El diluvio de María
De repente, entre la multitud, alguien, por encima de todos, le grita. La chica busca por entre las cabezas y ahora vuelve a escuchar su nombre: María, María. De la muchedumbre surge un chico que decidido hacia ella se enfila y ella, sintiendo que las piernas flaquean, no puede moverse, aunque la inunde una ola de alegría.
El chico llega hasta ella y como unos cíclopes se miran, sus bocas se acercan y se saborean como la más deliciosa de las comidas. Él la toma de la cintura, ella le agarra la camisa y sus cuerpos se juntan, se comprimen, con una ardiente y demorada prisa. Por un instante son uno solo, la más erótica de las estatuillas: apretados y reducidos, parecen un monumento a la más osada de las caricias.
La lluvia ha comenzado a caer y la gente corre para refugiarse. Los amantes se separan, el chico se aleja y camina acelerado por la calle. María se queda parada temblando con una mano en los labios y otra en su talle. Siente que su vientre, aunque mojado, es un pozo que arde y que toda ella ha comenzado a mojarse, a empaparse. Con la piel erizada y bajo una luna menguante, María toda ella es un diluvio deslumbrante.
Al modo del realismo mágico, tu sensorial relato nos recrea la inundante humedad deseante de esta mujer que espera y se regodea en su goce, aunque la soledad vuelva a estar en ella. Gracias y saludos, @nancybriti.
Me encanta tu comentario porque asume esa fugacidad en la que se da el encuentro y la pasión feroz que los envuelve. Muchas gracias por comentar y por el apoyo!! Abrazos
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La pasión, la transgresión, la fugacidad, el irreprimible despertar de los sentidos que anuncian volcanes en plena actividad; los encuentros, las partidas, deseos, desengaños, sueños, frustraciones...¿hay, en definitiva, algo más humano?. Como el famoso Indalo que apunta al cielo con su arco, en tu relato apuntas al sentimiento. Abrazos
Exactamente!! Tal vez más que un volcán, veo algunos instantes como un fósforo que se enciende. La llama, el fuego, esa chispa, que a veces dura tan poco pero consume, arrasa, vuelve nada. Como decía el poeta: yo soy los pequeños instantes en los que he muerto y he revivido!! Por más instantes como esos, un abrazo para ti, @juancar347!!
¡Me encantó! Remueve sensaciones. ¡Atinados todos tus versos!
Gracias. Saludos