Hola, gusto leerte
Imagino que en esas ocasiones que salías triste no volvías de la misma forma. Los niños irradian felicidad, una muy pura que sana, restaura y sobretodo contagia.
Que bonita la labor qué haces, te felicito, me imagino que estarás dotada de uno de los dones más preciados: la paciencia. Los niños requieren mucha.
Qué decir del amor, en las fotos se ve que tienes mucho para dar, eso es genial.
Un saludo querida