Se nos fue el año 2020, el cual quedará para el recuerdo, para unos menos fuerte que para otros, total ya quedó en el pasado. Ahora tenemos en el presente el año 2021, el cual recibimos en familia, sin música, sin luces de navidad, sin adornos, sin licor.
Con una programación de realizar la cena de fin de año, a pesar de la situación económica, logramos preparar las hallacas para la mesa, de esta forma se mantuvo la tradición de la familia en los fines de año.
En casa de la abuela, quien está próxima a cumplir 87 años, era la cita de fin de año, allí desde tempranas horas de la noche, se apersonaron las siguientes familias: Córdova Rodríguez ( Familia anfitriona); Estrada Hernández; Córdova Medina; Zapata Arcia; Cabrera Delgado; y mi familia Delgado Córdova.
Con estas familias presentes y la cantidad de 16 integrantes de las mismas incluyendo el mas pequeño Dylan Fabricio Cabrera Delgado, de tres meses de nacidos, se procedió a servir la mesa dos horas antes de terminar el año, seguidamente se procedió a la bendición de los alimentos, por parte de la Abuela Delia (Religión Católica); el niño Diego Medina (Religión Evangélica) y mi esposa Francys Córdova (Religión Católica), se procedió con la cena.
En mi caso le di gracias a Dios, por permitirnos estar reunidos compartiendo la cena, la cual no presentó el pernil de cochino, ni el pan de jamón...pero estuvo presente las hallacas, el pan de huevo y la ensalada acompañada del respectivo jugo; lo más importante era que estábamos reunidos y compartiendo en familia manteniendo la tradición del fin de año.
Allí en la reunión apareció el tema de las familias que se encuentran en Venezuela, en otras ciudades y no pudieron estar en nuestra ciudad y de los que se encuentran en Chile, Ecuador, Perú... y se presentó el tema de la tragedia que ocurrió en Lima Perú en el mes de Septiembre donde fue asesinado nuestra sobrino Héctor Alejandro Flores Hernández la cual trajo consigo la no celebración de navidad.
No tardaron las lágrimas en las mejillas de algunos de los que estábamos en la mesa...se cambió el tema y empezaron aparecer cosas positivas, aparecieron las sonrisas y apareció el que vino a quitar la tristeza y a llenarnos de alegría el nacimiento de mi nieto Dylan Fabricio, que nació al día siguiente del fallecimiento del sobrino, quien se encontraba presente en la mesa con todos nosotros...sin participar en la cena de fin de año con la hallaca, ensalada y pan de huevo, pero participando en la cena con su alimento del pecho se su madre.
Se concluyó la cena de manera feliz en la familia...y ahora a esperar las doce de la noche, para darnos el Abrazo de Feliz Año y llegó el momento "Terminó el 2020 y llegó el 2021"; entre llanto y muchas lágrimas los abrazos no se hicieron esperar, deseándonos lo mejor para cada uno de nosotros.
A través de los celulares y la tecnología, entramos en contacto con los familiares que se encuentran en Chile, Ecuador y Perú, deseándonos Feliz Año, con el recuerdo del sobrino fallecido, las lágrimas lograron a la distancia no se hicieron esperar...pero saben que? A pesar de la distancia, a pesar el dolor se mantuvo en la familia la Tradición de la Cena de Fin de Año. Gracias mi Dios Bendito haber permitido en nuestra familia la Cena de Fin de Año.
Autor del Relato: Luis Antonio Delgado
Usuario Hive Blog: kiaradel
Fotos: Nro 02 y Nro 03. Tomadas con mi móvil Orinoquia.