Detalle de la "Adoración de los Pastores" de El Greco.
Los nacimientos católicos no representaban como tal la natividad de Jesús, sino más bien la adoración de los magos. Esto lo sabemos porque los magos no llegaron a Belén el mismo día en que Jesús nació, sino meses después. Según el Evangelio de Mateo, éstos venían desde el Oriente siguiendo una estrella que indicaba el nacimiento del "rey de los judíos". Por lo tanto, habría que tomar en cuenta la duración de su viaje, de unos mil kilómetros, si hubieran venido desde Mesopotamia hasta Jerusalen, donde primero fueron a encontrarse con Herodes:
"Herodes llamó secretamente a los magos y se informó con ellos del tiempo exacto de la aparición de la estrella. Los despachó luego a Belén, diciéndoles: Id y haced una investigación exacta acerca de ese niño; y avisadme luego que lo encontréis, para ir yo también a adorarlo. Oída la recomendación del rey, partieron; y la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos hasta que llegó y se paró arriba de donde estaba el niño".
Este mismo evangelio sugiere que Jesús tenía aproximadamente dos años cuando los magos llegaron a visitarlo al pueblo de Belén, según se desprende del decreto infanticida de Herodes:
"Cuando Herodes vio que los magos lo habían engañado, se enfureció muchísimo y mandó matar a todos los niños varones de dos años para abajo que se hallaran en Belén y en sus alrededores, de acuerdo con el tiempo que había averiguado por medio de los magos".
Esta estimación también se ve confirmada en el evangelio (apócrifo) de Pseudo-Mateo, donde se afirma que: "Transcurridos dos años, vinieron de Oriente a Jerusalén unos magos, que traían consigo grandes ofrendas". De modo que es imposible que los magos estuvieran presentes en el nacimiento, según lo que dicen los propios evangelios.
En cambio, según la tradición, los que sí estuvieron presentes en las horas o días inmediatos al nacimiento fueron las comadronas y los pastores. De acuerdo con el evangelio de Pseudo-Mateo, las primeras en llegar fueron las comadronas (parteras):
"José había ido a buscar comadronas. Mas, cuando estuvo de vuelta en la gruta, María ya había parido a su hijo. Y José le dijo: Te he traído dos comadronas, Zelomi y Salomé (...) Y Zelomi, habiendo entrado, dijo a María: Permíteme que te toque. Y, habiéndolo permitido María la comadrona dijo: (...) He aquí lo que yo nunca he oído, ni supuesto, pues sus pechos están llenos de leche, y ha parido un niño, y continúa virgen. El nacimiento no ha sido maculado por ninguna efusión de sangre, y el parto se ha producido sin dolor".
Mientras que la visita de los pastores se narra en el Evangelio de Lucas:
"En aquella misma comarca estaban unos pastores que pasaban la noche en el campo, velando por turno y guardando sus rebaños durante las horas de la noche. A estos pastores se les apareció un ángel del Señor (...) que les dijo: hoy os ha nacido en la ciudad de David un Salvador, el cual es el Cristo. Os doy estas señas: hallaréis un niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre. (...) A toda prisa fueron [a Belén] y encontraron a María y a José con el niño recostado en el pesebre".
Detalle de la "Adoración de los magos" de Pablo Esquert.
Otra imprecisión, aunque esta más contemporánea, es la que afirma que María y José eran 'refugiados' o 'migrantes' en la época en que Jesús nació. Pero lo cierto es que habían viajado a Belén con la intención de empadronarse en el censo provincial ordenado por Augusto. Probablemente también con la intención expresa de que su hijo naciera en ese pueblo, ya que José se tenía por descendiente del rey David, que a su vez había nacido en Belén. Según el Evangelio de Lucas:
"Mientras estaban allí, se le llegó a María el tiempo de dar a luz, y tuvo a su hijo primogénito, al cual envolvió en pañales, y lo recostó en un pesebre porque no alcanzaron lugar en la hospedería".
Es decir, el hecho de que Jesús fuera recostado en el pesebre no tiene ninguna relación con el 'éxodo' de los refugiados, ni con las migraciones poblacionales. Lo que parece más probable es que el parto se adelantó un poco en la fecha que se tenía prevista y María tuvo que dar a luz, por así decirlo, a orilla del camino. Ya que la tradición registra que el parto sucedió en una gruta, a donde María fue guiada por un ángel. Especificando que:
"El tercer día después del nacimiento del Señor, María salió de la gruta, y entró en un establo, y depositó al niño en el pesebre, y el buey y el asno lo adoraron. Entonces se cumplió lo que había anunciado el profeta Isaías: El buey ha conocido a su dueño y el asno el pesebre de su señor".
De este modo entraron en los 'nacimientos' el buey y el asno, y como vimos, también los pastores. A las que no se les ha dado espacio en la representación es a las parteras.
Solo resta decir que según los textos, José y María permanecieron en Belén por al menos dos años posteriores al censo, aunque seguramente cambiaron de alojamiento. Lo que implica que los magos no adoraron a Jesús estando en el pesebre. Por cierto que los evangelios nunca mencionan el nombre ni el número de los magos que realizarón la adoración (ni siquiera dice que fueran reyes).
Tampoco se dice que Jesús haya nacido el 25 de diciembre. En todo caso habría nacido en el verano o en el otoño cuando los pastores mantenían a sus animales al aire libre. La fecha decembrina fue elegida posteriormente para hacerla coincidir con la fiesta romana del nacimiento del sol Dies Natalis Solis Invicti, que se celebraba durante el solsticio de invierno.
Fuentes utilizadas:
Nuevo Testamento, versión inmediata del griego por Agustín Magaña Méndez. Ediciones Paulinas, México, 1997.
Los Evangelios Apócrifos, por Edmundo González Blanco. https://escrituras.tripod.com/Textos/EvPsMateo.htm
Este mismo artículo con ligeras variantes lo publiqué en mi perfil de facebook el día 24 de diciembre de 2021.