Caballito gallo
de mis extrañas pesadillas,
me recuerdas tembloroso
mis pasadas caminatas,
nocturnas y bohemias
cargando una guitarra desafinada.
Cuantas serenatas se hicieron viento
bajo el amparo de la noche.
Cuantos besos
se quedaron en risas de amistad,
mientras el corazón
consumía las ganas
de aquella parvada adolescente,
hasta que el sol inclemente,
terminaba con su suerte, sin piedad.
Mas de esa misma suerte,
pasó mi juventud
mientras que tú, indiferente,
a diario por tu casa
me veías pasar..
Poesía y dibujo
@saulos
@saulos cuando hay guitarra hay melodía así sea desafinada. Gracias por compartir tus recuerdos
Gracias. Siempre me pasaba que no podía hacer ambas cosas, o tocaba la guitarra o cantaba.