ESPAÑOL
Una vecina indeseable
Era un día soleado y muy caluroso. Estaba trabajando afuera de la casa de mis padres en el frente de ella podando las plantas y limpiando la maleza. Este trabajo lo hacía con frecuencia pero a causa de los últimos acontecimientos estaba desmotivada y tenía varios días sin hacerlo. Estaba concentrada cuando de repente aparece a mi lado la sombra de una mujer que detrás de mi estaba de pie mientras yo permanecía agachada. Lentamente me levanté y mis ojos se cruzaron con los de ella. Delante de mí vi a una mujer esbelta, vestida con una falda muy corta de color naranja, que se ajustaba coquetamente a su cuerpo y luciendo además un escote bien pronunciado.
Me miró fijamente y me dijo:
_Tú eres Elizza, ¿verdad?
Me quedé en silencio por un buen rato. ¿por qué conocía ella mi nombre? Rápidamente traté de recordar si la había visto antes o quizás si podía ser de la familia, pero no recordé que se hubiera mencionado a alguien de la familia con las características de ella.
Observándola de nuevo minuciosamente, le respondí:
_ Si, yo soy, ¿por qué sabe mi nombre?
_ Soy amiga de tu padre y me acabo de mudar a dos cuadras de aquí, está él por casualidad en la casa?
_ No, salió hace rato. Mentí conscientemente porque mi deseo era no volver a verla más. No sé por qué, pero sentí algo extraño ante su presencia, como si algo presagiara que su venida nos traería problemas.
_Bueno, regresaré más tarde. Dile que la vecina lo estuvo buscando. ¿Tu hermano menor está contigo?
_ No. Mi mamá se lo llevó porque tenía que hacer unas compras, pero creo que pronto estará de regreso.
_ Bueno querida, nos vemos pronto. Chao.
_ Chao. Le respondí, alegrándome que se fuera.
A pesar de despedirse con una hermosa sonrisa en sus labios, me quedé muy seria, pensando en qué nos afectaría su vecindad.
Tres años atrás mi padre había aparecido con Miguel en sus brazos y en este momento era un niño de cinco años. Tenía unos bellos ojos de color gris que le brillaban como dos luceros y cuando se reía su dentadura resaltaba por el tamaño de los dientes. Era muy gracioso y alegre, siempre estaba jugueteando y para mí era un aliciente que alegraba mi vida, ya que con él pasaba la mayor parte de mi tiempo.
A los diez años cumplidos, yo no había podido hacer más allá del segundo grado de primaria, porque a pesar que la educación pública era gratuita, la escuela más cercana y era privada quedaba muy retirada de la casa y no había quien me llevara todos los días. Por otra parte, mi padre no estaba dispuesto a sacrificar sus fiestas de los sábados con sus amigos para pagarme los estudios. Él prefería malgastar su dinero en mujeres y en licor que utilizarlo en mi preparación, lo que quizás me hubiese evitado tantos sufrimientos en la vida. Cuando mi padre llegó al anochecer le mencioné lo de la vecina.
Su actitud inicialmente fue de sorpresa, pero lo disimuló muy bien al decir que no sabía de qué vecina se trataba. A partir de ese día, fueron más las noches que mi padre durmió afuera que en nuestra casa.
Hubo otro hecho que a mí me pareció extraño porque antes de ese día casi no ocurría. Mi papá empezó a llevarse al niño para el trabajo y a traerlo al anochecer. De esta manera, empecé a sentirme sola de nuevo y a continuar siendo el saco de arena donde mi mamá descargaba sus golpes por causa de su rabia y me sentía impotente ante todo lo que estaba ocurriendo. No comprendía todo lo que ella estaba sufriendo, lo único que sabía era que dirigía contra mí los misiles que debía enviar a mi padre.
Un día mi madre y yo salimos de compras. Fuimos al centro de la ciudad; y después de recorrer varios almacenes de calzado, me llevó a una heladería a comprarme un helado de chocolate. Pero apenas llegamos allí, quedamos estupefactas al ver a mi padre en la mesa del fondo muy cerca de la vecina y acariciándole el cabello. A mí no me quedó ninguna duda a pesar de mi edad de que mi padre y la vecina mantenían una relación amorosa. Mi madre me haló fuertemente para evitar que yo viera la escena pero ésta quedó grabada para siempre en mi mente.
Unos años más tarde, atando cabos y relacionando hechos, descubrí que la vecina era nada más y nada menos que la madre de mi hermano menor; y que mi padre la había traído cerca de nosotros para atenderla mejor, ya que él pretendía mantener las dos familias. También entendí que las salidas de Miguel con mi padre para el trabajo eran sólo una pantalla para llevárselo a su madre. Todo esto provocaba que mi padre cada día fuera más irresponsable con nosotras.
