ESPAÑOL
Hola amigos HIVE… este tema es una proposición a la belleza femenina narrada en prosa… 1, 2, 3 Acción…
Un pueblo pequeño, lleno de flores y un inmenso rio que lo cruzaba de extremo a extremo. Roxana en su habitación, quien le gustaba jugar horas con el cepillo mientras de peinaba, se miraba en su espejo de mano haciéndose preguntas inocentes. Recordaba su primer novio subiendo las paredes del jardín a través de la enredadera de hiedra, y ella esperando deseosa saboreando su pintura de labios recién untada. Son cálidos los peinados donde se acaricia su cabello de oro. La música de fondo le asusta. Suelta el cepillo y comienza espolvorear maquillarse sobre la piel de su mejilla. Se afea cuando unta colores inadecuados. Parece mujer traicionera, mujer celosa. Las pinceladas de sus ojos la hacen ver cadavérica, pensó. Esos colores tristes le recuerdan las mentiras de Antonio, cuando compartió con él la fiesta de fin de año celebrada en el pueblo. Fiesta glamorosa donde se hace honor a la Inmaculada Concepción, lleno de desfiles y agotadoras noches de bailes y orquestas. Ese descarado les propuso noviazgo a tres chicas esa noche. Una de ellas era Roxana. Aquel amorío le alboroto todos los instintos. Soltó el maquillaje y volvió a agarrar el cepillo. Remirándose varias veces, se dio ímpetus para reafirmar que aquel chico podría haber sido el amor de su vida. Pero sabía que lo que había hecho, estaba bien hecho, al menos por los momentos. La sedosidad de su cabello le calmaba las penas. Nunca dejaba la puerta abierta, pero extrañamente se mantuvo abierta por cierto tiempo, pensó que era su madre que estaba husmeando por su cuarto. Tomo la pulsera de corazones purpura, se recostó, sin soltar el espejo comenzó a hacer mofas con su rostro. Golpearon la ventana con una piedra. Roxana soltó el espejo junto con el cepillo, corrió hasta la ventana, miro los linderos de hiedra de los jardines, pero no vio a nadie. Cuando se regresaba, volvieron a golpear la ventana. Esta vez se regresó bruscamente sin dejar de observar todos los recodos del jardín, justo detrás de los rosales estaba su primer novio haciéndole señas.
Se puso nerviosa, esa no era la visita que esperaba ese día. Dio varios pasos, hacia adelante y hacia atrás, como dudando de lo que tenía que hacer. Su mama toco la puerta del cuarto y pregunto que si todo estaba bien, Roxana le respondió desde lejos que estaba bien, que todavía se estaba peinando. La madre afirmo lo dicha por Roxana y se alejó de la puerta, sin antes advertirle que su padre junto a tío estaba por llegar. Roxana le dijo que estaba bien, que ella estaba pendiente. Se regresó rápidamente a la ventana para verificar si todavía estaba el chico en los rosales. De momento no lo vio. Se asustó con las consecuencias de volver con su primer novio. Pensó en tantas cosas, que todos sus pensamientos se enredaban entre tristezas y alegrías. La madre volvió a tocar la puerta y le grito a Roxana que se preparara para cenar porque venía su primo Antonio. Su corazón parecía que iba a reventar, las cosas se estaban complicando. Pero ella sentía la necesidad de acudir a su espejo y consultar de nuevo, como lo venía haciendo religiosamente desde los diez años cuando se lo regalo su madre. Eran dos cosas importantes para Roxana. Su madre y su espejo de mano. Ambas cosas le ayudaban a resolver sus problemas. Su espejo era su amuleto en cierta forma. Una andanada de mensajes comenzaron a llegar al celular. Roxana los miraba pero no respondía a ninguno de ello. Se sentó en la PC y comenzó a merodear en las redes sociales, para verificar los estados de los chicos. Pero no estaban en línea. Legaron otros mensajes por el celular y en el último enviado por Antonio le indicaba que iba hasta su casa. Releyendo rápidamente entre otros, recibió uno más impactante todavía. Se trataba de su compañero de estudios Juan Carlos que quería hablar con ella esa noche. Sus manos tomaron su cabeza y se estrujó el cabello de desespero. Se lanzó en la cama y se colocó una almohada en la nuca. Comenzó a hacer ruidos con la boca, como tarareando una melodía. Roxana espantada por su suerte, se levantó de repente y salto literalmente hasta la peinadora, buscando su espejo de mano, su amuleto de la suerte. Lo levantó desesperada y con mano temblorosa, tropezó su codo con el florero que estaba allí ceca y el espejo de mano cayó, haciéndose trizas los cristales del espejo. Le dio mucha rabia. Camino la habitación varias veces con mucha angustia. Se detuvo a la mitad de la habitación, se sentó a la orilla de la cama, llevo sus dos palmas de la mano hasta la boca y allí espero que la providencia actuara. Permaneció en silencio por varios minutos. Sintió pasos en el pasillo pero espero que la persona hablara desde afuera. La persona se detuvo frente a la puerta, toco, le dijo: “Soy tu madre otra vez, necesito que te prepares Roxana, sal de una vez por todas de esa habitación hija, Antonio está por llegar, y abre la puerta por favor, para entregarte otro espejo de mano para que te termines de arreglar… sé que partiste el otro… y también sé que tu noviecito anda por entre los rosales…”
ENGLISH
Hello HIVE friends... this theme is a proposition to feminine beauty narrated in prose... 1, 2, 3 Action...
