(ESP/ENG) "Píldoras para combatir la Depresión"/"Pills to combat depression"

in Holos&Lotus4 days ago

Feliz día estimados amigos de @holos-lotus, Dios les bendiga grandemente, a usted y su familia.

El recorrido de la vida es impredecible, hay momentos muy felices, momentos agradables, momentos tristes y también hay momentos muy duros que ponen a prueba nuestra fortaleza interior y atentan nuestra salud mental. Hoy escribo en respuesta a el tema propuesto de la comunidad "Píldoras para combatir la Depresión" un poco sobre esto con una visión espiritual y con mucho respeto a los que lo padecen.

No puedo decir que comprendo plenamente el sentir de una persona con depresión desde la experiencia porque aún cuando he pasado momentos de suma tristeza, donde he llorado mucho y por muchos días, no puedo decir que haya sido depresión o no sé, porque siempre tenía en mi corazón un rayo de esperanza que no me permitía derrumbarme.

Han habido momentos difíciles como en las enfermedades de mis hijos, pero ha salido de mi una fuerza interior para movilizarme, tocar puertas, llevarlos, atenderlos, transnocharme, entre otras. Una vez, estando mis hijos pequeños tenía al mayor hospitalizado con una infección en un oído y acto seguido le dió mucha fiebre al menor que tenía un año, bajé a emergencia, lo atendieron y como el seguro de Educación en ese tiempo funcionaba lo iban a hospitalizar en otro cuarto, les dije que no podía estar en dos lugares al mismo tiempo, que lo colocarán con su hermano.

Mi hijo tenía lechina, mi hijo del medio (tengo 3) la contrajo en preescolar y se la contagió a sus hermanos. Al salir de la clínica la semana siguiente fue cuidando a los 3 niños de la Lechina o viruela. Yo no la había pasado de niña y también me contagie. Qué momentos aquellos!, no tuve tiempo ni de quejarme, todos estábamos con viruela, menos mi esposo. Tenían en ese entonces mis hijos 6, 4 y 1 año, mi preocupación era el bienestar de ellos, bañarlos, echarle cremitas, alimentarlos bien, sabía que yo tenía viruela por las ampollas que me veia, pero realmente no sé cuándo pasé las fiebres.

También fue difícil cuando Fabián, mi hijo mayor lo operaron de la hernia umbilical, prácticamente era algo urgente, no teníamos dinero y tuve que gestionar con fe y gracias a Dios se operó y recuperó, lentamente, pero finalmente pudo estar bien. Fueron días difíciles.

También recuerdo el terrible 2017 que vivimos los venezolanos, la escasez terrible de alimentos, mis hijos estudiando, me caí y me fracture el brazo derecho y para colmo de males mi esposo se fue luego de mis operaciones a Colombia a hacer unos trabajos de prótesis dental a sus familiares y regresar, pero se quedó, cerró sus ojos a la realidad de Venezuela, se enamoró, se fue lejos de sus padres y por mucho tiempo se olvidó de nosotros. Su mamá y su papá se solidarizaron con nosotros, pero era poco lo que podían hacer.

Les digo que no sé cómo, pero Dios me ayudó a permanecer de pie. Sin recursos económicos para asistir a mis hijos en sus necesidades, con una incapacidad motora que no me permitía desenvolverme bien y emocionalmente vulnerable, vaya panorama! , lloraba mucho hablando con Dios en la noche, algunas veces amanecí de rodillas, me quedaba dormida al pie de la cama, pero por alguna extraña razón cada mañana era un nuevo amanecer de esperanza, fortaleza y fe. Comencé a atender a mis estudiantes en el liceo aún con férula puesta y no bajé la calidad de mis clases, pensaba en mis hijos y sus esfuerzos estudiando, así que traté en lo posible de transmitir también a mis estudiantes conocimiento y fe en el futuro. Poco a poco mi salud fue mejorando, Dios fue mi proveedor en todas las cosas, su gracia me sostuvo, su amor, su fidelidad fue manifiesta, tengo mucho que agradecer.

Actualmente tengo un desafío de salud con uno de mis hijos, no sé qué me deparará el futuro, la vida, con sus luchas y vicisitudes, pero confío en Dios, su soberanía y bondad, le pido que me dé fortaleza y su dirección. Lo que quiero decirles es que no les ofrezco una píldora cualquiera sino una que ayuda a todo el ser, nuestra visión de las cosas cambian, hay fe y esperanza aún en la circunstancia más difícil. No estaremos poniendo nuestra confianza en lo material o lo humano, sino en lo divino y Dios nunca cambia ni nos abandona. Hay algo más en el mundo que solo nosotros, más abarcante y sublime, un Dios de amor que te amará por siempre en esta tierra y en la venidera y tiene el poder para transformar lo malo en bueno.

Sí, hay esperanza, al tiempo reflexionando entendemos algunas cosas, quizás no todas, pero seguimos creyendo. Es difícil de explicar, pero Dios te da fortaleza y paz. La soberanía de Dios dirige el universo y si le buscamos en oración y le expresamos nuestro sentir te abraza con su paz , te da sosiego, calma aún en medio de la tempestad. Sientes el abrazo de Dios, su fortaleza. Al dejarnos caer en los brazos de Jesús en lugar de ser débiles somos más fuertes, recibimos el dominio propio y paz que necesitamos para pensar y salir adelante.

