Se suele decir habitualmente que “hay que vivir en el presente”. Y se dice con la intención de no estar mentalmente fijado en cuestiones que ya han pasado, o demasiado preocupado o ilusionado por cuestiones que están por pasar.
Pero si examinamos esta cuestión más de cerca, vemos que en realidad el pasado es presente y el futuro también es presente. Es decir, ¿qué es el pasado? ¿Acaso no es una imagen mental presente sobre algo ocurrido? Y lo mismo ocurre con el futuro. ¿Qué es el futuro? No es más que una imagen mental presente de lo que suponemos o especulamos que puede ocurrir.
Así pues, sólo hay presente, ya que el pasado es una imagen presente de lo recordado, leído, o escuchado. Y el futuro es una proyección del porvenir (o el "por-hacer") que tiene lugar en el presente.
En definitiva, y como conclusión, cuando se dice que “hay que vivir en el presente” se está diciendo en realidad algo que es obvio. ¡Sólo se puede vivir en el presente!
Ya sea recordando el pasado, o proyectando un futuro, en ambos casos eso siempre ocurre en el presente.