Hace mucho tiempo cuando aún no se había creado la tierra, había un hombre poseía estrellas en su cabeza.
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Al inicio de los tiempos existía un solo hombre, un día este hombre salio a caminar por un lugar desolado y oscuro, pues en ese momento, no existía nada de lo que hoy conocemos, no había arboles, montañas, ríos ni lagos, no existían los meses y mucho menos los días. El hombre podía ver en la oscuridad gracias a una enorme corona de estrellas que tenia, mientras caminaba chocó contra un gran objeto y al fijar su mirada al mismo notó que era una enorme caja.
Al ver esta caja el hombre se preocupó, él sabía que era el único ser que existía, y por supuesto, la presencia de la caja le causaba intriga y por esto dejo la caja en el lugar donde la encontró. El hombre siguió caminado y cuando ya llevaba una distancia larga de donde había dejado la caja, la intriga le termino ganando y se regreso a destaparla y ver que contenía su interior.
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Cuando por fin estuvo frente a la caja noto que esta no dejaba de temblar y procedió a destaparla, al hacer esto, salieron disparadas de ella varias esferas luminosas, el hombre miro hacia arriba y vio que cada una de las esferas se posicionaron una al lado de otra y cada vez brillaban mucho más fuerte, el hombre al notar aquella maravilla decidió llamarlos planetas y la iluminación que estos generaban les permitió ver al hombre sobre su cabeza, y veía estrella fugaces que pasaban de un lado a otro y así de la nada entonces surgió el universo.
El hombre maravillado por todo lo que veía, noto que en una de las esferas a las que había llamado planeta , brillaba más que las otras, entonces el hombre observo muy detalladamente que en ese planeta comenzó a sobresalir algunas cosas que tenían en la parte superior un color verde y eran los arboles, este hombre quedo aun mas encantado al escuchar el ruido de un liquido cristalino, esta era el agua que corría, así poco a poco se empezó a crear todas las clase de vida que hoy conocemos, incluyendo los seres humanos. Los humanos notaron que en el firmamento se veía el reflejo de un hombre el cual adornaba su cabeza con una corona de estrellas, y le atribuyeron a él la creación de su raza, gracias a que fue este quien descubrió su casa, los humanos decidieron llamar Dios a aquel hombre desconocido y le agradecieron y hasta hoy lo adoran como su creador.
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Muchas gracias amigos de @cervantes y @don.quijote.