es importante tener en cuenta en todo esto, es que podemos tener muchas metas pequeñas, o podemos tener una meta grande en nuestra vida; pero sea cual sea la naturaleza y tamaño de nuestros objetivos, siempre será más sabio dividirlo en objetivos más pequeños para que así sean más alcanzables en un menor tiempo y de manera efectiva.

Porque no lo es mismo que nos propongamos bajar 15 kilos en 3 meses, que pretender bajar esa cantidad de kilos en 1 semana. Y esto lo digo no solo desde el punto de vista de la factibilidad o de lo que implica (más allá de que sea posible o no), sino desde el punto de vista de mantener o perder contacto con la realidad.

Ya que alguien que se impone una meta demasiado ambiciosa "de golpe" y lucha bastante por alcanzarla, puede poner innecesariamente en riesgo su vida; cosa que no es lo ideal, ni lo deseable ni recomendable. Además de lo mencionado, en la mayoría de los casos, plantearse una meta demasiado grande en poco tiempo es algo que resultará en fracaso y frustración para cualquiera.


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Tus metas más grandes para el 2025

El punto es que debemos (como ya dije) conocer cuales son nuestras metas y disponernos a alcanzarlas. ¿Qué es lo que deseas? Sea pareja, dinero, libertad financiera, un trabajo mejor, un auto más nuevo y bonito, mejor ropa, disfrutar más de la vida, una computadora, un smartphone, graduarte de una carrera, leer más, viajar, ser más independiente, o cualquier otra cosa, el caso es que debemos saber muy bien a qué nos orientamos.

Creo que queda claro que no hablo de magia, ni de metafísica, ni de mentalismo aquí, estoy hablando de entender qué nos motiva y dirigirnos hacia ello. Y cuando la meta es demasiado grande (en relación a nuestras posibilidades y recursos actuales), debemos entender además que no nos queda otro remedio más que segmentar nuestros esfuerzos y mantener una visión más aterrizada en el mediano y largo plazo.

Todo nivel de éxito que queramos en la vida es posible, pero llegar a alcanzarlo requiere del nivel de visión y esfuerzo adecuado para ello. Ahora, esto es precisamente lo que decía respecto a que alcanzar cualquier tipo de éxito implica moderar o regular nuestras expectativas en la vida. O sea, es modular o graduar nuestras emociones (pero también nuestro entendimiento y nuestras acciones) en función de la realidad para lograr de manera efectiva nuestros objetivos. Y en 2025 (tal como en todo otro momento de nuestras vidas), siempre será útil recordar todo esto.

¿Qué opinas sobre el tema tratado? Por favor comenta.


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