ESPAÑOL
Hola amigos HIVE… les traigo un relato que me pareció interesante, salidos de mis carpetas archivadas de ciencia ficción… Ok vamos a leer el relato… 1, 2, 3… acción…
Hubo una vez un inventor, que tardo casi toda su vida fabricando una famosa máquina del tiempo. Sus barbas crecieron tanto que se volvieron blancas con el afán de terminarla. La ráfaga de luz de la mañana varias veces lo encontró dormido sobre el mesón de trabajo del taller. El señor Carrinso López, abogado de la familia, lo visitaba una vez por mes para preguntarle cómo iba con la máquina, a lo que el inventor siempre les respondía con las mismas palabras: “De seguro usted será la primera persona en enterarse…” El señor Carrinso se reía, porque en bromas le explicaba que un día de estos se lo llevaría la muerte, y la incógnita quedaría allí sembrada para siempre, entre un montón de hierro retorcido. El inventor continuo comentando: “Vamos, rece usted bastante porque yo también lo hare para llegar a terminar el trabajo prometido” Una tarde casi terminado uno de los arreglos que suponía era el desperfecto clave, con el cual no daba en el blanco para reparar la máquina. De repente, casi sin querer hacerlo, accionó y encendió la máquina al cambiar varios repuestos. Tenía deseos de gritar de euforia, pero en realidad, el hecho de estar encendida la máquina, no demostraba que funcionaba, debía comprobar el proceso de traslado a otra época para cerciorarse que todo andaba bien. Comenzó a leer los protocolos de operación de la máquina. Entrada la madrugada se armó de valor y lo hizo. Se sentó en la butaca principal, controlo las fechas señaladas en los comandos y pulso el interruptor principal. Sintió pánico, luego un zumbido muy fuerte, un vacío se le hizo en el estómago y pasados unos pocos segundos se transportó a una fecha futura indicada. Cien años adelante. El lugar de aparición de la maquina en el futuro fue el mismo lugar donde estaba la máquina en el tiempo real. Su casa y todos los alrededores se convirtieron en un moderno y gran museo. Mientras interactuaba con las personas del futuro, sin que estas asumieran su presencia física, se alejó de los jóvenes que se turnaban en viajar en la Máquina del tiempo, lo hacían como si usaran un video juego de mis tiempos. Observe que en una placa frontal de la maquina tenía su nombre en letra corrida de aspecto metálica y con luces de neón en los bordes, era como la marca de la máquina. Esperó a que se desocupara una de las máquinas y regreso a la fecha de donde había partido. Se mantuvo en silencio toda esa semana ante su mujer e hijos y dejó que pasara el tiempo, y cubrió la maquina con una funda. Al mes siguiente el señor Carrinso López volvió a pasar y consecuentemente volvió a hacer la pregunta de costumbre, a lo que el inventor le respondió: “Nada todavía amigo Carrinso, nada todavía, creo que esa máquina se va a volver polvo…” el señor Carrinso respondió inediatamente: “Bueno, polvo somos y en polvo nos convertiremos amigo inventor…”
ENGLISH
Hello HIVE friends... I bring you a story that I found interesting, out of my archived science fiction folders... Ok let's read the story... 1, 2, 3... action...
Once upon a time there was an inventor, who spent most of his life making a famous time machine. His beards grew so long that they turned white in the eagerness to finish it. The morning blast of light several times found him asleep on the workbench in the workshop. Mr. Carrinso López, the family's lawyer, visited him once a month to ask him how the machine was coming along, to which the inventor always replied with the same words: "Surely you will be the first person to find out...". Mr. Carrinso laughed, because he jokingly explained that one of these days death would take him away, and the unknown would remain there forever, in a pile of twisted iron. The inventor continued commenting: "Come on, pray enough because I will also pray enough to get to finish the promised work" One afternoon almost finished one of the repairs that he supposed was the key flaw, with which he did not hit the target to repair the machine. Suddenly, almost unintentionally, he turned on the machine and switched on the machine while changing various spare parts. He wanted to scream with euphoria, but in reality, the fact that the machine was on did not prove that it was working, he had to check the process of transferring it to another era to make sure that everything was going well. He began to read the machine's operating protocols. In the early hours of the morning, he got up the courage to do it. He sat down in the main seat, checked the dates indicated in the commands and pressed the main switch. He felt panic, then a loud buzzing sound, an emptiness in his stomach and after a few seconds he was transported to a future date. One hundred years ahead. The place where the machine appeared in the future was the same place where the machine was in real time. His house and the entire surrounding area became a large modern museum. As he interacted with the people of the future, without them assuming his physical presence, he walked away from the young people who took turns riding in the Time Machine, they did so as if they were using a video game from my time. I noticed that on a front plate of the machine had his name in metallic looking running letters and neon lights on the edges, it was like the brand name of the machine. He waited for one of the machines to be vacated and returned to the date from which he had departed. He kept silent all that week before his wife and children and let the time pass, and covered the machine with a cover. The following month Mr. Carrinso Lopez came by again and consequently asked the usual question again, to which the inventor replied: "Nothing yet friend Carrinso, nothing yet, I think that machine is going to turn to dust..." Mr. Carrinso immediately replied: "Well, dust we are and dust we will become friend inventor...".
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