ESPAÑOL
Una compañía inesperada
Estaba ya en el séptimo mes de embarazo. Una ecografía indicó que mi bebé era una niña. Me dediqué totalmente a prepararme para la llegada al mundo de ese ser que llevaba dentro de mí y que vendría a ser lo más importante para mí por ser mi primera hija.
Una noche David me pidió algo que al principio me pareció muy descabellado pero luego lo acepté porque él me lo pedía y yo era incapaz de negarle algo.
— ¿Me harías un favor?
— Tú sabes que sí, David, ¿qué quieres?
—Tengo un problema con una prima que es muy especial para mí. Cuando estaba pequeña vivió en mi casa y ha sido como mi hermana menor. Ella viene de otra ciudad porque desea estudiar aquí, solo me tiene a mí y como es una joven de 18 años no puedo llevarla a vivir conmigo en el apartamento. ¿Podría vivir contigo?
— ¿Por cuánto tiempo va a vivir conmigo?
— Solo por un tiempo, mientras busco una residencia para ella.
— Bueno, está bien. Mi casa es pequeña y por un tiempo no hay problema, pero acuérdate que cuando tenga la niña quiero recuperar mi privacidad.
—No hay problema, creo que para ese tiempo ya la he ubicado en alguna parte.
Al otro día apareció David con ella. Era una chica realmente preciosa, tenía cierto parecido a él, especialmente en el color de su piel; ligeramente morena, el color de sus ojos era castaño claro y la mirada incisiva y penetrante.
Su nombre era Laura y tenía una manera de vestir bastante coqueta y expresiva.
Laura y yo rápidamente nos hicimos amigas. Los primeros días ella dormía en un colchón que trajo David y que colocamos al lado de mi cama. Sin embargo a los pocos días, la subí a mi cama. Ciertamente me parecía una criatura adorable y tierna, se hacía querer con facilidad. Como yo aún trabajaba, ella se quedaba en la casa desde tempranas horas se levantaba, me preparaba el desayuno, limpiaba y aseaba el apartamento, preparaba el almuerzo y cuando yo llegaba tenía lista la cena.
David aumentó la cantidad de dinero que me daba, con lo que podíamos comprar los alimentos para ambas. Mi aprecio por ella crecía porque era un gran apoyo para mí.
Ella deseaba iniciar estudios universitarios pero aún faltaban cuatro meses para el inicio del nuevo período académico. Ella me confesó que tenía una amiga recién casada que vivía en la ciudad, con la cual no podía vivir pero podía visitar los fines de semana, cuando su esposo estaba viajando. Cuando empezó a hacerlo permanecía con aquella amiga desde el sábado en la tarde hasta el domingo. De verdad me hacía mucha falta durante ese tiempo que se ausentaba, ya me había acostumbrado a tenerla conmigo, y especialmente porque David casi nunca me visitaba los fines de semana.
Unos quince días antes del parto dejé de trabajar amparada por la ley laboral. Me fui poniendo un poco nerviosa a medida que se acercaba la fecha del alumbramiento. Era mi primer bebé y a pesar de que los médicos que controlaban mi embarazo trataban de tranquilizarme con sus palabras, tenía miedo de que algo saliera mal.
David cada día era más frío e indiferente conmigo, aunque seguía siendo atento y cortés cuando nos veíamos. Yo pensaba que todo era debido al estado en que me encontraba y que lógicamente él también debía sentirse nervioso porque para él también era su primera hija. Creí que cuando todo se normalizara volvería a ser el mismo hombre apasionado y cariñoso conmigo.
Era un día lunes, estaba acompañada afortunadamente por Laura. Empecé a sentir los dolores de parto a las dos de la tarde. Le dije a Laura que llamara a David y al médico. Ella se preocupo porque no había podido hablar con el médico que me atendería, pero habló al hospital y ellos enviaron una ambulancia para trasladarme. Transcurrida una hora mis dolores eran más frecuentes y al poco rato escuchamos el claxon de la ambulancia anunciando su llegada.
