Ja, ja, ja. Ya sé que debes sacrificarte por caminar. Sabes, yo también debería seguir tu ejemplo. Mientras tanto, disfrutaré de tus divagaciones y andanzas, mi estimado amigo.
Un abrazo fuerte en la virtualidad.
Ja, ja, ja. Ya sé que debes sacrificarte por caminar. Sabes, yo también debería seguir tu ejemplo. Mientras tanto, disfrutaré de tus divagaciones y andanzas, mi estimado amigo.
Un abrazo fuerte en la virtualidad.
La verdad, prefiero obligarme yo, antes que me lo impongan o enfrente circunstancias penosas.
No me he subido a una balanza, pero sospecho que voy perdiendo la batalla al sobrepeso.
Ya veremos. (dijo un ciego)