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Sin duda,hay hábitos que ayudan a una persona triste o con depresión como el ejercicio físico y una sana alimentación, pero hay momentos como ese 2017, 2018, que era difícil para mi escoger bien la calidad de las comidas, con todo siempre he buscado lo más saludable y con un brazo roto o en recuperación difícilmente podía inventar hacer ejercicio. Así que allí la salud mental jugó un papel fundamental, disciplinar mi mente, creerle a Dios y pensar lo positivo.

"En cuanto a lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo que merece alabanza, en esto piensen."(Filipenses 4:8)

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Gracias por su atención a mi escrito, bendiciones mil, abrazos.

Nota. Las fotos son de mi propiedad. La primera foto es un dibujo que hizo mi hijo Jairo, el menor, para un programa de la iglesia, refleja parte de lo que deseo transmitir, hay seguridad en los brazos de Jesús>

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Happy day dear friends of @holos-lotus, God bless you greatly, you and your family.

The journey of life is unpredictable, there are very happy moments, pleasant moments, sad moments and there are also very hard moments that test our inner strength and threaten our mental health. Today I write in response to the proposed topic of the community "Pills to combat Depression" a little about this with a spiritual vision and with much respect for those who suffer from it.

I cannot say that I fully understand the feeling of a person with depression from experience because even when I have gone through moments of extreme sadness, where I have cried a lot and for many days, I cannot say that it was depression or I don't know, because I always had a ray of hope in my heart that did not allow me to break down.

There have been difficult moments such as my children's illnesses, but an inner strength has come from me to move, knock on doors, take them, care for them, stay up late, among others. Once, when my children were small, my oldest was hospitalized with an ear infection and then my youngest, who was one year old, had a high fever. I went to the emergency room, they treated him and since the education insurance was working at that time, they were going to hospitalize him in another room. I told them that he couldn't be in two places at the same time, that they would place him with his brother.

My son had smallpox, my middle son (I'm 3) got it in preschool and passed it on to his siblings. When he left the clinic the following week he was taking care of the 3 children with smallpox. I hadn't had it as a child and I got it too. What a time that was! I didn't even have time to complain, we all had smallpox, except my husband. At that time, my children were 6, 4 and 1 years old. My concern was their well-being, bathing them, putting creams on them, feeding them well. I knew I had smallpox because of the blisters I saw, but I really don't know when I had a fever.

It was also difficult when Fabian, my oldest son, had an umbilical hernia operation. It was practically an urgent matter. We didn't have money and I had to work with faith and thank God he had the operation and recovered, slowly, but finally he was able to be well. They were difficult days.

I also remember the terrible 2017 that we Venezuelans lived through, the terrible food shortage, my children studying, I fell and fractured my right arm and to make matters worse, my husband went to Colombia after my operations to do some dental prosthesis work for his relatives and return, but he stayed, closed his eyes to the reality of Venezuela, fell in love, left his parents and forgot about us for a long time. His mother and father were in solidarity with us, but there was little they could do.

I tell you that I don't know how, but God helped me to stay standing. Without financial resources to assist my children in their needs, with a motor disability that did not allow me to function well and emotionally vulnerable, what a situation! I cried a lot talking to God at night, sometimes I woke up on my knees, I fell asleep at the foot of the bed, but for some strange reason each morning was a new dawn of hope, strength and faith. I began to attend to my students at the high school still with a splint on and I did not lower the quality of my classes, I thought about my children and their efforts studying, so I tried as much as possible to also transmit knowledge and faith in the future to my students. Little by little my health improved, God was my provider in all things, his grace sustained me, his love, his fidelity was evident, I have much to be thankful for.

I am currently facing a health challenge with one of my children. I don't know what the future holds for me, life, with its struggles and vicissitudes, but I trust in God, his sovereignty and goodness. I ask him to give me strength and direction. What I want to tell you is that I am not offering you just any pill, but one that helps the whole being. Our vision of things changes. There is faith and hope even in the most difficult circumstances. We will not be putting our trust in the material or the human, but in the divine, and God never changes or abandons us. There is something more in the world than just us, more comprehensive and sublime, a God of love who will love you forever on this earth and in the next and has the power to transform the bad into good.

Yes, there is hope. With time, reflecting, we understand some things, perhaps not all, but we continue to believe. It is difficult to explain, but God gives you strength and peace. The sovereignty of God directs the universe and if we seek Him in prayer and express our feelings, He embraces you with His peace, He gives you peace, calm even in the midst of the storm. You feel the embrace of God, His strength. By letting ourselves fall into the arms of Jesus, instead of being weak, we are stronger, we receive the self-control and peace that we need to think and move forward.

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There are certainly habits that help a sad or depressed person, such as physical exercise and healthy eating, but there are times like 2017, 2018, when it was difficult for me to choose the right quality of food, but I have always looked for the healthiest and with a broken arm or in recovery I could hardly invent doing exercise. So mental health played a fundamental role there, disciplining my mind, believing in God and thinking positively.

"Finally, brothers, whatever is true, whatever is honorable, whatever is just, whatever is pure, whatever is lovely, whatever is commendable, if there is any excellence, if there is anything worthy of praise, think about these things." (Philippians 4:8)

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Thank you for your attention to my writing, a thousand blessings, hugs.

Note. The photos are my property. The first photo is a drawing that my son Jairo, the youngest, made for a church program. It reflects part of what I want to convey: there is safety in the arms of Jesus.>

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Saludos
@tipu curate 8

Gracias, @damarysvibra y @tipu , bendiciones.