La historia continuará...
Si deseas leer la primera parte de mi historia, acá la puedes encontrar https://ecency.com/hive-132410/@colladolisbeth/las-confidencias-de-elizza-primera
Las imagenes fueron editadas por mi en canva
ENGLISH
An undesirable neighbor
It was a sunny and very hot day. I was working outside my parents' house in front of it pruning the plants and clearing the weeds. I used to do this work frequently but because of recent events I was unmotivated and had not done it for several days. I was concentrating when suddenly the shadow of a woman appeared beside me, standing behind me while I remained crouched down. I slowly stood up and my eyes met hers. In front of me I saw a slender woman, dressed in a very short orange skirt, flirtatiously fitting her body and sporting a plunging neckline.
She stared at me and said:
You are Elizza, aren't you?
I was silent for a long time, why did she know my name? I quickly tried to remember if I had seen her before or perhaps if she could be family, but I didn't remember that anyone in the family with her characteristics had been mentioned.
Watching her again thoroughly, I replied:Yes, I am, why do you know my name?
I am a friend of your father's and I just moved two blocks from here, is he by any chance in the house?
No, he went out a while ago. I consciously lied because my desire was to never see her again. I don't know why, but I felt something strange in her presence, as if something foreshadowed that her coming would bring us problems.
Well, I'll come back later. Tell him the neighbor was looking for him. Is your younger brother with you?
No. My mom took him because she had to do some shopping, but I think he'll be back soon.
_ Well dear, see you soon. Bye.
Bye. I answered him, glad he was leaving.
In spite of saying goodbye with a beautiful smile on his lips, I remained very serious, thinking about how his neighborhood would affect us.
Three years ago my father had appeared with Miguel in his arms and at this moment he was a five year old boy. He had beautiful gray eyes that shone like two stars and when he laughed his teeth stood out because of the size of his teeth. He was very funny and cheerful, he was always playing and for me he was an encouragement that brightened up my life, since I spent most of my time with him.
At the age of ten, I had not been able to go beyond the second grade of elementary school, because although public education was free, the nearest private school was very far from home and there was no one to take me there every day. On the other hand, my father was not willing to sacrifice his Saturday parties with his friends to pay for my studies. He preferred to waste his money on women and liquor than to use it for my preparation, which might have spared me so much suffering in life. When my father arrived in the evening, I mentioned to him about the neighbor.
His attitude was initially one of surprise, but he disguised it very well by saying that he did not know which neighbor it was. From that day on, my father slept outside more nights than in our house.There was another event that seemed strange to me because before that day it almost never happened. My dad started to take the child to work and bring him back in the evening. In this way, I began to feel alone again and to continue to be the punching bag where my mother unloaded her blows because of her rage and I felt helpless in the face of everything that was happening. I did not understand everything she was suffering, the only thing I knew was that she was directing against me the missiles she should send to my father.
One day my mother and I went shopping. We went downtown; and after going through several shoe stores, she took me to an ice cream parlor to buy me some chocolate ice cream. But as soon as we got there, we were stunned to see my father at the back table very close to the neighbor and stroking her hair. There was no doubt in my mind, despite my age, that my father and the neighbor were having an affair. My mother pulled me tightly to prevent me from seeing the scene but it was forever etched in my mind.
A few years later, tying things together and relating facts, I discovered that the neighbor was none other than my younger brother's mother; and that my father had brought her close to us to take better care of her, since he intended to support both families. I also understood that Miguel's outings with my father for work were just a screen to take him to his mother. All this caused my father to be more irresponsible with us every day.
The story will continue...
If you want to read the first part of my story, you can find it here https://ecency.com/hive-132410/@colladolisbeth/las-confidencias-de-elizza-primera
The images were edited by me in canva
(ENG) Hello happy evening I liked your story when I read it, I take this opportunity to give you the suggestion to use the literary hyphen for the dialogues using Alt + 0151 (from the numerical block), that way it will be in the center and not on the floor of the line. I hope this will be helpful. Regards
(ESP) Hola feliz noche me gusto su historia al leerla, aprovecho para darle la sugerencia de utilizar el guion literario para los diálogos usando Alt + 0151 (del bloque numérico), de esa manera quedara en el centro y no en el piso de la línea. Espero que le sea de ayuda. Saludos
Hola feliz noche @susurrodmidterio, muchas gracias por la sugerencia, la tendre presente en futuros post. Bendiciones.