Dibujo e imagen propia.
Llegó el mes de la Navidad.
Con sus promesas permanentes de alegría para alcanzar la cordialidad y la unión tanto familiar como de amistad, nos llega el mes de diciembre. Nacimiento del Redentor.
Pero esta vez diciembre nos debe traer, más que ofrecimientos, la cristalización de esperanzas y la realización de anhelos y sueños.
Por supuesto, que la posición adoptada en esta oportunidad es distinta y bastante recatada, pero no dejamos de ligar por una felicidad mundial que, con muchas fuerzas, aspiramos de Dios Poderoso, en el sentido de volver la paz, la quietud y los niveles de concertación en los ámbitos políticos, sociales y en todos los aspectos de la vida.
Mes siempre lleno de entusiasmo y de motivación para el compartir, esta vez diciembre tiene un serio compromiso, que es el de recuperar la confianza en la vida para emprender planes y proyectos.
La fe es fundamental para seguir adelante, y ya sabemos el papel de la educación.
Deseamos que vuelvan los tiempos de cenas navideñas, de hallacas, de furruco, cuatro, gaitas, parrandas y villancicos.
Y de igual manera, esperamos abrazarnos el 31, para desearnos un FELIZ AÑO NUEVO 2022.
Tomada de la mano de Dios.