Probablemente todos pasamos por esa etapa donde buscamos solución a todos nuestros problemas en querer arreglar lo que está afuera de nosotros. Si no nos amamos, nadie nos podrá amar porque aunque lo hagan no seremos capaces de sentirlo. Hay un guardian en la puerta del corazón; nosotros mismos. Y hay momentos en la vida en que cada día peleamos con él, en vez de reconocer todo su infinito potencial.