Muchas veces he pensado que cada ser humano es un diamante rodeado por una gruesa capa de carbón que impide que veamos lo que realmente somos,a qué hemos venido a esta tierra y a qué lugar iremos después que se termine nuestra labor.
Cuando comenzamos a entender quienes somos, en cuando comenzamos a tallar y romper esa capa que impide que brillemos tal como somos. Y no es para brillar más que los demás... ¡No! Es para que nuestra luz, inspire a otros a emprender su propio camino a la felicidad y a brillar tanto como lo hacen las estrellas en el firmamento... ese firmamento a dónde pertenecemos.
Me encantó tu historia y simplemente demuestra que somos seres espirituales que hemos venido a aprender experiencias humanas en esta tierra.
Así es, querido amigo. Cada ser tiene su propio brillo interior, que a veces descuida por el sentimiento de la competencia y detenerse solo a mirar lo del contrario. Si viviéramos nuestra vida en paz y solo atentos a evolucionar sin dañar al de al lado, el mundo sería otra cosa.
Gracias por visitarme y dejar tu valioso comentario que aprecio siempre. Un abrazo de vuelta y por supuesto, mi cariño! 🤗😘🥰