ESPAÑOL
Editado en Canva
Esta obsesión enfermiza empezó siendo una pequeña fascinación, igual de insana pero, pequeña a final de cuentas. Me sentía como un verdadero pervertido cuando me di cuenta que me encontraba haciéndola a ella la protagonista de mis oscuras fantasías.
Mis deseos se vieron manchadas de perversión y locura cuando empecé a visualizarla a ella en mis sueños. Cuando cerraba mis ojos siempre se hallaba ahí, tan hermosa y deseable. Su piel me pedía a gritos ser tocada, su boca me exigía ser besada con furia y su cuerpo solamente ardía con la ilusión de que lo hiciera estallar en placer.
Así fue como llegue a esta turbia situación, oculto como un cobarde detrás de los frondoso arbustos que rodean el imponente instituto escolar al que asiste mi hermosa Alisa. Mis sentidos se ponen alerta al momento en el que escucho la campana, esa que da aviso de la hora de la salida. Me asomo por un momento y juro que vale la pena lo que veo, mi amada se encuentra ahí junto a su grupo usual de amigas. Sus largos cabellos dorados danzan al ritmo del viento, su blanca piel resplandece con el brillo del sol mientras que su risa rompe el espacio e ilumina el mundo, sus movimientos son tan agraciados que casi se me olvida esconderme cuando voltea asustada.
Cuando pasa cerca de las ramas donde me oculto, escucho sus palabras impregnadas de puro pánico— ¡No entiendo porque nadie me cree!— Te escuché decir de manera desesperaba, ojalá pudiera abrazarte— ¡Juro que me siento acosada!
— Nena, quizás es el estrés de las evaluaciones— Esa amiga tuya, Mary, en serio era comprensiva cariño.— Tranquila, todo está bien.
— Siento unos ojos en mi nunca todo el tiempo— No entiendo que siento ahora, esta emoción porque me notes es abismal— Siento que me estoy volviendo loca— Oh no, cariño, yo estoy aquí, lo juro.
— Tranquilízate— Decía la otra chica que siempre las acompañaba, Claire, mientras tomaba a mi ángel en un abrazo— Todo está bien, amiga— Mi cuerpo hirvio en celos al ver como las amigas de Alisa la abrazaban y le daban aliento. Yo deseaba tocarla así.
Mis manos se encuentran sudorosas y mi corazón late a toda velocidad, la adrenalina de ser descubierto se me hace sumamente embriagadora y a la vez excitante. Hay cierta diversión en lo incorrecto, siempre hay algo que nos tienta a pecar y nos emociona. Sí, ya sé lo mal que se escucha eso pero, juro que no pude evitar caer por ella, entiendo que quedo muy mal parado con esta confesión sin embargo no hay alguien que me cuestione más el deseo por Alisa que yo mismo.
Después de verla salir del instituto en un auto bastante conocido para mí, me dispuse a alejarme de la acera del instituto de manera sigilosa, todos los transeúntes parecían sumergidos en sus propios asuntos; ninguno me notaba.
Al llegar a mi auto que estaba estacionado dos cuadras alejada adrenalina que había experimentado por la posibilidad de ser capturado había pasado una notable factura justo debajo de mis pantalones, mi mente estaba revuelta y trabajaba más rápido de lo que podía procesar. En serio, me estoy volviendo loco, ¿O ya lo estoy?
Estoy convencido que mi raciocinio ha sido totalmente nublado, ya no soy el hombre que solía ser, soy un monstruo que se mueve solo por sus más siniestras fantasías. No me puedo sentir de otra forma después de la decisión que tomé, la necesito aquí a mi lado.
Lo tengo decidido, pronto la debo atraer hacia a mí, no sé cómo pero, lo conseguiré aunque sea lo último que haga en este plano terrenal. Consumir su inocencia se había convertido en una enorme necesidad. Era tanto el fervor con el que mi cuerpo aclamaba el suyo que estaba más que dispuesto a asumir las consecuencias de mi fatídico proceder.
El momento en el que la atraje hacía mí fue un cotidiano martes, tan aburrido a la vista de todos, un manjar de emoción para este servidor. Todo iba a ser pan comido, iba a ser muy fácil subirla a mi auto sin levantar ningún tipo de sospechosas, ella lo haría por voluntad propia. ¿Qué cómo sé esto? Bueno, se me paso por completo comunicarles que conozco a la preciosa Alisa, desde que era una solo una bebé. La vi crecer.
