Quédate con las cosas buenas, recuerda aquello que alguna vez te sacó una sonrisa, que te hizo feliz y que te alegró el día.
Ya no llores por esas cosas que poco a poco dejamos de recordar, ya no metamos nuestros dedos en las heridas del pasado, y si es posible perdonemos desde el corazón.
En la vida tendremos más oportunidades, tendremos que seguir aprendiendo, y valoraremos todo lo que el pasado un día nos enseñó.
Saquemos de nuestro corazón las espinas que nos están lastimando, y pasemos esa página que aún no logramos entender, aún falta más libros por terminar.
Así que, no es ser estúpido al recordar un bonito momento, porque son esas cosas las que nos hacen sentir vivos y seguir amando.