Siempre llega un momento decisivo en la vida de las personas, la que forja un carácter o un miedo permanente que te impide hacer algunas cosas. Avanzar o atrasar, puede hacer ambas, puede incluso estancarte, dejarte en el mismo sitio que se te hace cómodo, pero siempre hay ese momento, como una revelación, una bofetada en la cara, una sacudida al cuerpo, un grito directo a la oreja. Yo no puedo decir que ya tuve mi momento, tuve algunos, muy amargos, pero considero que puedo mejorar, puedo evolucionar aun, tengo camino que recorrer. En esta ocasión contare uno de esos momentos que al menos considero, fue un poco necesario para mi vida ahora.
Hace más de un año estaba pasando por una racha asquerosa donde lo más impactante que podía hacer en una semana era no sentirme triste o no llorar, era una etapa oscura donde le perdí el gusto a la comida, la masturbación no me era suficiente para sentirme bien porque al terminar me sentía peor, esperaba una hora exacta para ducharme para contener las ganas y cuando llegara el momento, explotar de emoción por sentir el agua corriendo por mi cuerpo, sentir que estaba en un cuerpo de agua en donde me podía mover firmemente, sentir que podía respirar mejor aun cuando tenia agua cerca de la nariz, era el único momento donde me sentía libre de mi tristeza y que duraba poco por la poca agua que usualmente teníamos en mi casa.
No quiero recordar con exactitud que me había pasado en esa época, muchas cosas pasan y luego de ver el pasado siento que fui un tonto al actuar así, para no darme vergüenza a mi mismo no relatare el por qué, pero si el como me sentí. Me sentía intranquilo la mayoría del tiempo, sentía que algo iba a pasar pero nada pasaba más que mi preocupación aumentaba, miraba el reloj y sabia que mis padres regresarían del trabajo, dejando a un lado mi actitud depresiva y mi mirada muerta debía actuar con normalidad porque lo que menos deseaba era un sermón con frases falsamente positivas. No podía dormir, nunca he podido dormir bien, es un problema que tengo desde pequeño, pienso demasiadas cosas, imagino otras más para llenar el hueco, siempre mi cerebro está haciendo algo, siempre intranquilo, moviéndose de una situación a otra, de una real a una ficticia, pocas las veces en las que se calla y en esas noches era donde hacia mucho más ruido.
Un día, empecé a sentir los dedos llenos, sentía que iban a explotar, me los masajeaba, los observaba y en mi mente, solo podía pensar en que debía cortarlos. No iba a cortar mis dedos completamente, solo un poco, para que el exceso de ese algo que sentía se fuera, era una situación muy rara para mí pero la sentía necesaria, la sentía como un llamado de emergencia de mi cuerpo de que debía cortarme las yemas de los dedos para relajar mis dedos intranquilos. Ese día, decidí que me cortaría los dedos.
Pensaba en el transcurso del día como lo haría. Pensaba que un cuchillo de sierra ayudaría, seria más rápido, la forma de la hojilla cortaría en un momento así no hiciera tanta presión. Lo haría en el lavaplatos, para no irme tan lejos y poder agarrar papel si lo necesitara. Seria en la noche, para que tuvieran más tiempo mis dedos de curarse, en la madrugada y en el día mientras mis padres no estaban, ese era mi plan. Esperaba impaciente el momento en que lo haría, no pude disfrutar la ducha diaria por culpa de la espera, me emocione cuando mis padres llegaron porque sentía que el tiempo estaba pasando, cayó la noche y esperaba sentado que mis padres se fueran a dormir temprano como todos los días, me seguía tocando los dedos, los apretaba y jugaba con ellos, estaban felices por lo que pasaría.
Al llegar el momento me puse algo nervioso, estaba saliendo las dudas de si debía hacerlo, estaba respirando rápido y mis dedos se sentían incomodos de nuevo, baje a la cocina y busque un cuchillo, miraba la yema de mi dedo índice de la mano izquierda como una diana a la que debía atinarle al medio, coloque el cuchillo en mi dedo y empecé a llorar. Lloré por la absurda idea de que cortándome me iba a sentir mejor, de que haciendo algo tan patético me calmaría, nunca me había autolesionado y esa no seria mi primera vez, pensé que nunca habría una primera vez siquiera. La vergüenza y la molestia que sentía por mí mismo era tan grande que en vez de consolarme me dí un sermón, la vergüenza se convirtió en enojo, la molestia avanzaba y me dije en voz alta: Cambiare para mejor.
