Este hospital es muy complejo, o sales victorioso o sales muerto. He escuchado una conmovedora historia de un paciente de otra habitación. Mientras yo en la mía no dejo de pensar: "Si hubiese estado en su lugar, ¿Cuál sería mi decisión?".
Ya sabía que gran parte de mi condición de salud era culpa mía. Que yo no quería mejorar y dejar aquel hospital en el que tan cómoda me sentía. Me negaba, me negaba rotundamente a seguir las terapias y a tomar la medicina. Me hacía daño y, por más que lo intentaba, yo no veía mejoría. Así que solo me quedaba una opción, supuestamente era la mejor.
El doctor entra a mi habitación y me mira mientras yo desvío la mirada. Un frío profundo penetra la delgada bata. Me pregunta, fingiendo calma. qué pienso hacer ahora que sé que estoy muriendo. Sabe que él no puede hacer nada, sabe que solo yo puedo salvarme de esto.
No le contesto. Llegue a ese fatídico momento en el que el tiempo pierde sentido. Mis ojos buscan la luz del sol como si en ella encontraran alivio. La verdad duele más de lo que imaginé. Busco, casi sin fuerzas, sentarme en la camilla para no desplomarme y caer.
En forma de reproche suelto: "No sé qué hacer, pero no quiero morir". Su sonrisa me hace sentir un poco culpable. Él ya me dijo lo que tenía que hacer y, aunque me niegue, al final todo depende de mí. Y ahora estoy aquí, enfrentándome a lo que más temí. No saldré de este lugar, fuera de él no hay lugar feliz.
Lágrimas mojan mi rostro quebrantando lo que quedaba en mi ser. Pienso: "No tengo fuerza, no lo lograré. Sin duda moriré". El doctor me conoce y me quiere, casi puede leer mi mente. Decide irse dejando la decisión en mis manos. Yo por otra parte siento que se me acaba el aire, ya están echados los dados.
El tiempo me castiga, el tiempo es demasiado cruel. Veo como se desvanece la luz que entra por la ventana y junto a ella siento mi cuerpo desfallecer. Habiendo ya tomado la decisión, sonrió al saber en lo profundo de mi interior que es lo mejor. Obtendré alivio y ya no habrá dolor. Dejaré de sentir, aunque eso se arrastre a su paso todo lo que en mí quedó.
Tomando esa hermosa flor que creció en mi pecho, la siento por última vez, recuerdo su color, su olor. Y tratando de no llorar la arranco sin titubeo. Un líquido cálido empieza a recorrer mi pecho empapándome de ese hermoso rojo carmesí. Me debilito con cada gota que sale de mí. Escucho a lo lejos pasos que se acercan a toda prisa, el doctor se asombra al verme acostada tan tranquila en la camilla. Y dice a los demás "ya falleció". Lo embargaba un sentimiento compuesto de alivio y dolor.
Lo último que escuché fue al doctor, diciendo: "Hora de muerte 6:22". "Causa de muerte: se arrancó su última ilusión del corazón".
English Version
This hospital is very complex, you either come out victorious or you come out dead. I heard a touching story from a patient in another room. While I was in mine, I kept thinking, "If I had been in his place, what would my decision have been".
I already knew that much of my health condition was my fault. That I didn't want to get better and leave that hospital where I felt so comfortable. I refused, I flatly refused to follow the therapies and take the medicine. It was hurting me, no matter how hard I tried, I could not see any improvement. So I had only one option left, supposedly the best one.
The doctor enters my room and looks at me while I look away. A deep chill penetrates the thin robe. He calmly asks me what I plan to do now that I know I am dying. He knows he can't do anything, he knows only I can save myself from this.
I don't answer him, I reach that fateful moment when time loses meaning. My eyes search for the sunlight as if they could find relief in it. The truth hurts more than I imagined, I try almost without strength to sit on the stretcher so as not to collapse and fall.
As a reproach I blurt out: "I don't know what to do, but I don't want to die". His smile makes me feel a little guilty, he already told me what to do, even if I refuse in the end it's up to me. And now I'm here, facing what I feared the most. I won't leave this place, outside of it there is no happy place.
Tears wet my face, breaking what was left in my being. I think: "I have no strength, I won't make it. I will surely die. The doctor knows me and loves me, he can almost read my mind. He decides to leave, leaving the decision in my hands. I, on the other hand, feel that I am running out of air, the dice are already cast.
Time punishes me, time is too cruel. I see how the light coming through the window fades and, next to it, I feel my body faint. Having already made the decision, I smile knowing deep inside me that it is for the best. I will get relief and there will be no more pain. I will stop feeling, even if it drags in its wake all that was left in me.
Taking that beautiful flower that grew in my chest, I feel it for the last time, I remember its color, its smell. And trying not to cry I pluck it without hesitation. A warm liquid begins to run down my chest soaking me with that beautiful crimson red. I weaken with every drop that comes out of me. I hear footsteps approaching in the distance, the doctor is amazed to see me lying so calmly on the gurney. And he says to the others, "She has passed away". He was overcome with a feeling of relief and pain.
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