Divagaciones 116: "Escribir es hablar", por bonzopoe

in Writing Club2 months ago

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Acabo de leer una carta que envió Charles Bukowski a Harold Norse, un poeta contemporáneo suyo, y me ha sorprendido como en tan pocas líneas expresa tanto y de manera tan particular, tan personal.

Se dice mucho que todos tenemos una voz. "Encuentra tu voz..." es una frase tan recurrente como cierta, pero otra realidad es que hay de voces a voces. Un antiguo amigo mío, fallecido hace poco, una vez me dijo cuando leyó unos viejos poemas míos: "Si hablaras cómo escribes..."

Dado que en aquel entonces era muy intenso y dramático en mis textos, y ahora también pero no siempre, no se que tan práctico hubiera sido aquello, pero lo que sí creo que es una verdad es que muchas veces uno puede conocer mejor a la gente por lo que escribe que por lo que dice, y tal vez sea porque la escritura es mucho más personal, más intima que el habla, y eso ya es decir mucho.

Cuando uno escribe no hay un otro que nos condicione, un otro que consciente o inconscientemente limite lo que decimos y/o como lo decimos, solo estamos nosotros con nuestros propios otros, solo estamos nosotros con nosotros mismos.

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Esa intimidad nos otorga una libertad que no siempre se puede experimentar con los demás, y si nos abrimos al escribir, sin nada ni nadie que nos limite y/o condicione, el producto puede ser un reflejo mucho más honesto de quienes somos, con todo lo que eso implica.

En este contexto escribir es un diálogo interno, un enfrentarse a uno mismo, revelarse a uno mismo, descubrirse y conocerse a uno mismo; por eso los diarios son tan poderosos, porque somos nosotros vueltos letras, vueltos frases, vueltos emoción capturada.

En la carta de Bukowski hay un uso tan crudo y personal del lenguaje, que me sorprendió. Es una mezcla de prosa poética, epístola, crónica y desahogo, todo compactado en un solo empaque áspero pero honesto. Esa carta es un pedazo de él, es él vuelto texto, y se siente, se percibe.

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Llegar a escribir así, con ese nivel de honestidad en que nuestras palabras se vuelven literalmente una extensión de nosotros no es sencillo, pero es lo deseable. Supongo que por eso la escritura se usa también mucho como terapia, para poder externalizar cosas que a veces ni siquiera sabemos que llevamos dentro.

Y por eso escribir por escribir no es un sin sentido, porque es como estar en una mina golpeando con un pico una pared de piedra, uno nunca se sabe cuando de repente se va topar con oro o con un diamante en bruto.

En este sentido escribir es también una búsqueda, un tirar golpes al aire esperando darle a algo que sabemos que esta ahí, que esperamos que este ahí, pero no sabemos exactamente donde, es como querer pegarle a una piñata con los ojos vendados con la esperanza de obtener la dulce recompensa del premio, de las golosinas y los dulces.

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Es por eso también que la escritura es gozo, por el placer de la búsqueda, por la esperanza siempre viva y latente de dar con el cofre del tesoro cuando menos te lo esperas. Y así como los niños intentar pegarle con todas sus fuerzas y toda su emoción a una piñata, el escritor escribe.

Se enfrenta al monstruo del papel en blanco, esperando encontrar en él, a través de él, y a veces incluso en contra de él, ese algo que intuye, que siente que está ahí en alguna parte de si mismo, o de aquello que le rodea. Y esa búsqueda, ese reto, ese enfrentamiento, ese desafío, siempre vale la pena, así que escribamos siempre que el premio es enorme y único: nosotros mismos.




©bonzopoe, 2024.

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