La diferencia de mi yo del pasado al ahora no es mucha, tal vez algunas personas lo vean con más claridad que yo por verlo desde el exterior, pero si siento una diferencia. Ese es, por el momento, uno de mis momentos claves, un desarrollo a mi propio personaje en la vida real, ese fue un momento decisivo.
There always comes a decisive moment in people's lives, the one that forges a character or a permanent fear that prevents you from doing some things. Move forward or backward, it can do both, it can even stall you, leave you in the same place that makes you comfortable, but there is always that moment, like a revelation, a slap in the face, a shake to the body, a scream directly to the ear. I cannot say that I already had my moment, I had some, very bitter ones, but I believe that I can improve, I can still evolve, I have a way to go. On this occasion I will tell one of those moments that at least I consider was a bit necessary for my life now.
More than a year ago I was going through a disgusting streak where the most shocking thing I could do in a week was not to feel sad or not cry, it was a dark stage where I lost the taste of food, masturbation was not enough for me to feel good because at the end I felt worse, I waited an exact time to shower to contain the desire and when the time came, explode with emotion to feel the water running through my body, feel that I was in a body of water where I could move firmly Feeling that I could breathe better even when I had water near my nose, it was the only moment where I felt free of my sadness and that it lasted little because of the little water that we usually had in my house.
I do not want to remember exactly what had happened to me at that time, many things happen and after seeing the past I feel that I was a fool to act like this, so as not to embarrass myself, I will not tell why, but how I felt. I felt uneasy most of the time, I felt that something was going to happen but nothing happened other than my concern increased, I looked at the clock and knew that my parents would return from work, leaving aside my depressed attitude and my dead look I should act normally because what I least wanted was a sermon with falsely positive phrases. I couldn't sleep, I've never been able to sleep well, it's a problem I've had since I was little, I think too many things, I imagine other things to fill the gap, my brain is always doing something, always restless, moving from one situation to another, from a real one to a fictitious one, rarely when he is silent and those nights were where he made much more noise.
One day, I began to feel my fingers full, I felt that they were going to explode, I massaged them, I observed them and in my mind, I could only think that I should cut them. I was not going to cut my fingers completely, just a little, so that the excess of that something that I felt would go away, it was a very rare situation for me but I felt it necessary, it felt like an emergency call from my body that I should cut myself fingertips to relax my fidgety fingers. That day, I decided that I would cut off my fingers.
I thought about how I would do it throughout the day. I thought that a serrated knife would help, it would be faster, the shape of the blade would cut at a time so it would not make so much pressure. I would do it in the dishwasher, so as not to go so far and be able to grab some paper if I needed it. It would be at night, so that my fingers would have more time to heal, at dawn and during the day while my parents were away, that was my plan. I was waiting impatiently for the moment when I would do it, I could not enjoy the daily shower because of the wait, I was excited when my parents arrived because I felt that time was passing, night fell and I sat waiting for my parents to go to sleep early as Every day, I kept touching my fingers, squeezed them and played with them, they were happy for what was happening.
When the time came I got a little nervous, I was wondering if I should do it, I was breathing fast and my fingers felt uncomfortable again, I went down to the kitchen and looked for a knife, I looked at the tip of my index finger of my left hand Like a target to hit the middle, I put the knife to my finger and started crying. I cried for the absurd idea that cutting myself would feel better, that doing something so pathetic would calm me down, I had never hurt myself and that would not be my first time, I thought there would never be a first time. The shame and annoyance that I felt for myself was so great that instead of comforting myself I gave myself a sermon, the shame turned into anger, the annoyance advanced and I said to myself aloud: I will change for the better.
The difference of my self from the past to the present is not much, maybe some people see it more clearly than I see it from the outside, but I do feel a difference. That is, for the moment, one of my key moments, a development of my own character in real life, that was my decisive moment.
Gracias por su tiempo al leerme, espero les haya gustado y si tienen algun consejo para mejorar mi forma de escribir, lo leeré con mucho gusto. Sin más que decir, nos leemos luego.
Thank you for your time reading me, I hope you liked it and if you have any advice to improve my writing, I will read it with pleasure. Without more to say, we read later.