Cuando era niño siempre miraba un samán en un terreno grande colindante con mi casa, ese samán no competía con otras plantas a su alrededor, y por eso, sus ramas se extendían muy horizontalmente, tanto así que la distancia de un extremo a otro superaba con creces su altura; años después lo cortaron, era imponente. Saludos estimado @josemalavem y gracias por comentar.
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