Laura tenía todo el ajuar listo tanto para mí como para la niña en el maletín que yo había comprado para la ocasión. Ella me acompañó al hospital y estuvo a mi lado todo el tiempo, hasta que me llevaron a la sala de partos a eso de las seis de la tarde. David aún no había llegado y solo pude verlo cuando desperté de la anestesia. Tenía cargada en sus brazos a una preciosa criatura.
A los quince días de nacida, Laura Andreina fue bautizada en la capilla cercana al apartamento de David en honor a su madrina, Laura.
Como toda madre primeriza, yo me dediqué en alma y cuerpo a criar esa niña preciosa que el cielo nos había enviado, pero no quise descuidar mi figura y mientras ella dormía sacaba un tiempo para ejercitar en casa. De esa manera fui recuperando mi figura esbelta y delgada que tanto impacto hizo en David cuando me conoció.
No había pasado un mes de mi parto, cuando David empezó a visitarme de nuevo y procuraba venir cuando Laura no estaba. El temor que sentía por tener hijos había desaparecido y ahora quería un hijo varón, y creo que ahora pensaba que yo estaba segura para él, siendo la madre de sus hijos.
A los tres meses de mi primer parto, quedé embarazada de nuevo y mi pensamiento durante todo el tiempo estaba concentrado en tener un hijo varón para agradar a mi pareja y tenerlo contento. El día que le conté, se emocionó tanto que organizó un pequeño festejo en el que participamos los cuatro incluyendo a la niña y a Laura. Esa noche amaneció en el apartamento y Laura tuvo que regresar al colchón en el piso.
Mi segundo embarazo fue tranquilo como el primero, no tuve ningún problema físico pero el destino me preparaba una mala jugada que cambiaría mi vida para siempre.
Esta historia continuará…
Si deseas leer los capítulos anteriores de mi historia, acá te comparto los enlaces:
Primera parte:
https://ecency.com/hive-132410/@colladolisbeth/las-confidencias-de-elizza-primera
Segunda parte:
https://ecency.com/hive-132410/@colladolisbeth/las-confidencias-de-elizza-segunda
Tercera parte:
https://ecency.com/hive-132410/@colladolisbeth/las-confidencias-de-elizza-parte
Cuarta parte:
https://ecency.com/hive-132410/@colladolisbeth/las-confidencias-de-elizza-parte-fd310b0f906ce
Las imágenes acá presentadas han sido tomadas de Pixabay, debajo de cada una puedes encontrar la fuente
Reveal spoiler
ENGLISH
Unexpected company
I was already in the seventh month of pregnancy. An ultrasound indicated that my baby was a girl. I was totally dedicated to prepare myself for the arrival to the world of this being that I was carrying inside me and that would become the most important thing for me because she was my first daughter.
One night David asked me something that at first seemed very crazy but then I accepted it because he asked me and I was unable to deny him something.
— Would you do me a favor?
— You know I would, David, what do you want?
— I have a problem with a cousin who is very special to me. When she >was little she lived in my house and has been like my younger sister. She comes from another city because she wants to study here, she only has me and as she is 18 years old I can't take her to live with me in the apartment. Could she live with you?
— How long will she live with me?
— Just for a while, while I look for a residence for her.
— Well, that's fine. My house is small and for a while there's no problem, but remember that when I have the baby I want my privacy back.
— No problem, I think I've already placed her somewhere by that time.
The next day David showed up with her. She was a really beautiful girl, she had a certain resemblance to him, especially in the color of her skin; slightly brown, the color of her eyes was light brown and her gaze was incisive and penetrating.
Her name was Laura and she had a rather flirtatious and expressive way of dressing.
Laura and I quickly became friends. For the first few days she slept on a mattress that David brought that we placed next to my bed. A few days later, however, I moved her up to my bed. I certainly found her to be an adorable and cuddly creature, she endeared herself to me easily. As I was still working, she stayed at home from early hours, got up, prepared breakfast, cleaned and tidied the apartment, prepared lunch and when I arrived she had dinner ready.
