Se podría decir, en este caso, que lo peor de una 'borrachera de amor' es la conciencia o la inconsciencia de la resaca. Pero hasta Shakespeare se dejó seducir por la tragedia, como lo demuestra su inmortal obra, Romeo y Julieta. Yo siempre he pensado que lo que mata, no es amor e incluso en el hastío no debemos ver un final, sino un comienzo: un camino por delante, en cuyos intrincados rincones y recovecos quizás nos esté esperando ese amor que no necesite de borracheras ni resacas. Abrazos...a diez metros de distancia de cualquier acantilado.
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Jajajaja. Sí, creo que con el tiempo buscamos un amor menos loco, más sosegado, sin abismos. Abracitos, @juancar347