(Imagen propia).
Un entusiasta saludo a toda esta linda comunidad cervantina. Hacía tiempo estaba ausente por motivos de fuerza mayor, pero aquí estoy de nuevo, lista para retomar la senda de las publicaciones, en nombre de Dios. Y vengo con un cuento infantil, que espero sea de su agrado.Don Pericotón y el gato mago Chupito.
Esa mañana del domingo, el gatito achispado se levantó muy temprano, y con rápidos movimientos de rabo le dio a entender a su dueño que estaba ansioso de aventuras.
Don Pericotón era un viejo que se encargaba de cuidar y alimentar a Chupito, que era como se llamaba el gato.
Don Pericotón metió al gato en una mochila, y se fueron de salida por otro pueblo y, como sabía trucos, le enseñó varios al gato, para ponerlos en práctica, y ganar mucho dinero.
A los 15 días, la gente se arremolinaba para admirarse de los números que montaban Don Pericotón y Chupito, y ya a los 6 meses eran dueños de un circo.
Pero a Don Pericotón le ofrecieron mucho dinero por el gato y, debido a que no aguantó la tentación, lo vendió.
Don Pericón compró otro gato para enseñarle los trucos que ya había usado con Chapito. Pero por más que procuraba no lo logró y tuvo que despedirlo.
Siguió probando con otros gatos, pero nada de nada.
Entonces, decidió ir a buscar de nuevo a Chupito. Lo ubicó, pero por más dinero que le ofreció al nuevo dueño, no logró convencerlo.
Don Pericotón vio cómo tenía que gastar para sobrevivir, y fue donde Chupito con la esperanza de que volviera, pero el nuevo dueño se conmovió, y contrató a Don Pericotón para que se encargara de montar las fiunciones donde la atracción era Chupito.
El negocio fue aún más exitoso, y todo el mundo fue feliz desde entonces.