David increased the amount of money she gave me, with which we could buy food for both of us. My appreciation for her grew because she was a great support to me.
She wanted to start university studies but the new academic term was still four months away. She confessed to me that she had a recently married friend who lived in the city, with whom she could not live but could visit on weekends when her husband was traveling. When she began to do so, she would stay with that friend from Saturday afternoon until Sunday. I really missed her during that time she was away, I had gotten used to having her with me, and especially because David hardly ever visited me on the weekends.
About fifteen days before the birth I stopped working under the labor law. I became a little nervous as the due date approached. It was my first baby and although the doctors who were monitoring my pregnancy tried to reassure me with their words, I was afraid that something would go wrong.
David was getting colder and more indifferent to me every day, although he was still attentive and polite when we saw each other. I thought it was all due to the state I was in and that logically he must also be nervous because for him it was also his first daughter. I thought that when everything normalized he would be back to being the same passionate and affectionate man with me.
It was a Monday, I was fortunately accompanied by Laura. I started to feel labor pains at two o'clock in the afternoon. I told Laura to call David and the doctor. She was concerned because she had not been able to talk to the doctor who would be attending me, but she called the hospital and they sent an ambulance to take me. After an hour my pain became more frequent and soon we heard the horn of the ambulance announcing its arrival.
Laura had all the trousseau ready for both me and the baby girl in the case I had bought for the occasion. She accompanied me to the hospital and was by my side the whole time, until they took me to the delivery room at about six o'clock in the afternoon. David had not yet arrived and I could only see him when I woke up from the anesthesia. He was holding a beautiful baby in his arms.
Fifteen days after her birth, Laura Andreina was baptized in the chapel near David's apartment in honor of her godmother, Laura.
Like all new mothers, I dedicated myself body and soul to raising this precious little girl that heaven had sent us, but I did not want to neglect my figure and while she slept I took some time to exercise at home. That's how I was recovering my slim and slender figure that made such an impact on David when he met me.
Not a month after my delivery, David started to visit me again and tried to come when Laura was not there. The fear he felt about having children had disappeared and now he wanted a son, and I think he now thought I was safe for him, being the mother of his children.
Three months after my first delivery, I became pregnant again and my thoughts during the whole time were focused on having a boy to please my partner and keep him happy. The day I told him about it, he was so excited that he organized a small celebration in which the four of us participated, including the baby girl and Laura. That night dawned in the apartment and Laura had to go back to the mattress on the floor.
My second pregnancy was quiet like the first one, I didn't have any physical problems but destiny was preparing a bad trick that would change my life forever.
This story will continue...
If you want to read the previous chapters of my story, here are the links:
Part One:
https://ecency.com/hive-132410/@colladolisbeth/las-confidencias-de-elizza-primera
Second part:
https://ecency.com/hive-132410/@colladolisbeth/las-confidencias-de-elizza-segunda
Third part:
https://ecency.com/hive-132410/@colladolisbeth/las-confidencias-de-elizza-parte
Part four:
https://ecency.com/hive-132410/@colladolisbeth/las-confidencias-de-elizza-parte-fd310b0f906ce
The images presented here are taken from Pixabay, below each one you can find the source.
(ENG) Hello, I really enjoyed reading the chapters you developed so far, especially in this one, it was transcendental to express the anguish of a new mother and her difficulties at the time of giving birth, no doubt I am sure that many ladies will identify with these situations. Thank you for sharing it. Regards
(ESP) Hola, me ha gustado mucho leer los capítulos que desarrollaste hasta ahora, en este especialmente, fue trascendental expresar las angustias de una madre primeriza y sus dificultades al momento de dar a luz, sin duda estoy seguro de que muchas damas se identificaran con estas situaciones. Gracias por compartirla. Saludos
Hola, gracias por leer mi historia, ¡me alegra que te guste!. Un abrazo 🤗