Sí, entiendo que ahora doy más asco, es impresionante como cada vez la situación me hace quedar peor. ¡Pero, esperen! No me juzguen tan duramente, yo solo fui un hombre que se enamoró locamente de una tentadora presa que suplicaba ser devorada.
Cuando la campana de salida se hizo presente, me apresure a salir de mi coche, no quería que por nada del mundo sus padres aparecieran y me arrebataran la oportunidad. Cuando me vió sus grandes ojos verdes se abrieron en sorpresa y su cara tomó una expresión de terror.
— ¿Qué haces aquí?— Nerviosismo presente en su voz, se ve tan preciosa— ¿Hay alguna emergencia?— Me siento cautivado por la forma en que sus labios dicen aquello, muero por probarlos y averiguar al fin el sabor de sus besos.
— Tu madre me avisó que tenía que buscar un paquete que le llegó hoy— Pronuncie buscándole forma a sus crecientes pechos debajo del uniforme escolar— ¿Subes?— Mi mano abriéndole la puerta la hizo sonreír, Dios mío cuanto haría para mantener esa sonrisa siempre en tu rostro.
Cuando subiste a mi automóvil y nos pusimos en marcha, supe que al fin te tenía. Te tenía aquí para mí, al fin. Tú figura en el asiento del copiloto me daban la certeza de que todo lo que había hecho había valido la pena, solo seríamos tú y yo.
Sus ojos brillaban con dulzura cuando me contaba con entusiasmo lo bien que le había ido en el colegio ese día, su cara se contrajo en confusión al ver que nos desviamos del camino que llevaba hasta su casa, pero la verdad, después de eso no recuerdo mucho.
Solo se me vienen pequeños recuerdos de lo dulces que fueron sus sollozos mientras mis manos ansiosas desgarraban su ropa y le hacía saber con mordiscos, aruños y succiones que me pertenece. No entiendo como pude ser tan brusco como para acabar con mi pequeña de aquella forma, sin embargo fue algo que siempre se contempló dentro de mis posibilidades, no planee matarla así. Siempre me imagine una muerte mucho más dulce, pero ahora mismo no podía llorar precisamente. Apenas todo comenzaba.
En menos de treinta minutos entró esa dichosa llamada que no sabía muy bien cuándo se haría pero, estaba seguro que llegaría. Así que tomé el teléfono y me dedique a escuchar con paciencia lo que la desesperada persona
— Hermano— Hipaba mi hermana menor entre sollozos— Nadie sabe donde está Alisa, la he buscado por todas partes— Decía afligida mientras yo admiraba el cuerpo inerte de mi sobrina sobre mi cama
Al fin cace a mi presa.
Respuesta al concurso Writtingclub
https://peakd.com/hive-132410/@hive-132410/writing-club-contest-theme-of-the-week-harassment-or-results-of-the-first-week-erotica
ENGLISH
Edited in canva.
This unhealthy obsession started out as a small fascination, just as unhealthy, but small nonetheless. I felt like a real pervert when I realized that I found myself making her the protagonist of my dark fantasies.
My desires became tainted with perversion and madness when I began to visualize her in my dreams. When I closed my eyes she was always there, so beautiful and desirable. Her skin cried out to be touched, her mouth demanded to be kissed furiously and her body only burned with the illusion that I would make it explode with pleasure.
That’s how I got to this murky situation, hiding like a coward behind the lush bushes surrounding the imposing school my beautiful Alisa attends. My senses become alert the moment I hear the bell, the one that announces the dismissal time. I look out for a moment and I swear that what I see is worth it, my beloved is there with her usual group of friends. Her long golden hair dances to the rhythm of the wind, her white skin glows in the sun’s brightness while her laughter breaks the space and illuminates the world, her movements are so graceful that I almost forget to hide when she turns around scared.
As she passes near the branches where I hide, I hear her words imbued with pure panic— I don’t understand why no one believes me- I heard you say in despair, I wish I could hug you— I swear I feel harassed!
— Baby, maybe it’s the stress of the evaluations- That friend of yours, Mary, was really understanding honey—Relax, everything is fine.
— I feel eyes on me all the time— I don’t understand what I’m feeling right now, this excitement because you notice me is abysmal—I feel like I’m going crazy- Oh no, honey, I’m here, I swear.
