la luna es su risa cuando mengua.
capaz de abrir cualquier cerrojo.
capaz pagar la mayor de las deudas.
mis brazos se convirtieron en su abrigo.
me encanta ver su rostro cuando duermo.
y es que ya no quiero ser solo ese amigo.
tener la dicha del permiso de tu boca.
quizá sea poco lo que ofrezco.
o quizá sea la vida quien hoy se equivoca.