A small town, full of flowers and an immense river that crossed it from end to end. Roxana in her room, who liked to play for hours with the brush while combing her hair, looked at herself in her hand mirror asking innocent questions. She remembered her first boyfriend climbing the garden walls through the ivy vine, and her waiting eagerly savoring her freshly smeared lipstick. It's warm hairstyles where she strokes her golden hair. The background music startles her. She lets go of the brush and begins to sprinkle makeup on the skin of her cheek. She shades when she smears inappropriate colors. She looks like a treacherous woman, a jealous woman. The brushstrokes in her eyes make her look cadaverous, he thought. Those sad colors remind her of Antonio's lies, when she shared with him the New Year's Eve party held in town. A glamorous party honoring the Immaculate Conception, full of parades and exhausting nights of dances and orchestras. That cheeky guy proposed to three girls that night. One of them was Roxana. That love affair stirred all her instincts. She let go of her make-up and picked up the brush again. She gave herself several times the impetus to reaffirm that this boy could have been the love of her life. But she knew that what she had done was well done, at least for the moment. The silkiness of his hair soothed her sorrows. She never left the door open, but strangely it stayed open for some time, she thought it was her mother snooping around her room. She took the purple heart bracelet, leaned back, without letting go of the mirror began to make gibes with her face. They hit the window with a stone. Roxana dropped the mirror along with the brush, ran to the window, looked at the ivy borders of the gardens, but saw no one. As she turned back, there was another knock on the window. This time she turned back abruptly without ceasing to observe all the corners of the garden, just behind the rose bushes was her first boyfriend beckoning her.
She became nervous, this was not the visit she was expecting that day. She took several steps, back and forth, as if doubting what to do. Her mother knocked on the door of the room and asked if everything was all right, Roxana answered from a distance that she was fine, that she was still combing her hair. Her mother affirmed Roxana's statement and walked away from the door, without warning her that her father and uncle were about to arrive. Roxana told her that she was fine, that she was watching. She quickly went back to the window to check if the boy was still in the rose bushes. For the moment she did not see him. She panicked about the consequences of going back to her first boyfriend. She thought of so many things, all her thoughts tangled between sadness and joy. Her mother knocked on the door again and shouted to Roxana to get ready for dinner because her cousin Antonio was coming. Her heart felt like it was going to burst, things were getting complicated. But she felt the need to go to her mirror and consult it again, as she had been doing religiously since she was ten years old when her mother gave it to her. Two things were important to Roxana. Her mother and her hand mirror. Both helped her solve her problems. Her mirror was her amulet in a way. A barrage of messages began to arrive on her cell phone. Roxana looked at them but did not respond to any of them. She sat down at the PC and began to prowl the social networks, to check the boys' statuses. But they were not online. Other messages came in on the cell phone and the last one sent by Antonio indicated that he was going home. Reading quickly among others, he received an even more shocking one. It was from her classmate Juan Carlos who wanted to talk to her that night. Her hands grabbed her head and she wrung out her hair in despair. She threw herself on the bed and placed a pillow on the back of her neck. He began to make noises with his mouth, as if humming a tune. Roxana, frightened by her luck, suddenly got up and literally jumped to the hairdresser, looking for her hand mirror, her lucky charm. She picked it up desperately and with a trembling hand, tripped her elbow on the vase that was there and the hand mirror fell, shattering the mirror's glass. She was very angry. She paced the room several times in anguish. He stopped in the middle of the room, sat down on the edge of the bed, put his two palms up to his mouth and waited for providence to act. He remained silent for several minutes. She felt footsteps in the hallway but waited for the person to speak from outside. The person stopped in front of the door, knocked and said: "It's your mother again, I need you to get ready Roxana, come out of that room once and for all daughter, Antonio is about to arrive, and open the door please, to give you another hand mirror so you can finish getting ready... I know you broke the other one... and I also know that your little boyfriend is in the rose bushes..."
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