— Calm down— Said the other girl who always accompanied them, Claire, as she took my angel in a hug—It’s all right, friend— My body boiled in jealousy as I saw how Alisa’s friends hugged her and gave her encouragement. I longed to touch her like that.
My hands are sweaty and my heart is pounding, the adrenaline of being discovered is extremely intoxicating and exciting at the same time. There is a certain amusement in the wrong thing, there is always something that tempts us to sin and excites us. Yes, I know how bad that sounds but, I swear I couldn’t help but fall for it, I understand that I look very bad with this confession however there is no one who questions my desire for Alisa more than myself.
After seeing her leave the high school in a car quite familiar to me, I set about stealthily moving away from the sidewalk of the high school, all the passersby seemed immersed in their own business; none noticed me.
As I reached my car which was parked two blocks away adrenaline I had experienced from the possibility of being caught had taken a noticeable toll just below my pants, my mind was scrambled and working faster than I could process. Seriously, am I going crazy, or am I already?
I am convinced that my reasoning has been totally clouded, I am no longer the man I used to be, I am a monster driven only by his most sinister fantasies. I can't feel any other way after the decision I made, I need her here by my side.
I have made up my mind, soon I must draw her to me, I don't know how but, I will succeed even if it is the last thing I do on this earthly plane. Consuming her innocence had become an enormous need. It was so much the fervor with which my body was acclaiming hers that I was more than willing to assume the consequences of my fateful proceeding.
The moment I drew her to me was an everyday Tuesday, so dull in the sight of all, a delicacy of emotion for this servant. Everything was going to be a piece of cake, it was going to be very easy to get her into my car without raising any suspicions, she would do it of her own free will. How do I know this? Well, I completely forgot to tell you that I have known the beautiful Alisa since she was just a baby. I watched her grow up.
Yes, I understand that I'm more disgusting now, it's amazing how each time the situation makes me look worse. But, wait! Don't judge me so harshly, I was just a man who fell madly in love with a tempting prey begging to be devoured.
When the starting bell rang, I hurried out of my car, I didn't want for anything in the world for her parents to show up and snatch the opportunity away from me. When she saw me her big green eyes widened in surprise and her face took on an expression of terror.
— What are you doing here?— Nervousness in her voice, she looks so beautiful —Is there an emergency — I am captivated by the way her lips say that, I am dying to taste them and finally find out the flavor of her kisses.
— Your mother told me she had to pick up a package that arrived today— I pronounced looking for the shape of her growing breasts under her school uniform- Are you coming up- My hand opening the door made her smile, my God how much I would do to keep that smile always on your face.
When you got into my car and we set off, I knew I finally had you. I had you here for me, at last. Your figure in the passenger seat gave me the certainty that everything I had done had been worth it, it would just be you and me.
Your eyes sparkled with sweetness as you excitedly told me how well you had done at school that day, your face contorted in confusion as we turned off the road that led to your house, but truth be told, I don’t remember much after that.
Only small memories come to me of how sweet her sobs were as my eager hands tore at her clothes and let her know with bites, scratches and sucks that she belongs to me. I don’t understand how I could be so abrupt as to end my little girl that way, however it was something that was always contemplated within my possibilities, I didn’t plan to kill her like that. I always imagined a much sweeter death, but right now I couldn’t exactly cry. Everything had just begun.
In less than thirty minutes, that blissful call came in, I didn’t know when it would be made, but I was sure it would come. So I picked up the phone and listened patiently to what the desperate person was saying.
— Brother— My younger sister was sobbing and sobbing— No one knows where Alisa is, I have looked for her everywhere— She said, distressed, while I admired the inert body of my niece on my bed.
I finally caught my prey.
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Una narrativa de un hecho aboiominable que solo mentes pervertidas lograrían conquistar, ¿De la misma familia?, más aterrador y repugnante...
Excelente trabajo, una narrativa que mantiene al lector asumido en la historia.
Saludos
Me alegro mucho que te haya gustado, quería desarrollar la historia de tal forma en que te sintieras asqueada. El hecho de que en la mente de nuestro protagonista él amaba a Alisa, es realmente repulsivo. Una historia de acoso desde el punto de vista de la mente enferma del acosador.
¡Saludos!, Espero que nos podamos leer en otra ocasión